Pablo Lyle podría salir pronto de cárcel tras ser reubicado a prisión de menor seguridad

Pablo Lyle lleva ya seis años privado de su libertad tras haber estado involucrado en un altercado vial que terminó con la muerte de un hombre en Miami. A raíz de ese incidente, el actor fue declarado culpable de homicidio involuntario y condenado a cinco años de prisión con 8 años de libertad condicional y cien horas de servicio comunitario.

En los últimos meses, su situación legal ha generado gran interés, especialmente ahora que se ha revelado que ha sido trasladado a una prisión de menor seguridad.

El caso, que ha sido cubierto por medios tanto en México como en Estados Unidos, podría estar entrando en su etapa final.

La más reciente información señala que el actor ha sido reubicado en un nuevo centro penitenciario en el que tendría condiciones más favorables que las que enfrentó en sus primeros años de reclusión.

Pablo Lyle es trasladado a otra prisión

De acuerdo con un reporte difundido por el programa El Gordo y la Flaca, el actor fue trasladado a la Everglades Correctional Institution, ubicada en el estado de Florida.

Este centro penitenciario es conocido por tener un nivel de seguridad más bajo, lo que permite a los internos vivir con menos restricciones.

Según la periodista Tanya Charry, quien presentó el informe, Pablo Lyle ahora comparte un dormitorio abierto con otros presos, sin celdas cerradas con barrotes, lo que representa una mejora en sus condiciones carcelarias.

Este nuevo entorno podría facilitar su reintegración gradual a la vida fuera de prisión. La institución donde ahora se encuentra alberga a unos mil 700 reclusos y ofrece programas de rehabilitación y educación.

Una de las razones por las cuales Lyle solicitó el cambio fue precisamente para participar en uno de esos programas: un curso relacionado con leyes, que se imparte dentro del centro.

Pablo Lyle podría salir de prisión dentro de unos meses

Durante la misma emisión del programa, se entrevistó al abogado criminalista Carlos González, quien explicó el posible significado de este cambio.

“El ser trasladado a Everglades Correctional Institution, nos demuestra que ya Pablo está terminando su sentencia, esa es la prisión donde mandan a uno cuando le quedan seis meses o un año máximo para salir”.

Además, González señaló que aunque el final de su condena en Florida está próximo, aún hay un paso legal que debe enfrentar antes de salir completamente en libertad.

“Eso no quiere decir que él va a salir a libertad a la calle, él tendrá que ir delante de un juez de inmigración para decir que él quiere ser deportado de una vez o para pelear contra su deportación, pero su tiempo en la cárcel de la Florida ya se está terminando”, explicó.

Desde el inicio de su condena, Pablo Lyle ha seguido al pie de la letra las reglas del sistema penitenciario. Algunos medios señalan que el actor se ha dedicado a trabajar dentro de la prisión, desempeñándose como asistente en la biblioteca desde las 7 de la mañana hasta las 4 de la tarde.

Su función consiste en ayudar a otros reclusos a encontrar libros y materiales, lo que ha sido visto como una muestra de su buena conducta y disposición para reintegrarse a la sociedad.

Este comportamiento ha sido bien valorado por las autoridades, y se espera que influya positivamente en los próximos pasos de su proceso.

La decisión de trasladarlo a una prisión menos estricta también responde a su historial disciplinario.

Las condiciones en la nueva prisión

La cárcel en la que se encuentra actualmente es conocida entre los reclusos como “El Campo”, debido a sus amplias zonas verdes. Este entorno más abierto permite que las visitas familiares se realicen en espacios al aire libre, lo cual favorece el bienestar emocional tanto del recluso como de sus seres queridos.

Se ha informado que la familia del actor lo visita con frecuencia y que podrán seguir haciéndolo en estos espacios más agradables.

Además, Pablo Lyle tendrá acceso a una tableta electrónica, la cual podrá utilizar para comunicarse con personas autorizadas, siempre bajo supervisión.

Este dispositivo, según lo reportado, debe ser adquirido por los internos o sus familias, y cuenta con aplicaciones limitadas aprobadas por el sistema penitenciario.