La reconfiguración de los Lakers tras su venta por unos cercana 10 mil millones de dólares continúa generando ondas expansivas dentro de la organización.
Esta vez, los cambios tocaron a dos figuras de apellido ilustre: Joey y Jesse Buss, quienes —según reportó ESPN— fueron removidos de sus posiciones en el departamento de operaciones de basquetbol como parte del proceso de reestructuración interna.
La noticia sorprendió a buena parte del entorno angelino, no sólo por el peso histórico de la familia Buss en el equipo, sino porque ambos habían mantenido roles clave durante dos décadas. Joey era vicepresidente de scouting y Jesse fungía como asistente del gerente general.
En una declaración conjunta, los hermanos expresaron su gratitud y también una abierta nostalgia:
Estamos extremadamente honrados de haber sido parte de esta organización por las últimas 20 temporadas. Hubiéramos querido que las cosas terminaran de otra manera. En momentos así desearíamos poder preguntarle a nuestro papá qué pensaría de todo esto”.
BUSS SPORTS CAPITAL
El movimiento ocurre en un contexto estratégico más amplio. A mediados de año, Joey y Jesse anunciaron la creación de Buss Sports Capital, una firma enfocada en adquisiciones, alianzas y desarrollo deportivo global. La empresa surge como el primer proyecto independiente de los hermanos fuera de la estructura operativa de los Lakers, un paso que, en retrospectiva, parece preludio de su salida.
La víspera de esta noticia también dejó otro matiz: mientras la franquicia se remueve por dentro, LeBron James reapareció con un aporte de 11 puntos y 12 asistencias en su primer juego de la temporada, en victoria sobre el Jazz de Utah por 140-126, recordando que, a pesar de la turbulencia institucional, la historia del equipo sigue escribiéndose en la duela.
Además, Lebron se convertió en el primer jugador en la historia de la NBA en jugar durante 23 temporadas. Llegar a esa marca con el uniforme de los Lakers agiganta la leyenda de la estrella global del basquetbol y la del equipo de Los Ángeles.
Como sea, la reestructuración de los Lakers apenas comienza. Y el apellido Buss, símbolo de legado y dominio en la NBA, entra en una nueva era: una fuera de oficina, pero todavía dentro del universo deportivo.
