Demanda de dólares en Argentina jaquea al peso con ampliación de brecha entre mercados

BUENOS AIRES, 17 ago (Reuters) – La constante cobertura en dólares caracterizaba nuevamente el jueves al mercado argentino y hacía que la brecha cambiaria entre el peso oficial y el influyente marginal se expandiera ante la incertidumbre política y económica que se disparó el fin de semana con la victoria del ultraliberal Javier Milei en las elecciones primarias a presidente.
Los argentinos que acostumbran a refugiarse en moneda dura en momentos de intrigas coyunturales, con una galopante inflación de tres dígitos, pérdida de reservas, creciente déficit fiscal y más pobreza, vienen de sufrir una devaluación del 17,9% en su moneda el lunes.
Con una paridad oficial fija de 350 pesos por dólar, acordada por el Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el llamado dólar “blue” o informal es la referencia financiera pese a su ilegalidad, con un diferencial actual del 121,4% en línea a las intrigas domésticas que se generan a corto plazo.
“Por más que el Gobierno se esfuerce en querer generar tranquilidad a los mercados, las remarcaciones de precios en los negocios y el escenario que dejaron las elecciones son atributos suficientes para que la dolarización se acelere, algo repetitivo en el país y a nadie le puede llamar la atención”, sintetizó el momento el analista Marcelo Rojas.
El peso marginal cotizaba equilibrado a 775 por cada dólar, un día después de haber tocado su piso histórico de 795 unidades con una depreciación cercana al 30 por ciento en agosto y una brecha de casi un 130%, lo que avizora una inflación mensual en la zona del 10% según primeras proyecciones de analistas privados.
El ministro de Economía y candidato presidencial por el oficialismo, Sergio Massa, resultó tercero en las primarias, superado también por la coalición de centroderecha liderada por Patricia Bullrich.
El Gobierno pidió disculpas el jueves a los votantes tras el resultado de las primarias, en voz de una vocera presidencial, y dijo que la devaluación del día después a la elección fue producto de una negociación con el FMI, que le había pedido que devaluara “un 100%”.
Los funcionarios del FMI “arrancaron pidiendo 100% de devaluación, después se plantaron, en una devaluación de exigencia del 60%”, dijo Massa en un programa de la televisión local en la noche del miércoles.
El libertario Milei propone dolarizar la economía argentina y eliminar el banco central (BCRA), con lo que logró un 30% de los votos en una elección de tercios por la escasa diferencia ante los inmediatos seguidores.
El 22 de octubre se elegirá presidente, y si ninguno obtiene una mayoría especial, el 19 de noviembre habrá una segunda vuelta entre las dos fuerzas más votadas, para la asunción del mandatario triunfador el 10 de diciembre.
Cerruti dijo que el Gobierno anunciará el jueves un acuerdo de precios, que prevé beneficios fiscales para las empresas que adhieran al plan, y que en los próximos días se lanzará un paquete de medidas con alivios para los trabajadores formales e informales, jubilados y personas que cobran un seguro social.
Compras accionarias de inversores institucionales servían también de cobertura a las intrigas que dominan a la tercera economía de Latinoamérica. Así, el índice S&P Merval porteño ganaba un 1,73%, a 572.854,7 puntos a las 1520 GMT, luego de marcar un récord intradiario de 574.661,55 unidades, contra la trepada del 22,1% en las anteriores cinco ruedas
En cambio, la deuda pública soberana seguía con la presión vendedora hasta un promedio negativo del 1,2%, tras arrastrar una caída del 9,5% en los cuatro días previos, con un riesgo país argentino del banco JP Morgan que cedía 25 unidades a 2.181 puntos básicos e intervención del BCRA para atenuar la devaluación del peso en las plazas alternativas electrónicos (“MEP” y “CCL”).
Massa viajará el martes a Washington para cerrar un acuerdo con funcionarios del FMI en búsqueda de obtener un desembolso de dinero fresco que le ayude a intervenir en la ronda de cambios y aligerar importaciones atrasadas, al tiempo que desmintió una eventual renuncia como ministro para dedicarse exclusivamente a la campaña electoral.