El mal uso de IA reduce la actividad cerebral y la capacidad de tomar decisiones, advierte la UNAM

¿Sientes que te cuesta más pensar desde que usas ChatGPT? El uso excesivo de la Inteligencia Artificial (IA) podría estar causando una “atrofia por desuso” en tu mente, afectando tu agilidad mental y salud cognitiva, según la Universidad Autónoma de México (UNAM).
Se ha vuelto una costumbre que los asistentes virtuales resuelvan todo, desde redactar correos hasta hacer cuentas simples. Sin embargo, esta práctica tiene un precio alto: estás delegando tu capacidad de pensar a una máquina que nunca se cansa, volviéndote espectador de tu propia inteligencia.
Antes de dejar que el algoritmo tome otra decisión por ti, es importante entender qué ocurre en tus conexiones neuronales cuando dejas de esforzarte por recordar un dato o resolver un problema, cediendo el control a la tecnología.
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¿Por qué la actividad del cerebro disminuye al usar IA?
La académica de la Facultad de Ciencias de la UNAM, Pilar Durán Hernández, explica que la actividad cerebral cae drásticamente porque la tecnología entrega todo digerido. Al no procesar la información, generas una “mente delegada” que se vuelve poco activa y le da pereza realizar esfuerzos cognitivos básicos.
Es alarmante notar la diferencia entre herramientas: quien busca en Google todavía debe leer y seleccionar información, activando su cerebro. En cambio, quien usa chatbots recibe la respuesta final inmediata, eliminando el proceso de raciocinio y la toma de decisiones.
Este fenómeno no es inofensivo; el cerebro funciona bajo la regla de “úsalo o piérdelo”. La falta de retos constantes provoca que las neuronas dejen de trabajar intensamente, lo que podría derivar en una involución real de la inteligencia si no se tiene cuidado con el uso.
Se dejan las razones clave del “bajón” cerebral:
- Menor procesamiento: Al recibir respuestas automáticas, te saltas los pasos lógicos de análisis y comprensión profunda, lo cual es vital para el aprendizaje.
- Falta de conexión: Las áreas cerebrales dejan de interactuar entre sí para generar nueva información, debilitando tu proceso de aprendizaje.
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¿Qué otros efectos tiene el uso de IA en el desarrollo cognitivo?
Más allá de la pereza mental, estamos perdiendo habilidades que te definen como humano. El riesgo principal es la pérdida del pensamiento crítico y la curiosidad; al tener la respuesta fácil, deja de interesar el “porqué” de las cosas.
Un efecto colateral grave es el abandono de la escritura a mano. Sustituir el lápiz por el teclado no es solo un cambio técnico; esta práctica con el lápiz o la pluma permite un aprendizaje profundo y refuerza la memoria, algo que la pantalla no logra igualar en el cerebro.
Además, existe el riesgo de absorber sesgos sin darte cuenta. Las IA aprenden de datos humanos que pueden contener prejuicios históricos; si no razonamos lo que leemos, tu mente acepta como verdad información que podría estar sesgada o incompleta, lo que afecta tu criterio.
Estos son los efectos cognitivos que debes vigilar, de acuerdo con la experta de la UNAM:
- Muerte neuronal: Cuando se pierden conexiones por falta de actividad continua, las neuronas pueden llegar a morir, lo cual es irreversible en el cerebro.
- Pérdida de abstracción: Sin el desarrollo del lenguaje matemático y escrito, se debilita el pensamiento abstracto, tu capacidad para resolver problemas complejos.
- Decisiones pobres: La dependencia tecnológica dificulta tomar decisiones personales basadas en el contexto real, lo que compromete tu juicio.
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¿Cómo usar la IA de forma saludable?
No se trata de tirar tu celular, sino de cambiar la estrategia. La IA debe ser vista como una herramienta de asistencia —un “copiloto”— y jamás como la autora de tu vida o de tus trabajos, permitiéndote multiplicar tu productividad sin sacrificar tu esfuerzo mental.
En temas de salud, aunque los chatbots pueden ofrecer datos generales, carecen de contexto y empatía. Confiar ciegamente en ellos para un diagnóstico es peligroso; úsalos solo como guía inicial, pero recuerda que no entienden realmente lo que les estás preguntando en la consulta.
La clave para los nativos digitales y las generaciones mayores es la “alfabetización ética”. Debes entrenar al cerebro para usar estas herramientas con criterio, manteniendo hábitos análogos como leer libros físicos o hacer cálculos mentales para mantener el “músculo” activo y fuerte.
Te dejamos algunas recomendaciones de los Institutos Nacionales de Salud en EU (NIH):
- Verifica siempre: Nunca asumas que el chatbot dice la verdad; contrasta la información con fuentes reales y especialistas.
- Escribe a mano: Retoma el papel para notas importantes; esto mejora la retención de la información.
- Úsala de apoyo: Deja que la IA organice datos, pero asegúrate de que el análisis final y la conclusión sean tuyos, manteniendo tu pensamiento crítico.
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La inteligencia artificial llegó para quedarse y tiene el potencial de revolucionar la medicina y la ciencia, pero depende enteramente de ti evitar que se convierta en la excusa perfecta para dejar de pensar.



