Israel desmorona a Hezbolá en 11 días; bombardeos en Beirut

BEIRUT.
Hezbolá anunció ayer que su líder, Hasán Nasralá, murió en un bombardeo israelí cerca de Beirut, un duro golpe para el movimiento islamista libanés proiraní, que generó condenas en la región y amenazas de represalias contra Israel.
Con esta ejecución, la cual sucede tras once días desde que el pasado 17 de septiembre estallaron miles de bípers en Líbano debido a un ataque israelí, el país hebreo compartió en sus redes sociales que ya ha eliminado al menos a 18 líderes de Hezbolá.
Los ataques de las últimas semanas contra Líbano han dejado miles de civiles muertos, más de 50 mil personas movilizadas hacia Siria y “más de 200 mil desplazadas internas, según la ONU, y aunque en ellos no se eliminó a todos los liderazgos de Hezbolá, que murieron en asedios previos, la muerte del secretario general del movimiento ayer es un paso significativo.
Para Israel, la muerte de Nasralá constituye una gran victoria frente a su archirrival Irán y sus aliados en la región; el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que marca un “punto de inflexión histórico” en la lucha de su país contra sus “enemigos”.
“Saldamos nuestras cuentas con el responsable del asesinato de innumerables israelíes y muchos ciudadanos de otros países, incluidos cientos de estadounidenses y decenas de franceses”, afirmó Netanyahu, que advirtió que seguirá “golpeando” a sus enemigos.
Por su parte, el ayatolá Alí Jameneí afirmó: “Sepan los criminales sionistas que son demasiado pequeños como para causar un daño sustancial a la sólida estructura del Hezbolá”.
Rusia, aliada de Irán, condenó “firmemente” el asesinato de Nasralá y estimó que Israel tendrá la “responsabilidad total” de sus consecuencias “dramáticas” en la región. “Instamos con insistencia a Israel a cesar de inmediato sus acciones militares”, apuntó la cancillería rusa.
La muerte el viernes de Nasralá, considerado como el hombre más poderoso de Líbano, corre el riesgo de desestabilizar a este país y a Oriente Medio, casi un año después del estallido de la guerra en Gaza entre Israel y Hamás.
“Sayed Hasán Nasralá se reunió con sus compañeros mártires (…) cuya marcha encabezó durante casi treinta años”, anunció Hezbolá, casi 20 horas después del bombardeo y después de que Israel informara de la eliminación del dirigente.
En tanto, Israel continuó ayer sus operaciones en Líbano y una fuente de seguridad libanesa dio parte del bombardeo de un depósito cerca del aeropuerto de Beirut.
El Ministerio de Salud libanés anunció que 33 personas murieron y 195 resultaron heridas en los intensos ataques aéreos israelíes contra Líbano sólo ayer.
Según un comunicado militar israelí, Ali Karakí, presentado como el comandante del frente sur de Hezbolá, y otros dirigentes del movimiento murieron junto a Nasralá en la operación llamada Nuevo orden.
Tras el anuncio de su muerte, se escucharon gritos de indignación en los barrios de Beirut que acogen a desplazados de las zonas chiitas y Líbano decretó tres días de duelo.
Irán promulgó igualmente tres días de luto y el primer vicepresidente iraní, Mohamad Reza Aref, declaró que la muerte de Nasralá provocará “la destrucción” de Israel.
En Teherán, capital iraní, una multitud se congregó para expresar su congoja y en toda la ciudad se colgaron pancartas con el mensaje “Hezbolá vive”.
Ese movimiento, financiado y armado por Irán, fue creado en 1982 a iniciativa de los Guardianes de la Revolución de Irán. Para el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, Israel lleva a cabo “una política de genocidio desde el 7 de octubre”.
Reacción internacional
- El primer ministro de Francia, Michel Barnier, estimó que la situación en Líbano “continúa grave en extremo” y expresó su preocupación por la “seguridad” de los ciudadanos franceses en ese país. También EU hizo un exhorto similar a sus connacionales.
- La jefa de la diplomacia alemana, Annalena Baerbock, deploró una situación “muy peligrosa” y advirtió de un riesgo de “desestabilización” que “no es del interés para la seguridad de Israel”.
Biden celebra muerte de jefe islamista
WASHINGTON.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó que el asesinato de Nasralá era “una medida de justicia por sus numerosas víctimas, entre ellas miles de civiles estadunidenses, israelíes y libaneses”.
El movimiento propalestino Hamás, en guerra con israel, tachó el asesinato de Nasralá de “acto terrorista cobarde”.
Los rebeldes hutíes de Yemen afirmaron que la muerte del líder de Hezbolá “no será en vano” y reivindicaron el lanzamiento de un misil contra el aeropuerto israelí de Ben Gurión.
El secretario general de la ONU, António Guterres, se dijo “profundamente preocupado por “la dramática escalada de los acontecimientos en Beirut en las últimas 24 horas”.
“Este ciclo de violencia debe parar ahora”, afirmó.