Cómo aumentar el deseo sexual en pareja (sin fórmulas mágicas)

El cuerpo está ahí, la rutina también. Pero el deseo… parece haberse mudado sin aviso. Aumentar el deseo sexual en pareja no es cuestión de trucos, sino de reconexión real.
Según Planned Parenthood y estudios publicados por la Society for Personality and Social Psychology (SPSP), el deseo sexual no se apaga del todo, pero sí cambia con el tiempo, el estrés, la convivencia o las heridas no habladas. La buena noticia es que puede recuperarse, con intención, diálogo y prácticas validadas por la ciencia y la experiencia clínica.
¿Qué es el deseo sexual y por qué desaparece en la pareja?
El deseo sexual es la motivación interna que impulsa a una persona a buscar placer erótico. No es lineal ni automático, y está influenciado por factores físicos, psicológicos, emocionales y contextuales.
Con el paso del tiempo —y especialmente en relaciones largas— pueden aparecer momentos de “baja libido compartida”, en los que ni tú ni tu pareja sienten las mismas ganas de antes. Esto no significa falta de amor o atracción, sino la presencia de bloqueos como:
- Rutina y previsibilidad
- Cansancio físico o estrés emocional
- Falta de comunicación íntima
- Problemas hormonales o de salud mental
- Carga emocional no resuelta (resentimiento, celos, silencios)
La sexóloga Esther Perel, reconocida internacionalmente, afirma que el deseo necesita un poco de misterio, novedad y libertad para respirar. “El amor busca cercanía, pero el deseo necesita distancia”, escribe en su blog.

¿Cómo aumentar el deseo sexual en pareja paso a paso?
No existe una receta única, pero sí estrategias que han demostrado ser efectivas. Aquí te comparto algunas, basadas en evidencia científica y terapéutica.
1. Hablen del deseo sin vergüenza ni juicios
El deseo sexual no reaparece si se ignora. Hablar de lo que ambos sienten —o no sienten— es el primer paso. Eviten acusaciones del tipo “ya no me deseas” y opten por preguntas abiertas como:
- ¿Qué necesitas para sentirte más conectada(o) conmigo?
- ¿Hay algo que te gustaría explorar y aún no hemos hablado?
- ¿Qué está afectando tu energía últimamente?
Las parejas que mantienen una comunicación abierta sobre sus deseos sexuales tienen niveles más altos de satisfacción e intimidad.
2. El deseo también se cultiva fuera de la cama
La atracción no empieza con caricias, sino con gestos cotidianos. Un estudio citado en NBC Better Health señala que el deseo florece cuando hay reconocimiento mutuo, sentido del humor, novedad compartida y afecto espontáneo.
Pequeños gestos como tocar la espalda al pasar, un mensaje inesperado o planear una actividad nueva juntos pueden encender más que una conversación directa sobre sexo.

3. Introduzcan el juego y la novedad erótica
La rutina sexual (misma hora, misma posición, mismo guion) puede apagar el deseo. Aquí es donde entra el juego erótico, no como presión, sino como herramienta.
Ideas prácticas:
- Leer erotismo juntos
- Probar nuevos espacios (confortables, seguros)
- Experimentar con aceites, masajes o meditaciones tántricas
- Usar cartas con retos suaves, sin obligación de ejecución
Planned Parenthood también sugiere normalizar el deseo espontáneo vs. el deseo responsivo: muchas personas sienten deseo una vez que el cuerpo se activa, no antes. Por eso, explorar sin metas es clave.
4. Cuida tu cuerpo y tu mente: también es un acto de deseo
El deseo está íntimamente conectado con cómo te sientes contigo mismo. Dormir poco, vivir con ansiedad o no tener espacio personal puede bloquear el erotismo incluso con la persona más amorosa.
Algunos hábitos que favorecen el deseo en pareja incluyen:
- Dormir bien (mínimo 7 horas)
- Hacer ejercicio regularmente
- Reducir el consumo de alcohol y sustancias
- Mejorar tu imagen corporal sin buscar “perfección”
- Atender tu salud mental con apoyo profesional
5. Eviten los “deberes sexuales”: el deseo no obedece
Tener relaciones sexuales por compromiso puede erosionar el deseo aún más. La terapeuta sexual Sarah Hunter Murray, explica que muchas parejas caen en una dinámica de “sexo por obligación”, que mata la espontaneidad y genera ansiedad de rendimiento.
Mejor enfocarse en la conexión emocional y sensorial, y dejar que el erotismo vuelva cuando el cuerpo esté dispuesto. El descanso, el humor y la ternura también son afrodisíacos.

¿Qué pasa si uno quiere y el otro no?
Esta es una de las preguntas más dolorosas y frecuentes. Cuando el deseo está desalineado, surgen sentimientos de rechazo, culpa o frustración.
Lo ideal es reconocer el desajuste sin asumir culpa ni culpar al otro. La Clínica de Psicología y Sexología de Mallorca recomienda lo siguiente:
- Hablar sin presionar
- Explorar soluciones juntos: terapia de pareja, ejercicios eróticos, tiempos separados
- Validar lo que el otro siente sin minimizarlo
- Recordar que el deseo sexual no define el valor de la relación
¿Cuándo buscar ayuda profesional?
Cuando el problema persiste, afecta la autoestima o la relación en general, es momento de acudir a terapia sexual o de pareja. Algunas señales de alarma incluyen:
- Cero deseo durante meses sin causa física aparente
- Evitación activa del contacto físico o sexual
- Ansiedad o llanto tras los encuentros
- Dificultad para hablar de erotismo sin conflicto
Un terapeuta puede ayudar a reconstruir el puente entre ambos cuerpos y mentes, sin juicios ni etiquetas.
El deseo sexual en pareja no es una constante, es un lenguaje que cambia. A veces grita, a veces susurra. Pero sigue ahí, esperando espacio, cuidado y autenticidad.
Aumentar el deseo no es lograr más sexo, sino recuperar la curiosidad, el juego y la presencia emocional. Porque donde hay conexión real, el cuerpo encuentra el camino.