Jorge Ibargüengoitia, el hombre detrás de los libros
A 40 años de su muerte, dos publicaciones dan cuenta de los sinsabores de su vida y su trayectoria
Cuévano renace para enaltecer a uno de sus más grandes artistas: Jorge Ibargüengoitia Antillón ( Guanajuato 1928 – Madrid 1983), el más importante escritor de su generación, reaparece más allá de los libros de su autoría, vendidos siempre como pan caliente y devorados por lectores ávidos de su agudo sarcasmo y ejemplar prosa, para convertirse, él mismo, en tema de análisis para comprender su importancia dentro de la literatura mundial.
En entrevista exclusiva con Excélsior, Adriana Camarena de Obeso, directora del Instituto Estatal de Cultura del Estado de Guanajuato (IECG), explica la génesis del proyecto que enmarca al autor de múltiples novelas, cuentos, crónicas y obras de teatro como autor, por un lado, y como personaje víctima de una de las peores tragedias de la aeronáutica mundial, por el otro.
Se conmemoran 40 años de la trágica muerte de Ibargüengoitia y para recordarlo el jueves 2 de marzo, Juan Villoro, Ana García, Víctor Díaz y el responsable de la creación del libro, Alejandro Lámbarry, presentaron Un autor entre ruinas. Biografía Literaria, señala la especialista en gestión y promoción cultural.
Se trata de una exhaustiva investigación sobre la extensa biblioteca de Jorge, para ubicarlo de forma específica en el momento histórico que le tocó vivir, su trayectoria, sinsabores y trascendencia.”
Según las palabras de Lámbarry, profesor e investigador en el Departamento de Filosofía y Letras de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, en el prólogo del libro, se trata de un “ensayo biográfico como un esfuerzo crítico para analizar y entender el contexto cultural relacionado con Jorge Ibargüengoitia y sus aportaciones a la literatura mexicana. Da cuenta del carácter del autor guanajuatense contra la incomprensión del medio literario y del arrojo para ganar lectores, prestigiosos premios, publicaciones y traducciones”.
Agrega: “El archivo inédito del autor, resguardado por la Universidad de Princeton, una bibliografía crítica de la época y posterior, así como entrevistas a quienes lo conocieron y estudiaron conforman las fuentes que respaldan la investigación.”
AVIONAZO
La trágica muerte de Ibargüengoitia, el 27 de noviembre de 1983, lo fue también para escritores de la talla de Ángel Rama, Marta Traba, Manuel Scorza y Rosa Sabater. Viajaban juntos en un vuelo de Avianca proveniente de París y que ardió en fuego al aterrizar en el Aeropuerto Madrid-Barajas en España. Era sólo una escala, todos se dirigían a Colombia a un gran encuentro literario hispanoamericano.
También en ese vuelo viajaba la vedette y actriz mexicana Fanny Cano, casi nunca es mencionada, pero que tal vez era el personaje latinoamericano de mayor fama de todos los pasajeros que murieron al instante de la colisión.
Según explica Camarena de Obeso, el libro Olafo y los amigos. Jorge Ibargüengoitia y el avionazo de Avianca en 1983, de Amaranta Caballero, bajo el sello Ediciones La Rana del IECG “es una compilación de la autora en la que no sólo se habla de la importancia de Jorge, sino que se recuerda también el valor literario de quienes viajaban en el fatídico vuelo. Fue una pérdida de escritores sumamente importantes.”
A presentarse el próximo sábado 4 de marzo por Flor Aguilera y Carlos Ulises Mata, moderando la propia Amaranta Caballero, el libro da cuenta de los desafortunados hechos que marcaron a literatura hispana para siempre.
Un desolado Gabriel García Márquez —señala Camarena—, apuntó que con la muerte de Ibargüengoitia “había desaparecido también la oportunidad de que otro gran escritor latinoamericano obtuviese el Premio Nobel. Se trataba del más importante escritor de su generación”.
Y es cierto, el autor guanajuatense, enemigo declarado de instituciones burocráticas, los estilos chabacanos y los autores empalagosos, manejaba la ironía y el sarcasmo como elementos fundamentales. Sus contemporáneos lo rechazaban, pero otros como Octavio Paz y la recién fallecida Luisa Josefina Hernandez, consideraban su obra como una luz entre las tinieblas de las letras mexicanas.