Por qué un hombre prefiere estar con su amante y se aleja de sus hijos

Cuando hay una relación extramarital, los más afectados son los hijos porque hay una desconexión en casa. En Soy Carmín, hoy te explicamos por qué un hombre prefiere estar con su amante y se aleje de sus hijos, situación que sucede a menudo, especialmente cuando la relación clandestina se está iniciando.
Los efectos del amor o la pasión son tan grandes, que un hombre puede dejar de lado su vida familiar para estar con su amante. Esta puede cautivarlo con belleza, inteligencia y personalidad, además de que puede brindarle el amor y la atención que tanto busca y necesita.
Nada de lo anterior justifica una infidelidad, pero son factores que influyen cuando se trata de un amor clandestino. En este panorama amoroso, también influyen que casi siempre los hombres buscan experimentar algo nuevo y emocionante. Y la aventura amorosa les brinda eso, ya que los hombres suelen sentirse libres.
Sí, de cierta manera los hombres son egoístas porque sólo piensan en ellos, en sus necesidades y deseos, a pesar de que eso afecte a su familia. Este actuar expone que eligen vivir el momento con su amante, dejando de lado el vínculo padre e hijos.
El sufrimiento de los hijos al ser desplazados
Cuando los padres se olvidan de sus hijos por una mujer, los niños experimentan muchas emociones y sentimientos negativos. Su autoestima y bienestar emocional disminuyen, ya que se sienten abandonados, rechazados y traicionados. Y, claro, esto influye en la manera que se relacionan con los demás porque pueden volverse desconfiados o tener una idea errónea del amor.
En algunos casos, los hijos incluso pueden creer que son culpables de que sus padres se distancien, aunque no es así. Aunque otra postura es que los hijos sientan frustración por no poder hacer nada para que las cosas sean como antes.
Al ser un momento complicado, los hijos necesitan una red de apoyo, ya que es la mejor manera de acompañarlos en esta especie de luto que viven. Se tiene que hablar con ellos para que se sientan escuchados, pero sobre todo para que sepan que sí son amados y que eso no cambiará.