Síntomas tempranos de la osteoporosis: señales silenciosas que no debes ignorar

Los huesos no avisan cuando empiezan a debilitarse. No hay dolor, ni moretones, ni una señal evidente. Un día simplemente te tropiezas, caes y… fractura. Así de traicionera es la osteoporosis, una enfermedad silenciosa que adelgaza y debilita los huesos hasta hacerlos tan frágiles como el cristal. Lo peor es que muchas personas no saben que la tienen hasta que ocurre lo inevitable: una fractura en la cadera, la muñeca o la columna vertebral.
El Instituto Mayo Clinic advierte que esta enfermedad afecta a millones de personas en todo el mundo, especialmente a mujeres posmenopáusicas, aunque nadie está completamente a salvo. Con el tiempo, la pérdida de densidad ósea avanza sin síntomas evidentes hasta que los huesos comienzan a colapsar. Pero, ¿se puede detectar antes de que sea demasiado tarde? Sí, si sabes en qué señales fijarte.

¿Qué es la osteoporosis?
La osteoporosis es una enfermedad que deteriora la estructura ósea, volviendo los huesos porosos y frágiles. En condiciones normales, el tejido óseo se regenera constantemente, pero con la osteoporosis, la velocidad de pérdida ósea supera la capacidad de regeneración.
El Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel (NIAMS) la define como la “enfermedad silenciosa” porque no causa síntomas hasta que aparece una fractura. Este proceso ocurre porque el cuerpo deja de producir suficiente masa ósea o porque la pierde demasiado rápido.
¿Cuáles son los primeros síntomas de la osteoporosis?
Aunque la osteoporosis avanza sin causar molestias evidentes, algunas señales pueden alertarte antes de que ocurra una fractura. Entre los síntomas tempranos de la osteoporosis, destacan:
- Disminución de la estatura: notar que tu ropa te queda larga o que alcanzas menos cosas en los estantes podría ser una señal de que tus vértebras están colapsando lentamente.
- Dolor de espalda persistente: las microfracturas en la columna pueden generar molestias, incluso antes de que una fractura mayor ocurra.
- Postura encorvada: la columna vertebral pierde su soporte y las personas desarrollan una curvatura anormal en la espalda.
- Huesos que se fracturan con facilidad: si una caída leve provoca una fractura, es una señal clara de fragilidad ósea.
- Uñas y dientes débiles: el esmalte dental y las uñas quebradizas pueden ser un reflejo de una deficiencia en la densidad ósea.
Estos signos iniciales suelen pasar desapercibidos o atribuirse a la edad, lo que retrasa el diagnóstico.

Factores de riesgo: quiénes deben preocuparse más
No todos tienen el mismo riesgo de desarrollar osteoporosis. Hay varios factores que pueden aumentar la probabilidad de padecer esta enfermedad, aquí te revelamos algunos con información de la Biblioteca de Medicina de los Estados Unidos.
- Edad: A partir de los 50 años, el riesgo aumenta significativamente.
- Sexo: Las mujeres, especialmente después de la menopausia, son más propensas debido a la disminución de estrógenos.
- Antecedentes familiares: Si un familiar cercano ha sufrido fracturas por osteoporosis, es probable que tú también tengas predisposición.
- Dieta baja en calcio y vitamina D: El calcio es esencial para mantener la densidad ósea.
- Sedentarismo: La falta de actividad física debilita los huesos.
- Consumo de alcohol y tabaco: Ambos afectan la capacidad del cuerpo para absorber calcio y regenerar los huesos.
Si cumples con varios de estos factores, es recomendable que consultes con un especialista para una evaluación temprana.
¿Cómo detectar la osteoporosis antes de una fractura?
La única manera de saber con certeza si tienes osteoporosis antes de sufrir una fractura es a través de un examen llamado densitometría ósea (DEXA).
Según la Clínica Universidad de Navarra, este estudio mide la densidad mineral ósea y permite identificar el riesgo de fracturas. Se recomienda especialmente para:
- Mujeres mayores de 65 años.
- Hombres mayores de 70 años.
- Personas con antecedentes familiares de osteoporosis.
- Personas que han sufrido fracturas por golpes leves.
Detectar la osteoporosis a tiempo puede marcar la diferencia entre una vejez activa y una vida limitada por fracturas y dolor crónico.

Tratamientos de la osteoporosis
Aunque la osteoporosis no tiene cura, existen tratamientos efectivos para frenar su avance y reducir el riesgo de fracturas.
1. Cambios en la alimentación
- Aumentar el consumo de calcio y vitamina D (lácteos, almendras, salmón, espinacas).
- Reducir el consumo de cafeína y sodio, que afectan la absorción de calcio.
2. Ejercicio físico
- Actividades de impacto moderado como caminar, subir escaleras o levantar pesas ayudan a fortalecer los huesos.
- Ejercicios de equilibrio reducen el riesgo de caídas.
3. Medicación
- Bifosfonatos: ayudan a frenar la pérdida ósea.
- Terapia hormonal: en mujeres posmenopáusicas, el reemplazo de estrógenos puede ayudar a mantener la densidad ósea.
- Denosumab o Teriparatida: opciones para casos más avanzados (Clínic Barcelona).
En muchos casos, una combinación de alimentación, ejercicio y medicación puede prevenir fracturas y mejorar la calidad de vida.
La osteoporosis no avisa hasta que es demasiado tarde. Por eso, detectar sus primeros síntomas y tomar medidas preventivas es clave. Desde un dolor de espalda inexplicable hasta una fractura por una caída leve, el cuerpo envía señales que no deben ser ignoradas.
Cuidar los huesos no es algo exclusivo de los adultos mayores. La prevención debe comenzar desde la juventud con una dieta rica en calcio, actividad física regular y controles médicos oportunos. Porque cuando se trata de osteoporosis, esperar a la primera fractura puede ser un error que cueste demasiado caro.