Mariguana gana terreno en Washington tras decisión de Trump

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó el jueves un decreto que recomienda flexibilizar las regulaciones federales sobre la mariguana, una medida que podría revertir décadas de política de mano dura contra la hierba.
El decreto de Trump instruye a su fiscal general que avance rápidamente en la reclasificación de la mariguana, según altos funcionarios de la administración, un proceso que podría llevar a que la planta psicoactiva sea catalogada junto a los analgésicos comunes, la ketamina y la testosterona como una droga menos peligrosa.
Esta decisión representaría uno de los cambios federales más importantes en la política sobre la marihuana en décadas, además podría cambiar la industria del cannabis, suavizar las sanciones penales, desbloquear miles de millones en fondos para la investigación y abrir puertas cerradas durante mucho tiempo a bancos e inversores.
La marihuana seguirá siendo ilegal a nivel federal y estará sujeta a un mosaico de leyes locales en todo el país.
Tenemos gente rogándome que haga esto, gente que sufre un gran dolor desde hace décadas”, dijo Trump a periodistas en la Casa Blanca.
La Administración para el Control de Drogas tiene que revisar la recomendación de incluir la mariguana como una droga de la Lista III de la Ley de Sustancias Controladas de Estados Unidos y decidirá sobre la reclasificación.
El texto de la orden de Trump aún no es público.
Mariguana en Estados Unidos
Durante décadas, la marihuana ha estado clasificada en la Lista I de la Ley de Sustancias Controladas de Estados Unidos, junto a drogas consideradas de alto riesgo y sin valor médico aceptado.
Esta categorización ha sido criticada por expertos en salud, jueces y legisladores, ya que dificulta la investigación científica y mantiene sanciones penales severas incluso en estados donde su uso es legal.
En los últimos años, más de dos tercios de los estados estadunidenses han legalizado la marihuana con fines médicos, recreativos o ambos, creando una contradicción legal entre las leyes estatales y la normativa federal.
Este choque ha limitado el acceso a servicios bancarios para empresas del sector, frenado inversiones y generado inseguridad jurídica tanto para pacientes como para productores.
La posible reclasificación del cannabis a la Lista III —donde se ubican sustancias con uso médico reconocido y menor potencial de abuso— permitiría ampliar estudios clínicos, facilitar financiamiento y reducir castigos penales a nivel federal.
Sin embargo, no implicaría su legalización total, ya que el consumo y la venta seguirían regulados por un complejo entramado de leyes estatales y locales.



