Después de semanas en las que su nombre fue vinculado con organizaciones de mercados grandes, aspiraciones inmediatas de postemporada y clubes como Yankees y Red Sox, Munetaka Murakami terminó tomando un camino inesperado. El estelar japonés acordó con los Chicago White Sox un contrato por dos años y 34 millones de dólares, una de las apuestas más discretas y sorpresivas del mercado invernal.
Murakami, quien cumplirá 26 años el 2 de febrero, es uno de los bateadores más dominantes que ha producido el beisbol japonés en las últimas décadas. Será elegible a la agencia libre tras la temporada 2027, sin pasar por arbitraje, y Chicago lo presentará oficialmente este lunes por la mañana.
La decisión llamó la atención porque el cañonero zurdo estuvo en el radar de equipos con mayor proyección competitiva inmediata, pero optó por un proyecto en reconstrucción que busca redefinir su rumbo. Para Chicago, el movimiento representa una apuesta de alto impacto ofensivo y una señal clara de intención en medio de un proceso largo.
El currículum de Murakami respalda la expectativa. Fue Jugador Más Valioso en 2021 y 2022, cuatro veces llamado al Juego de Estrellas, Novato del Año de la Liga Central en 2019 y campeón con los Yakult Swallows en 2021.
Su temporada 2022 quedó grabada como una de las más grandes en la historia del beisbol japonés: 56 cuadrangulares, récord para un jugador nacido en Japón, además de la Triple Corona con promedio de .318 y 134 carreras producidas.
En su paso por Japón dejó una línea ofensiva de .273/.394/.550, con 265 jonrones, 722 impulsadas y 678 bases por bolas en 1,003 juegos. Aunque en 2025 estuvo limitado a 56 partidos por una lesión en el oblicuo, su regreso fue contundente, con 22 cuadrangulares, 1.043 de OPS y una versión más cercana a su pico de rendimiento.
Para los White Sox, que vienen de tres temporadas consecutivas con 100 derrotas, la llegada de Murakami representa tanto poder inmediato como una pieza de referencia para un núcleo joven de peloteros que busca acelerar el proceso.
Murakami ya demostró su capacidad ante pitcheo de Grandes Ligas durante el World Baseball Classic de 2023, cuando fue campeón con Japón y protagonizó turnos decisivos tanto en semifinales como en la final.
En México, los recuerdos de Murakami no son del todo positivos, ya que fue él quien conectó el imparable que completó la voltereta de los nipones en las semifinales, dejando a la novena mexicana tendida en el terreno.
Existen dudas sobre su defensa y sobre su ajuste al pitcheo de mayor velocidad en MLB, pero incluso con ese margen de riesgo, el movimiento sorprende por el destino elegido y por el contexto competitivo.
Murakami tenía opciones más visibles y escenarios más inmediatos, pero eligió un camino distinto, uno menos esperado, donde los White Sox confían en que su bate sea el punto de inflexión de un nuevo proyecto.
