¿Qué pasa si usas Ozempic sin tener diabetes? Estas son las enfermedades que puede causar

La promesa de un cuerpo esbelto con una simple inyección convirtió a Ozempic (semaglutida) en un fenómeno global. Aunque fue diseñado para pacientes con diabetes tipo 2, su popularidad creció entre quienes buscan perder peso rápidamente.
Pero, ¿cuáles son los riesgos que los testimonios virales no cuentan? En entrevista con Excélsior, el cirujano bariatra José Antonio Castañeda advierte sobre los peligros de usar semaglutida sin padecer diabetes.
“La semaglutida puede ser una herramienta poderosa, pero no es una varita mágica y tampoco está exenta de consecuencias graves si no se usa bajo estricta supervisión médica y con un entendimiento claro de sus implicaciones”.

¿Qué pasa si uso Ozempic sin receta y sin tener diabetes?
Ozempic fue creado para personas con diabetes tipo 2. Su sustancia activa es la semaglutida, cuya función principal es ayudar al páncreas a liberar la cantidad adecuada de insulina cuando los niveles de azúcar en la sangre son altos.
Además, Ozempic imita los efectos de la hormona GLP-1, encargada de regular cómo el cuerpo transforma los alimentos en energía. Gracias a esta acción, la semaglutida disminuye el apetito, genera sensación de saciedad y retrasa el paso de los alimentos al intestino delgado, lo que favorece la pérdida de peso.
Esa misma característica ha impulsado un “uso irracional” de la semaglutida, explica el doctor Castañeda, sobre todo alentado por las tendencias en redes sociales que la promueven como una solución rápida para adelgazar.
El especialista enfatiza que, aunque puede ser “una buena opción para bajar de peso” en ciertos casos, no está libre de riesgos ni de efectos secundarios.
“Se han observado problemas en el páncreas, deficiencias nutricionales, vómito, diarrea y dolor de cabeza. Lo más preocupante es que muchas personas terminan en la sala de operaciones por complicaciones derivadas de su uso inadecuado”.
“Los pacientes que recibo en consulta ya intentaron perder peso con estos métodos y, al final, tuvieron que someterse a procedimientos quirúrgicos”, advierte.
La clave, insiste Castañeda, es la supervisión médica. Si un paciente considera este tratamiento, debe hacerlo con un equipo de especialistas que pueda monitorear complicaciones y ajustar el plan en caso necesario.
Además, subraya que la semaglutida siempre debe acompañarse de evaluaciones psicológicas y nutricionales.
Castañeda rechaza la idea de que estas inyecciones sean una verdadera aliada contra la obesidad. Explica que, sin un abordaje integral, Ozempic no garantiza un manejo sostenible del peso.
“La obesidad es una enfermedad compleja que requiere cambios de estilo de vida. No se resuelve con una solución inyectable”, concluye el especialista.
De hecho, estudios de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) señalan que el uso de semaglutida durante 20 semanas o menos, como único complemento a la dieta y al ejercicio, no garantiza un control sostenido del peso. Además, al suspender el tratamiento, la mayoría de los pacientes recupera gran parte de los kilos perdidos.

¿Cuáles son las enfermedades que puede causar el uso de Ozempic?
Los efectos secundarios de la semaglutida son una preocupación importante. Castañeda menciona que los más comunes están relacionados con el sistema gastrointestinal:
- Náuseas
- Vómitos
- Diarrea
- Reflujo
- Piedras en la vesícula
Otras fuentes, como MedlinePlus, también confirman:
- Dolor de estómago
- Estreñimiento
- Acidez estomacal
- Eructos
- Secreción nasal
- Dolor de garganta
- Dolor de cabeza
La mayoría de estos suelen ser leves o moderados y se resuelven solos, pero pueden persistir, como las náuseas por 8 días y el estreñimiento por hasta 47 días.
Sin embargo, hay efectos secundarios más graves que requieren atención médica inmediata:
- Pancreatitis: es una enfermedad que inflama el páncreas, una glándula ubicada detrás del estómago
- Problemas de tiroides: la inyección de semaglutida puede aumentar el riesgo de tumores tiroideos
- Problemas cardíacos: ritmo cardíaco acelerado o fuerte

¿El Ozempic afecta el estado de ánimo?
En cuanto a los efectos psicológicos, el doctor Castañeda ha identificado algunos problemas asociados al uso de Ozempic. Según explica, la depresión y la ansiedad podrían empeorar en ciertos pacientes.
Por su parte, MedlinePlus advierte que entre los efectos secundarios graves de la semaglutida se encuentran la depresión nueva o que empeora, cambios inusuales en el estado de ánimo o el comportamiento, así como pensamientos de hacerse daño o quitarse la vida.
De hecho, un reporte de caso publicado en el Journal of International Medical Research describe a un paciente que desarrolló síntomas depresivos e incluso un intento de suicidio tras iniciar el tratamiento con semaglutida. Sus síntomas mejoraron después de suspender el medicamento.
Respecto al aspecto emocional, Castañeda subraya la importancia de la estabilidad psicológica en el manejo del peso.
“El 90 % de las personas con obesidad toman decisiones emocionales, lo que las hace vulnerables a soluciones rápidas y peligrosas”, explica.
En este contexto, el especialista insiste en que es fundamental contar con la guía de un profesional de la salud en el tratamiento de la obesidad y la diabetes, para evitar la automedicación y los riesgos asociados a la desesperación.
¿Cómo tratar la obesidad de forma sana y segura?
Al responder esta pregunta, el doctor es enfático:
“La obesidad es una enfermedad muy compleja y, en la mayoría de los casos, se acompaña de otras enfermedades”.
No se trata únicamente de la alimentación, sino de un desequilibrio hormonal que afecta la comunicación entre los órganos responsables del metabolismo, las calorías y el apetito. Por eso, como advierte el especialista:
“Las salidas fáciles o los métodos milagrosos que se venden en internet no funcionan”.
El tratamiento sano y seguro de la obesidad, según el experto, debe ser integral y multidisciplinario. Esto implica:
- Cambios en el estilo de vida: seguir una dieta hipocalórica adaptada a cada persona y realizar al menos 150 minutos de ejercicio aeróbico por semana.
- Evaluación y acompañamiento profesional: contar con un equipo de especialistas que incluya médicos, nutricionistas y psicólogos.
- Información confiable: evitar la automedicación y la información falsa que circula en redes sociales.
En definitiva, el manejo del peso es un viaje personal que requiere compromiso, paciencia y, sobre todo, la guía de profesionales de la salud. ¡Evitar las soluciones rápidas!