Tras el aumento de casos de tos ferina en diversas zonas del país, el IMSS ha recomendado que mujeres embarazadas y niños reciban la vacuna contra esta enfermedad.
Por medio de un comunicado, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) compartió medidas básicas de prevención para frenar la cadena de contagio.
¿Quién debe vacunarse contra la tos ferina?
De acuerdo con el IMSS, se ha reportado un incremento en los contagios de esta grave enfermedad respiratoria, altamente contagiosa.
En el informe se recuerda que la tos ferina puede afectar a personas de cualquier edad, pero los niños y recién nacidos son los más vulnerables, por lo que deben recibir la vacuna con prioridad.
Asimismo, se insistió en que las mujeres embarazadas se apliquen la vacuna Tdpa a partir de la semana 20 de gestación, con el propósito de brindar protección tanto a ellas como a sus bebés.
¿Cada cuándo se aplica la vacuna Tdpa?
La vacuna Tdpa, que protege contra el tétanos, la difteria y la tos ferina acelular, se administra en distintas etapas de la vida según la edad y el nivel de riesgo.
Los adolescentes deben recibir una dosis única entre los 11 y 12 años, incluso si fueron vacunados en la infancia, mientras que en adultos se recomienda un refuerzo cada 10 años.
Durante el embarazo, es esencial recibir una dosis entre la semana 27 y 36 para proteger al bebé. Es importante recordar que esta vacuna previene enfermedades graves.
Entre las afecciones que ayuda a prevenir está el tétanos, que causa parálisis muscular; la difteria, que dificulta la respiración, y la tos ferina, que puede ser mortal en bebés. Su refuerzo regular es clave para una protección efectiva.
¿Cuáles son los síntomas de la tos ferina?
La tos ferina, también conocida como pertussis, es una infección respiratoria altamente contagiosa causada por la bacteria Bordetella pertussis. En sus primeras etapas, presenta síntomas similares a un resfriado, como:
- Secreción nasal
- Fiebre leve
- Tos seca
Sin embargo, después de una o dos semanas, la tos se intensifica, volviéndose persistente y en ataques prolongados, seguidos de un sonido agudo al inhalar (gallo inspiratorio).
Esta afección puede causar vómito, fatiga extrema y dificultad para respirar, especialmente en bebés. En casos graves, puede derivar en neumonía, convulsiones o incluso la muerte. La vacunación con Tdpa es la mejor forma de prevención. Aunque en adultos los síntomas suelen ser más leves, aún pueden transmitir la enfermedad.
