La soledad y el aislamiento social aumentan el riesgo de muerte en personas con cáncer

Un metaanálisis internacional reveló que la soledad y el aislamiento social se asocian con un aumento del 34% en el riesgo de mortalidad por todas las causas y un 11% más de riesgo de muerte por cáncer en personas con cáncer, según un estudio publicado en BMJ Oncology.
Esa fue la conclusión de los investigadores a partir del análisis de datos de más de 1,6 millones de pacientes de Canadá, Inglaterra, Finlandia, Francia, Irlanda, Japón y Estados Unidos, y subrayaron la relevancia de los factores psicosociales en la supervivencia de quienes padecen esta enfermedad.
El análisis, realizado por un equipo internacional de investigadores, revisó 16 estudios publicados hasta septiembre de 2024, de los cuales 13 se incluyeron en el metaanálisis final, según detalla el artículo científico de BMJ Oncology. Los estudios abarcaron una amplia variedad de tipos de cáncer y la edad promedio de los participantes fue de 63 años. Para medir la soledad y el aislamiento social, se emplearon herramientas como el Índice de Redes Sociales y la Escala de Soledad de la UCLA.
El impacto de la soledad en la mortalidad por cualquier causa se evaluó en 1.570.918 pacientes a través de 12 estudios, mientras que el efecto sobre la mortalidad por cáncer se analizó en 2.142.338 pacientes en nueve estudios, según resumieron los investigadores en sus conslusiones. Los resultados mostraron que, tras ajustar por el tamaño de los estudios, la soledad y el aislamiento social se asociaron consistentemente con un mayor riesgo de muerte. Incluso los estudios que no formaron parte del análisis agrupado debido a diferencias metodológicas reportaron asociaciones similares.
El estudio de BMJ Oncology resalta que todos los trabajos incluidos fueron de naturaleza observacional, lo que limita la posibilidad de establecer una relación causal definitiva.
Los autores recomiendan interpretar los resultados con cautela, ya que las variaciones en el diseño, la metodología y la consideración de factores influyentes pueden afectar la solidez de las conclusiones. No obstante, los hallazgos coinciden con investigaciones previas que vinculan el estrés psicosocial con desenlaces adversos en la salud.
Mecanismos biológicos y psicosociales en la progresión del cáncer

En cuanto a los mecanismos que podrían explicar esta asociación, los investigadores señalan que la soledad y el aislamiento social pueden influir en los resultados del cáncer más allá de los factores biológicos tradicionales y relacionados con el tratamiento.
Desde una perspectiva biológica, la respuesta al estrés provocada por la soledad puede desencadenar una desregulación inmunitaria y aumentar la actividad inflamatoria, lo que favorece la progresión de la enfermedad.
En el plano psicosocial, la experiencia de vivir con cáncer suele implicar formas de aislamiento derivadas tanto de la propia enfermedad como de los efectos del tratamiento, como la fatiga o el deterioro cognitivo, que dificultan la participación social. Además, el estigma asociado a los cambios físicos y la incomprensión de los temores relacionados con el cáncer por parte del entorno pueden intensificar la sensación de soledad.
Implicaciones para la atención médica y futuras investigaciones

El artículo de BMJ Oncology también destaca la importancia de considerar la integración de evaluaciones e intervenciones psicosociales en la atención oncológica.
Los autores sugieren que, con evidencia más robusta, estas estrategias podrían incorporarse de manera rutinaria para mejorar los resultados de los pacientes.
El aumento global proyectado de casos y muertes por cáncer para 2050 refuerza la urgencia de abordar estos factores no biológicos en la práctica clínica y en las políticas de salud.
Si futuras investigaciones confirman estos resultados, la incorporación sistemática de evaluaciones psicosociales y de intervenciones dirigidas a la soledad y el aislamiento social podría convertirse en un componente esencial de la atención oncológica, con el objetivo de optimizar la supervivencia y la calidad de vida de las personas con cáncer.