Deyvid Morales vuela en el hielo, pero sin apoyos; mantiene el sueño olímpico

Deyvid Morales enfrenta en soledad los 50 segundos de adrenalina montado en su trineo, a una velocidad en la que el cuerpo humano recibe un constante castigo. En solitario, también busca su boleto a los Juegos Olímpicos de Invierno 2026 en la disciplina de skeleton, solo, sin ningún apoyo económico deportivo en México, aunque su máximo sueño es ver ondear la bandera tricolor en lo más alto de la montaña.
Morales es originario de Acapulco, aunque pasó parte de su niñez en Ecatepec, Estado de México. Junto a su familia se mudó a Estados Unidos en 2001 y se ubicaron en Salt Lake City, que entonces se preparaba para recibir los Juegos Olímpicos de Invierno 2002. En ese momento jamás se imaginó lo que le tenía preparado el destino.
Llevo seis años con este deporte y estoy buscando la representación mexicana en los Juegos Olímpicos de 2026. Ya ha hecho algunas competencias en Salt Lake City y la siguiente carrera es en Nueva York.

Hay dos maneras de llegar a los Olímpicos, por puntaje es la clasificación normal, y la otra es por ser un país con pocos competidores y es lo que estaría buscando en caso de no clasificar directo”, explica el deportista mexicano en una videollamada.
Skeleton, una disciplina que requiere de una fuerte inversión económica
El skeleton es un deporte que requiere de una inversión económica importante para su práctica, desde el trineo que en promedio alcanza los 7 mil dólares. El casco con la máxima protección como lo requiere esta actividad tiene un costo entre los 800 y 900 dólares y el traje con las características especiales para la competencia ronda los 600 dólares.
Deyvid Morales ha buscado el apoyo de la Conade en busca de sueño olímpico, pero no ha recibido una respuesta positiva.
Hasta la fecha no he recibido ningún tipo de apoyo de México y todo lo que tengo es gracias a organizaciones o negocios que me han ayudado con donaciones y patrocinios aquí en Estados Unidos.
Sí ha sido muy difícil no contar con el apoyo. Mandé dos correos a la Conade y la mayoría de las veces que subo contenidos a las redes sociales sobre mis competencias o entrenamientos los etiqueto para que vean lo que estoy haciendo. Creo que ellos están conscientes del deporte que hago, porque al ser el único mexicano acá mucha gente se entera de lo que estoy haciendo.
“Mucha gente en Tiktok etiqueta a la Conade, sé que ellos están conscientes de mi participación y si no me han apoyado, no sé exactamente cuál sea la razón, pero sé que ellos están conscientes de mi participación. Espero que puedan ver mis correos y que algún día me dén una respuesta”, agrega el deportista mexicano.

“Me cansé de pedir, así que mejor me enfoco a los patrocinios”,
El único contacto que ha tenido es con Carlos Pruneda, quien es el presidente de la Federación Mexicana de Esquí. El dirtectivo lo ha apoyado para inscribirlo en las competencias.
“Yo no puedo hacer ninguna carrera sin la autorización de ellos que son de la Federación. Ellos me inscriben en competencias y ellos están conscientes de que represento a México, les he pedido apoyos desde hace varios años y hasta la fecha que no tengo una razón específica del por qué no se ha me dado otro tipo de apoyo.
Me cansé de pedir varias veces, así que mejor me enfoco a los patrocinios”, agrega con cierta resignación.

La adversidad no frena los sueños del mexicano, quien ha tenido que sortear una serie de obstáculos desde que llegó a Estados Unidos, como fue enfrentar la amenaza de cuatro deportaciones.
Ya tengo la residencia desde hace cinco años y puedo tener más sueños. Ahorita me visualizo ahí, compartiendo la pista con otros atletas Olímpicos”.
Apenas en el arranque de 2026, Deyvid Morales enfrenta una última competencia en Nueva York. Entre el 20 y 21 de enero sabrá si obtuvo su boleto olímpico. De no conseguirlo, planea intentarlo en el siguiente ciclo.



