¿El Dubái mexicano? Yacimiento de oro atrae inversión pero acaba con el agua

Zacatecas alberga uno de los mayores yacimientos de metales preciosos de México, el cual es explotado por la productora de oro estadunidense Newmont, pero la extracción de materiales pone a la región en peligro de convertirse en un desierto.
La mina de Peñasco funciona bajo el modelo de cielo abierto, el cual necesita recursos abundantes para mantenerse y en el proceso deja sin agua a los habitantes de al menos tres municipios de la entidad.
Newmont es lÃder global en producción de oro. Su mina Peñasquito produce oro, plata, zinc y plomo, y procesa a diario un promedio de 110 mil toneladas de mineral fresco, según datos de Reuters.
De acuerdo con un reporte de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), en siete años la compañÃa estadunidense Newmont consiguió 10 concesiones para la explotación de agua, que redujeron considerablemente el acceso al vital lÃquido.
“Nosotros no tenÃamos problema con el agua porque aquà habÃa un manantial, pero a raÃz de que llegó la mina, (el manantial) se secó. Ahora ya no tenemos agua. Hace como siete años empezamos a batallar, el agua se fue secando y de repente ya no salió”, lamentó Alicia, habitante de San Juan de Cedros, a la organización periodÃstica.
En total son tres municipios zacatecanos que vieron reducida su disposición al agua: Mazapil, Concepción del Oro y Melchor Ocampo.
El complejo minero Peñasquito fue inaugurado el 23 de marzo del 2010, durante el gobierno de Felipe Calderón, sin embargo los trabajos en el lugar comenzaron desde 1994.
Se estima que en el lugar existen alrededor de 469 millones de toneladas de metales como oro, plata, zinc y plomo. Sin embargo, la mina consume 10 millones de metros cúbicos de agua cada año, según datos citados por MCCI.
Esto pega directamente a las más de 5 mil personas que viven alrededor de la mina (según datos de Newmont). Por ejemplo, en el pueblo San Juan de Cedros cada familia está obligada a vivir con unos 12 garrafones de agua por semana, alrededor de 240 litros.
Cabe mencionar que Newmont ha recibido las concesiones prácticamente sin dificultades, pese al riego ambiental que supone. Esto convierte a Peñasquito en una región de contrastes: por un lado, la abundancia de materiales valiosos; y del otro, el peligro de convertir la zona en un desierto seco.