ONU y China condenan ataques de EE. UU. a Irán y piden fin inmediato al conflicto

Los recientes ataques militares de Estados Unidos contra instalaciones nucleares en Irán han generado una ola de condenas en el ámbito internacional. Tanto la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como China hicieron un llamado urgente a detener la violencia y regresar a las vías diplomáticas, advirtiendo que la situación podría derivar en consecuencias graves para la región y el mundo.
Preocupación internacional por escalada militar
El secretario general de la ONU, António Guterres, calificó los bombardeos como una “escalada peligrosa” y una “amenaza directa a la paz y la seguridad internacionales”. Subrayó que el conflicto en Medio Oriente se encuentra en un punto crítico y podría salirse de control si no se detiene de inmediato el uso de la fuerza.
Durante una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad, Guterres afirmó que el conflicto no se resolverá por medios militares. Insistió en que la única vía viable es el diálogo, y pidió a los países involucrados cumplir con sus obligaciones internacionales. El secretario general advirtió que el mundo no se encuentra en una deriva accidental hacia la crisis, sino en una carrera directa hacia ella.
Guterres también recordó que el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) sigue siendo una base esencial para la seguridad global. Aunque Irán ha negado tener intenciones armamentistas, el diplomático reconoció que persiste una falta de confianza que solo puede abordarse mediante inspecciones internacionales y negociaciones verificables.
China exige cese al fuego y respeto al derecho internacional
Desde Pekín, el enviado chino ante las Naciones Unidas, Fu Cong, condenó los ataques estadounidenses y también los realizados por Israel contra instalaciones iraníes. Afirmó que estas acciones violan normas fundamentales del derecho internacional, amenazan la soberanía de Irán y contribuyen a desestabilizar toda la región.
China instó a un cese inmediato del fuego y a evitar cualquier medida que ponga en riesgo a la población civil. Fu Cong señaló que el uso de la fuerza agravará los conflictos en lugar de resolverlos y llamó especialmente a Israel a abstenerse de futuras acciones militares. En sus palabras, se necesita “un retorno urgente a la vía política”.
El diplomático también advirtió que el conflicto ha interrumpido el proceso de negociación sobre el programa nuclear iraní. Consideró que los ataques establecen un precedente preocupante y que podrían derivar en una cadena de consecuencias difíciles de controlar. China respaldó una declaración conjunta firmada por 21 países islámicos que exige reanudar las conversaciones diplomáticas.
Los ataques de EE. UU. a Irán
Las reacciones diplomáticas llegan después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmara que se habían llevado a cabo ataques aéreos “muy exitosos” contra las instalaciones nucleares de Fordow, Natanz e Isfahán. La operación incluyó el despliegue de bombarderos furtivos B-2 y el uso de bombas penetradoras “bunker buster” de 30 mil libras. Además, se lanzaron misiles de crucero Tomahawk desde submarinos contra otros objetivos.
Irán reconoció los ataques, pero sostuvo que los complejos ya habían sido evacuados previamente, por lo que no hubo daños mayores. La Agencia de Energía Atómica iraní condenó la acción, considerándola una violación grave del derecho internacional y aseguró que su programa nuclear continuará.
Por su parte, Israel respaldó la ofensiva estadounidense. El primer ministro Benjamin Netanyahu agradeció personalmente a Trump, calificando la operación como un “acto de justicia” que marcará un punto de inflexión histórico.
Debate legal y posible contención
Juristas como Donald Rothwell, profesor de derecho internacional, argumentan que justificar los bombardeos bajo el Artículo 51 de la Carta de la ONU sería inviable, ya que Estados Unidos no enfrentaba una amenaza directa por parte de Irán.
No obstante, altos funcionarios estadounidenses comunicaron a Teherán, mediante canales indirectos, que no se contemplan más ataques por ahora. Esta señal podría interpretarse como un intento de Washington por limitar la escalada y dejar la puerta abierta a una posible solución diplomática.
La comunidad internacional continúa vigilante, mientras crecen las presiones sobre Washington y Teherán para frenar la violencia y volver a la mesa de negociaciones. La situación en Medio Oriente, advierten los observadores, podría afectar no solo a la región, sino a la estabilidad global.