Cómo tomar magnesio para controlar el estrés y regular el cortisol elevado

Cuando el cuerpo está sometido a estrés crónico, las glándulas suprarrenales aumentan la producción de cortisol, una hormona clave para enfrentar situaciones de alerta.
Sin embargo, su exceso puede provocar síntomas como fatiga constante, ansiedad, dolores de cabeza, insomnio, dificultad para concentrarse, caída del cabello y aumento de peso. En casos severos, puede derivar en trastornos como el síndrome de Cushing o la enfermedad de Addison.
El magnesio, por su parte, contribuye a restablecer la homeostasis del cuerpo y puede actuar como regulador del cortisol, ayudando al organismo a relajarse y recuperar su equilibrio.
Diversos estudios han señalado que niveles adecuados de este mineral favorecen una mejor respuesta al estrés, mejoran la calidad del sueño y estabilizan el estado de ánimo.
¿Qué es el magnesio y por qué es tan importante?
El magnesio interviene en más de 300 procesos bioquímicos. Ayuda a convertir los alimentos en energía, fortalece los huesos, regula el sistema nervioso y muscular, mejora la sensibilidad a la insulina, reduce la presión arterial y controla el colesterol. También alivia dolores menstruales y favorece un mejor descanso.
Una alimentación deficiente en fuentes naturales de magnesio —como espinacas, aguacate, nueces o legumbres— puede ocasionar síntomas como pérdida de apetito, náuseas, debilidad muscular y fatiga prolongada. En estos casos, la suplementación puede ser clave.
¿Cómo tomar magnesio para reducir el cortisol elevado?
Para quienes enfrentan síntomas de estrés crónico, consultar con un profesional de la salud sobre los niveles de magnesio puede ser un buen punto de partida. Según la necesidad de cada persona, se puede optar por diferentes tipos de suplementos: citrato, cloruro, glicinato, entre otros.
Lo ideal es que la dosis y la presentación se ajusten a tu edad, estado de salud y nivel de cortisol. Una suplementación adecuada puede ayudarte a reducir gradualmente la sensación de alerta constante y a retomar funciones biológicas que suelen verse afectadas por el estrés, como la regeneración celular, el sueño profundo y la concentración mental.
¿A qué edad se recomienda empezar a tomar magnesio?
Aunque las necesidades varían, muchas personas comienzan a considerar la suplementación de magnesio a partir de los 30 o 40 años, cuando el cuerpo empieza a enfrentar mayores cargas de estrés físico y emocional, y la absorción de nutrientes tiende a disminuir. Sin embargo, lo más importante es evaluar cada caso individualmente.