Internacional

Trump regresa a la Casa Blanca: ¿Cuál es el protocolo de la investidura presidencial en EU?

A diferencia de la tradición, Trump juramentará adentro del Capitolio; pero no existe un protocolo fijo sobre cómo se debe realizar la investidura.

Comienza el 2025 y es otra inauguración presidencial en Estados Unidos. Uno de los mayores eventos políticos del país, donde —tradicionalmente— miles de personas acuden a las afueras del Capitolio en Washington para respaldar al próximo mandatario y millones, no solo en Estados Unidos, sino en el mundo, siguen la transmisión a través de televisión, radio e internet.

Las últimas dos investiduras, la de Joe Biden y la segunda de Trump, fue y será completamente diferente a lo que tradicionalmente se realiza cada cuatro años. Para esta toma de posesión se realizará al interior del Capitolio debido a que se pronostican temperaturas que estarán entre los -14 °C y -6 °C (6 °F a 20 °F) y se hará un evento masivo en un recinto cerrado.

A diferencia de hace cuatro años, que no contó con la participación de Trump a su primera salida de la Casa Blanca, para esta ocasión estarán tanto el presidente saliente como el que regresa al mando.

 

Imágenes de la Investidura de Donald Trump en 2016. (Reuters)

¿En sí, cómo es la investidura en EU?

La ceremonia es realizada por el Comité Conjunto de Ceremonias de Inauguración, a cargo del Congreso estadunidense, para realizar los preparativos del evento, que están integrados por tres senadores y tres representantes de la Cámara baja, y los respectivos equipos de transición.

El único evento oficial en la investidura de Estados Unidos es la juramentación del presidente y vicepresidente, que está estipulado en la Constitución de Estados Unidos. El resto de los eventos programados, aunque no son oficiales, se han convertido en parte de la tradición.

Oficialmente, la transferencia oficial del poder en Estados Unidos se realiza a las 12:00 horas, tiempo de Washington D.C. del 20 enero, horario que se ha mantenido vigente desde 1937. Si el día cae en domingo, se traslada inmediatamente al lunes 21, que en esta ocasión no es necesario. Es el único evento que está estipulado en el Artículo II, Sección Uno, Cláusula 8 de la Carta Magna.

Como pasó hace cuatro años, en Estados Unidos no es necesaria la presencia de los predecesores, aunque generalmente suelen estar tanto el presidente como el vicepresidente para la transferencia de poder.

El mandatario puede juramentar en el cargo en cualquier lugar como pasará este lunes, siempre y cuando estén tanto el próximo mandatario como el presidente y un funcionario oficial para tomar el juramento, en que generalmente suele ser el presidente del Corte Suprema de Estados Unidos. En el caso del vicepresidente, suele juramentar frente a un juez del máximo tribunal.

Eso sí, tradicionalmente, se realiza en el lado oeste del Capitolio, frente al National Mall (Explanada Nacional) debido a que miles de personas asisten al evento. Pero no es la primera vez que no se hará a las afueras del Congreso… e incluso, eso fue una tradición posterior.

Imágenes de la Investidura de Donald Trump en 2016. (Reuters)

 

Las primeras juramentaciones se realizaron en Nueva York y en Filadelfia, previo a la construcción de la actual capital estadunidense, Washington, en 1790. Mientras que Franklin Roosevelt, Harry Truman y Gerald Ford lo hicieron frente a la Casa Blanca, William H. Taft y Ronald Reagan —y ahora Trump— lo hicieron dentro del Capitolio, siendo este último debido a las condiciones climáticas. En tanto, Lyndon B. Johnson tuvo que juramentar en el Air Force One tras el asesinato de John F. Kennedy.

En el juramento, el próximo mandatario y vicemandatario deben recitar la frase que está estipulada en la Carta Magna estadunidense con una mano sobre la Constitución y la otra levantada frente al representante de la Corte Suprema con la siguiente frase.

 

“Juro (o afirmo) solemnemente que desempeñaré fielmente el cargo de Presidente de los Estados Unidos y que, lo mejor que pueda, preservaré, protegeré y defenderé la Constitución de los Estados Unidos”.

Realmente no es obligatorio el uso de una Biblia para juramentar en el cargo de Presidente y Vicepresidente, pero se ha mantenido la tradición que fue impuesto desde la primera presidencia de George Washington. Algunos mandatarios han usado desde libros de leyes, hasta oraciones al asumir el cargo. E incluso, a veces suelen besar ese libre tras juramentar o llevar dos biblias sobre la Constitución.

JD Vance, el vicepresidente, juramenta primero, con el que después de tomar el cargo, la Banda de la Marina de Estados Unidos toca el himno personal del segundo al mando del gobierno, el “Hail, Columbia” (“Alabanza a Columbia”).

Luego, asume Trump. Al tomar posesión el presidente de Estados Unidos, la banda toca el himno personal del mandatario, “Hail to the Cheif” (“Alabanza al jefe”), mientras que simultáneamente se disparan 21 cañones utilizando piezas de artillería de la Batería de Saludo de Armas Presidenciales al norte del Capitolio.

 

Imágenes de la Investidura de Donald Trump en 2016. (Reuters)

Tras la juramentación, viene el discurso, el desfile y el baile

Después de tomar el juramento, el nuevo presidente suele ofrecer su primer discurso en el cargo, en que generalmente se dirigen al pueblo estadunidense para presentar su visión del país y establecer sus metas para el país.

El discurso es generalmente recitado después de asumir el cargo, aunque no está estipulado de forma oficial en la Constitución. Asimismo, después de juramentar, los mandatarios pueden solicitar tanto a oradores para recitar poemas como llamar a un reverendo para hacer una oración colectiva, eso queda a la libertad del próximo mandatario, quien puede programar tanto la hora del juramento como el lugar y las acciones en ese día.

Uno de esos eventos que se convirtieron en tradición es el Almuerzo del Congreso, en que el nuevo presidente acude a la comida que está convocada junto a los líderes de ambas cámaras dentro del Salón Nacional de las Estatuas en el Capitolio.

Eso sí, Trump no es el primero en hacer un desfile inaugural. Desde 1829, el nuevo presidente de Estados Unidos suele hacerlo, que recorre cerca de 2.5 kilómetros sobre la avenida Pensilvania, en el centro de Washington, con el que participan bandas musicales, carrozas y artistas. De forma previa en la investidura, se realiza un pase de lista con elementos del ejército y el nuevo presidente escolta a su antecesor en el helicóptero Marine One para su salida de la Casa Blanca.

Desde Jimmy Carter en 1977, los nuevos mandatarios suelen hacer recorrer una parte del trayecto del desfile a pie. La duración del desfile depende plenamente de la planeación que se haya ordenado, así como de sus participantes. A su vez, los mandatarios suelen realizar una misa en la Catedral Nacional de Washington una vez que juramentan en el cargo.

En ese día también se emiten medallas presidenciales en recuerdo para el evento, esto con el fin de crear material coleccionable que preservan algunos museos, entre los que se destacan el Museo Smithsonian y la Universidad George Washington.

Después de todos los eventos anteriores, el nuevo mandatario y vicemandatario realizan una fiesta privada en que sólo participan invitados directos… y que hayan prepagado el boleto de entrada. En el evento, que se realiza durante la noche del día de la Investidura, se realizan comidas, bebidas y entretenimiento en vivo a cargo de músicos de talla nacional e internacional.

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