Mahomes revive la dinastía: Chiefs doman a Lions en el Sunday Night

Patrick Mahomes volvió a poner orden en la NFL. Con 257 yardas aéreas y tres pases de anotación, el quarterback que parecía en declive devolvió a los Chiefs a la conversación de los grandes. La victoria 30-17 sobre los Lions no sÓlo fue un golpe sobre la mesa. Fue una advertencia de que la dinastía sigue con vida.
Durante la semana se había instalado la sospecha de que el brillo de Mahomes comenzaba a opacarse. La derrota ante Jacksonville y un arranque irregular habían despertado murmullos sobre el fin de la hegemonía. Frente a un rival que muchos veían como candidato al Super Bowl, el quarterback respondió con la precisión de los tiempos gloriosos. Sin pérdidas de balón, con la mirada de quien ha visto el trono tambalearse.
El guion del juego pareció diseñado para ponerlo a prueba. Detroit, dueño de la ofensiva más productiva de la liga, intentó congelar el reloj con una serie de 15 jugadas que duró casi 10 minutos. Goff hasta lanzó un pase en formación de engaño que prometía un golpe de efecto. El festejo fue breve. Los árbitros anularon la jugada por movimiento ilegal y el empuje se desmoronó con un simple gol de campo.
Mahomes necesitó ocho jugadas para responder. Encontró a Xavier Worthy en cuarta oportunidad y lo convirtió en touchdown.
La jugada recordó al Mahomes audaz que no teme desafiar la lógica. Detroit replicó con un envío a Jameson Williams para recuperar la ventaja, pero el quarterback de Kansas City respondió con una carrera personal hacia la zona de anotación. Esa fue la señal de que el pulso volvía a su lugar.
Kelce fue factor
El regreso de Travis Kelce, ausente semanas atrás, cambió la atmósfera. Seis recepciones, 78 yardas y un liderazgo que reordena todo. En la segunda mitad, los Chiefs aceleraron sin mirar atrás. Marquise Brown atrapó dos pases de anotación que destrozaron a una defensa de Detroit disminuida por lesiones en la secundaria. Cada avance de Kansas City fue quirúrgico. Sin desperdicio, sin errores.
Mahomes histórico
El marcador final de 30-17 cerró un capítulo de redención. Mahomes superó los 300 pases de touchdown en su carrera (incluyendo postemporada) más rápido que nadie en la historia de la liga.
Lo hizo en 139 partidos, ocho menos que Aaron Rodgers. Taylor Swift y Caitlin Clark lo vieron desde el palco, testigos de una noche en la que la maquinaria volvió a rugir.
El final tuvo tensión Mahomes extendió la mano a Brian Branch para un saludo que nunca llegó. JuJu Smith-Schuster intervino y un golpe del defensivo encendió una breve trifulca. Los ánimos se calmaron rápido, aunque la escena retrató el grado de frustración de los Lions, que vieron cortada su racha de cuatro victorias consecutivas.
Los Chiefs se colocaron con marca de 3-3 y, más allá de la estadística, recuperaron la identidad que parecía extraviada. Sin Josh Simmons, su tackle izquierdo titular, el suplente Jaylon Moore contuvo a Aidan Hutchinson con solvencia. La línea ofensiva dio tiempo, la defensa sostuvo y Mahomes volvió a hacer magia.
Detroit se quedó con la certeza de que aún no está listo para destronar a los reyes.