La salud mental, una enfermedad difícil de aceptar
La ansiedad y depresión son dos padecimientos que en los últimos años han copado a la población mundial y en México también ha permeado en gran forma a sus habitantes, quienes ahora buscan diversos mecánismos que los ayuden a mantener una salud mental sana, sin embargo, a decir de los especialistas, “esta no se alcanza evadiendo los problemas, sino resolviéndolos”.
Para el psicólogo, Francisco Ciprián Hernández, la anterior premisa es transcendental en busca de una salud mental óptima, pues asegura que hoy en día la gente vive en una esfera donde hay que ser felices todo el tiempo, algo que no está mal pero que no soluciona el problema de fondo creando espejismos aún más peligrosos.
La salud mental es importante, pero no vendida como producto, es decir, debo comprar un viaje, un coche o medicamentos para alcanzar esa salud mental. Lastimosamente, con esa salud mental viene la pretensión de vivir una vida sanitizada, sin problemas ni frustraciones. El asunto es que la salud mental no se alcanza evadiendo los problemas, sino resolviéndolos”, expresó el especialista.
Ciprián Hernández presentó la semana pasada su segundo libro, denominado, “La ilusión estar loco”, donde aborda justo esta temática de la salud mental vista desde un enfoque distinto al que actualmente la mayoría de las personas tienen gracias a las redes sociales, las cuales han jugado un papel preponderante pues asegura, al grueso de la población “les gusta escuchar de los influencers y coaches que son geniales y fantásticos, y que con sólo desearlo van a hacer realidad todos sus sueños”.
Francisco Ciprián Hernández y su nuevo libro, “La ilusión estar loco”. (Cortesía)
En entrevista para Excélsior Digital, el autor del libro señaló que el título, “La ilusión estar loco”, utiliza la palabra “ilusión” como espejismo, pero también como deseo, pues la gente prefiere en ocasiones estar loca, que cuestionar sus pretensiones de grandiosidad.
A la gente les gusta escuchar que son geniales y fantásticos, y que con sólo desearlo van a hacer realidad todos sus sueños. Eso no es verdad. No todos los sueños se hacen realidad. Por supuesto que tenemos derecho a tener sueños y luchar por hacerlos realidad, pero debemos soñar con los ojos abiertos y los pies bien puestos en el piso. Hay ocasiones en que lo más sabio es saber rendirse y saber perder”, enfatizó el egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El originario de la Ciudad de México detalló que el objetivo de esta publicación es que la sociedad se dé cuenta que no está loca y que sus padecimientos no se curan con medicamentos psiquiátricos. En este tema también polémico sobre la industria farmacéutica aplicada a la psicología, Francisco Cirpián fue claro al decir que que los tratamientos con medicamentos no resuelven nada.
Los pacientes viven sedados durante años, sufriendo una gran cantidad de efectos secundarios, y al final, si tienen la suerte de despertar de su letargo, cosa que ocurre cuando ya no les alcanza el dinero para comprar medicinas, se dan cuenta que sus problemas siguen ahí esperándolos”, refirió el especialista de 51 años de edad.
En este contexto, el también periodista aseguró que su objetivo principal con este libro es poner su “granito de arena” con la única intención de que los lectores en general sepan que no están locos, sino que sus padecimientos han sido mal canalizados.
Como psicólogo clínico y profesor universitario, me preocupa además que la sociedad persiga sueños que sólo la van a enfermar y que después esas personas van a ser medicadas durante años, creyendo que algo se les descompuso en la cabeza, como si se les hubiera zafado un tornillo. Eso me parece indignante e inhumano”, sentenció Ciprián Hernández.
Cabe señalar que esta publicación es la segunda que Francisco Ciprián ha realizado, pues en 2021, el profesor universitario lanzó “Un mundo infeliz”, donde analizó el fenómeno de la depresión de masas, en donde empleó un lenguaje más técnico y a ratos más filosófico.
Por último Ciprián Hernández cerró la charla haciendo énfasis en que la ideología de los jóvenes hoy en día debe cambiar, pues el creer no necesitar nada de nadie puede ocasionar más depresión e incluso acabar en una devastadora soledad.