Ejercicios cardiovasculares (cardio): qué son y cuándo son más efectivos para la salud
El cardio regular puede reducir el riesgo de enfermedades del corazón y mejorar tu estado de ánimo. Solo necesitas 30 minutos al día para notar el cambio.

Es probable que lleves una vida sedentaria o conozcas a alguien que lo haga. Aunque es una rutina cada vez más común, también representa un riesgo para la salud.
Por eso, los ejercicios cardiovasculares se están convirtiendo una herramienta clave para cuidar tanto la salud física como la mente.
Más allá de quemar calorías o perder peso, distintos especialistas han señalado que su práctica regular ayuda a reducir el riesgo de enfermedades del corazón, mejorar la capacidad pulmonar, controlar el estrés e incluso prolongar la esperanza de vida.
Afortunadamente, bastan unos minutos al día de actividad cardiovascular para comenzar a revertir sus efectos.
:quality(75)//media/inside-the-note/pictures/2025/08/20/ejercicios-cardiovasculares-cardio-que-son-para-que-sirven-y-cuando-son-mas-efectivos_4.jpg)
Ejercicio cardiovascular: una estrategia clave de prevención
El ejercicio cardiovascular o “cardio” implica actividades que aumentan la frecuencia cardíaca y respiratoria, fortaleciendo tanto el corazón como los pulmones, señala Asian Heart Institute:
Entre sus principales beneficios se encuentran:
- Reducción de la presión arterial.
- Disminución del colesterol LDL (colesterol “malo”).
- Control de los niveles de glucosa en sangre.
- Reducción del estrés y mejora del estado de ánimo.
- Disminución de la grasa visceral, que puede dañar órganos vitales.
:quality(75)//media/inside-the-note/pictures/2025/08/20/ejercicios-cardiovasculares-cardio-que-son-para-que-sirven-y-cuando-son-mas-efectivos_3.jpg)
¿Cómo incorporar el cardio en tu rutina diaria sin complicaciones?
Uno de los mayores mitos sobre el ejercicio es que debe ser intenso, complicado o que solo puede hacerse en un gimnasio.
La realidad es que no. Aquí te damos algunos ejercicios efectivos y fáciles de implementar con información de la Institución Asiática:
- Marchar en el lugar: eleva las rodillas alternadamente al ritmo que prefieras. Es ideal para principiantes.
- Bailar: moverse al ritmo de tu música favorita eleva la frecuencia cardíaca sin que lo sientas como una obligación. Solo necesitas moverte con libertad.
- Círculos con los brazos: en posición de pie o sentado, gira los brazos hacia adelante y hacia atrás. Mejora la movilidad y acelera el pulso.
- Ángel de nieve: acostado boca arriba con las plantas de los pies en el suelo, mueve los brazos desde los lados hacia la cabeza como si dibujaras alas.
- Sentadillas: con los pies separados al ancho de los hombros, baja lentamente manteniendo la espalda recta. Fortalece piernas, glúteos y corazón.
- Trotar en el lugar: una excelente forma de calentar y activar el sistema cardiovascular, sin necesidad de salir de casa.
Estas actividades pueden hacerse en sesiones cortas de 10 a 15 minutos a lo largo del día y no requieren equipamiento especial. Lo importante es ser constante.
:quality(75)//media/inside-the-note/pictures/2025/08/20/ejercicios-cardiovasculares-cardio-que-son-para-que-sirven-y-cuando-son-mas-efectivos.jpg)
¿Cuánto ejercicio cardiovascular debo hacer?
La Asociación Americana del Corazón (AHA) recomienda realizar al menos:
- 150 minutos semanales de actividad cardiovascular de intensidad moderada.
- 75 minutos semanales de actividad de alta intensidad.
Esto se traduce en 30 minutos al día, cinco días a la semana, de actividades como caminar rápido, nadar, bailar, andar en bicicleta o hacer ejercicios aeróbicos.
Para saber si estás trabajando a la intensidad adecuada, puedes usar como referencia tu frecuencia cardíaca máxima, que se calcula restando tu edad a 220.
Por ejemplo, si tienes 40 años, tu frecuencia máxima sería 180 latidos por minuto (LPM). Un cardio de intensidad moderada oscila entre el 50% y 70% de esa cifra, mientras que el cardio intenso va del 70% al 85%.
El ejercicio cardiovascular es una de las herramientas más efectivas, accesibles y económicas para cuidar tanto la salud física como mental.
No necesitas equipos costosos ni rutinas complicadas. Solo basta con moverte un poco cada día, escuchar a tu cuerpo y mantener una actitud constante.
Recuerda que, antes de iniciar cualquier programa de ejercicios, especialmente si tienes alguna condición médica previa, es recomendable consultar a un profesional de la salud.