Espectáculos

La obra de teatro ‘Un tranvía llamado Deseo’ cobra vida nuevamente; aquí más detalles

Marina de Tavira, bajo la dirección de Diego del Río, explora a uno de los personajes de Tennessee Williams, autor de una historia que sigue cuestionando al ser humano

Salud mental, violencia de género, machismo, homosexualidad, clasismo y también amor. La obra del dramaturgo estadunidense Tennessee Williams, Un tranvía llamado Deseo, con la que el autor obtuvo el Pulitzer en 1948, cobra vida nuevamente y cuestiona al público que asista a verla al Teatro del Bosque Julio Castillo, bajo la dirección y adaptación de Diego del Río y el protagónico de Marina de Tavira.

La obra cuenta la historia de Blanche DuBois, una dama que oculta su alcoholismo con sus delirios de grandeza, proveniente del sur estadunidense; una mujer altanera y desequilibrada, quien, después de la pérdida de la propiedad familiar, visita a su hermana Stella en Nueva Orleans.

Ahí conoce a Stanley Kowalski (Rodrigo Virago), un obrero migrante de origen polaco —esposo de su hermana—, un hombre machista y violento que domina física y emocionalmente a Stella. La llegada de Blanche no es muy bien recibida, pues cada personaje tiene sus propios secretos y prejuicios que se revelarán a lo largo de la historia, dejando más de un cuestionamiento abierto.

En entrevista con Excélsior, Del Río reveló detalles de esta versión, cuya temporada, ya agotada, estará hasta el 1 de septiembre.

La pertinencia radica en que el material de esta obra es impecable. Por algo tiene esa fama, ese reconocimiento, ese prestigio y esas ganas de los directores, actores y actrices de hacerla en algún punto. Es un material inabarcable. A veces, hay muchas obras que son extraordinarias, pero pocas son una obra maestra. Ésta sí lo es. No sólo por la fama que tiene, sino porque ahora puedo hablar de la verificación que percibo en la posibilidad de trabajarla.

Estamos asomándonos a lo que nos puede revelar la obra y son muchas cosas sobre la humanidad y sobre los vínculos muy entendidos que estaban supeditados a un contexto específico, en el que fue escrita, pero que trascienden o se vuelven universales, gracias a una comprensión absolutamente personal que tiene el autor sobre estos distintos personajes que representan elementos de la sociedad que, creo, están en nuestras familias. Uno ve la obra y dice ‘claro’, hay un reconocimiento íntimo en muchos niveles”, expresó Del Río.

El director, quien vio antes la versión filmada de la obra por la National Theatre Live y también una versión argentina, se percató que los montajes aludían a la versión fílmica de 1951, dirigida por Elia Kazan y protagonizada por Vivien Leigh y Marlon Brando. Sin embargo, este montaje tiene otra consistencia.

Nuestra intención no es despegarnos de eso por una cuestión de ocurrencia, sino, más bien se trató de que el ensamble que somos, primero nos volviéramos un grupo de investigación del material, para después poder plantear, con la palabra ‘ensamble’ como el centro expresivo del montaje, la idea de crear el universo de los personajes a partir de esa colectividad.

Todo lo que ocurre en el espacio radica en lo que los cuerpos van detonando, como una especie de dispositivo que tiene un juego, similar a lo que yo sentía en el texto leyéndolo, en el que, de pronto, era una cosa muy descarnada y luego, poética, pero todo ocurriendo ahí mismo, sin necesidad de capas extras para detonar la posibilidad de explicar o llevar al espectador por esa experiencia sensorial.

Es uno de los mejores materiales para construir desde lo actoral. Así que, nuestro montaje radica en una actoralidad muy nuestra, muy propia y encontrada desde el colectivo, con el valor del poder encontrarla cada vez, lo cual está en el teatro siempre. Aquí, la propuesta está hecha para que sea una investigación colectiva”, explicó Del Río.

ROTA DESDE EL INICIO

Marina de Tavira esperó cinco años para hacer esta obra. Recordó que, entonces, Diego del Río aún buscaba a un Stanley, hasta que lo encontraron en Rodrigo Virago.

Se juntaron voluntades y se encontraron las personas que querían hacer esta obra, No hay mejor momento, éste es el nuestro. Valió la pena esperar para tener el privilegio de haber reunido a estas personas, porque, de verdad, son inmensamente especiales y pone algo suyo en este trabajo.

Acerca de Blanche, Williams, cuando la escribió, no tenía un diagnóstico sobre qué le pasa a ella, sino que viene también de su propia turbulencia y experiencia laberíntica, trastocada y apasionada, reprimida. Todo lo que habitaba en un ser como él, y que habita en todos de maneras distintas. En el caso de Blanche, me viene como a la mente un torbellino, no sé cómo explicarlo. No diré si tiene una enfermedad, sino que es como una espiral que no se detiene”, enfatizó.

Para la actriz, Blanche no es que sólo tenga heridas, sino que ella misma es una herida abierta desde el comienzo de la obra.

Ella llega a la primera escena ya rota, ya habiendo perdido todo. Es un punto de partida ya complejo. La identificación, sin duda, está ahí, porque es así con lo que trabajamos, con lo que he podido experimentar, que se transforma y crece y se vuelve otra cosa. Hay un dolor por la vida porque, a veces, la vida duele, pero, al mismo tiempo, y esto lo tiene Blanche, amamos la vida y nos seguimos aferrando a ella, porque queremos seguir teniendo más. Eso pienso en Blanche, porque está tan perdida, pero sigue aferrando a vivir. Hay algo que todavía quiere”, dijo De Tavira.

Rodrigo Virago agradeció interpretar a Stanley y “pimponear” con Marina, pues, por su parte, esperó ocho años para lograr estar.

Stanley es muy complejo, es una persona violenta, que ante lo que no entiende, lo destruye. Es poco racional, un ser impulsivo e iracundo, pero, desde como yo lo entiendo, todo es partir de la necesidad de ser amado y de esta necesidad de ‘no te vayas’. Reacciona así, porque siente que su único tanque de oxígeno, que es Stella, la hermana (Blanche) va a venir a quitárselo”, concluyó Virago.

PARA VERLA:

  • Dramaturgia: Tennessee Williams.
  • Adaptación y dirección: Diego del Río.
  • Elenco: Marina de Tavira, Rodrigo Virago, Astrid Mariel Romo, Ana Clara Castañón K., Alejandro Morales, Mónica Jiménez, Federico Di Lorenzo, Diego Medel, Diego Santana y Patricia Vaca.
  • Lugar: Teatro del Bosque Julio Castillo.
  • Temporada: Hasta el 1 de septiembre de 2024.
  • Funciones: Jueves a domingo 19:00 horas.
  • Funciones adicionales: Miércoles 21 y 28 de agosto, 19:00 horas.
  • Duración de la función: Aprox. 170 minutos.

 

Imagen intermedia

UN TRANVÍA LLAMADO DESEO

Se montó antes en México. En 1948 fue presentada en el Teatro de Bellas Artes, bajo la dirección de Seki Sano, que incluyó a María Douglas como Blanche. También fue recreada la obra con Diana Bracho como protagonista en 1996, aunque años atrás fue también Stella, en 1983, mientras Jacqueline Andere era la dama DuBois y Humberto Zurita, Stanley.

 

Articulos relacionados

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top button
Coahuila Hoy We would like to show you notifications for the latest news and updates.
Dismiss
Allow Notifications