¿Más microplásticos en botellas de vidrio que en plástico? Estudio

Un estudio francés revela que las botellas de vidrio contienen más microplásticos que las de plástico, abriendo nuevas dudas sobre salud, envases y consumo diario.
¿Por qué hay más microplásticos en botellas de vidrio?
Aunque muchas personas asocian el vidrio con una opción más saludable y ecológica, el reciente estudio de ANSES (Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de Francia) rompe esta percepción. Al analizar diferentes bebidas envasadas —refrescos, cerveza, té helado y agua—, se encontró que las botellas de vidrio contenían, en promedio, hasta 100 partículas de microplásticos por litro.
¿La causa? Las tapas. Las partículas detectadas coincidían en color, forma y composición con la pintura de las tapas. El desgaste de estas, generado por fricción durante almacenamiento, libera microplásticos al contenido líquido.

¿Qué riesgos representan los microplásticos para la salud?
Aunque no hay evidencia concluyente sobre los efectos directos de los microplásticos en la salud humana, su presencia ha sido documentada en pulmones, placenta y sangre. Estudios en revistas como Environmental Science & Technology alertan sobre su potencial impacto en el sistema inmunológico y su papel como portadores de toxinas.
La exposición prolongada preocupa a las autoridades sanitarias, que promueven medidas preventivas. ANSES recomienda técnicas de limpieza industrial que reducen hasta en un 60 % la contaminación por microplásticos en las tapas.

¿Qué bebidas contienen más microplásticos según el estudio?
- Refrescos: hasta 30 partículas por litro.
- Limonada: cerca de 40 partículas por litro.
- Cerveza: aproximadamente 60 partículas por litro.
- Agua natural o mineral: entre 1.6 y 4.5 partículas por litro.
- Vino: mínimas cantidades, incluso en botellas con tapa.
La acidez de las bebidas podría influir también en la liberación de partículas plásticas desde las tapas, aunque el estudio no lo confirma del todo.
Elegir entre vidrio o plástico ya no es solo una cuestión ambiental. Este estudio nos obliga a repensar nuestras elecciones de consumo desde una perspectiva más amplia. La industria tiene la tecnología para mejorar, y nosotros, el derecho a exigir transparencia y seguridad. Porque cada sorbo también puede contener decisiones invisibles.