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‘Quisiera volar con mis hijas y ser libre’: Infancia tras las rejas

 

No han visto un árbol, no saben cómo ladra un perro, ni conocen a sus hermanos que están fuera”. Así describió Montse la vida de sus mellizas que nacieron en prisión.

Para Montse, dar a luz a sus mellizas en el Penal de Chiconautla, Estado de México, fue un momento en el que la tristeza y felicidad se mezclaron.

Montse llegó al penal con tres semanas de embarazo y lleva 15 meses vinculada a proceso por un delito que, asegura, no cometió. Su periodo de gestación transcurrió en prisión, donde —dice— tuvo chequeos médicos regulares, vitaminas y medicamentos que permitieron el nacimiento de sus mellizas.

Sus hijas, a quienes llamaremos Ale y Ana para proteger su identidad, nacieron en confinamiento. Montse las llama “las niñas del milagro” porque, a pesar de un embarazo de alto riesgo dentro de prisión, lograron sobrevivir. Y esa lucha por mantenerse a salvo ha permanecido durante sus ocho meses de vida.

Luego me encuentro en la desesperación o la preocupación de que ya se les va a acabar su leche a mis hijas, qué voy a hacer, y es eso lo que más me ha dado en la torre”, cuenta Montse.

La realidad de las mellizas Ale y Ana es compartida por cientos de niños en México. De acuerdo con datos del Inegi (CNSIPEF-E), al cierre de 2024 se registraron 311 niñas y niños viviendo con sus madres dentro de los penales. Estos pequeños crecen en condiciones de hacinamiento, sobrepoblación, sin medicamentos, sin ropa y calzado, y en ocasiones, sin alimentación adecuada.

De acuerdo con la organización de mujeres La Cana, los centros penitenciarios son diseñados principalmente para hombres y los llamados “mixtos”, con secciones femeniles insuficientes, no están adaptados a sus necesidades. De 191 centros penitenciarios para mujeres y mixtos, sólo 60 cuentan con espacios para la maternidad y únicamente 47 con áreas de alojamiento para las infancias.

Un diagnóstico de ASILEGAL ONG evidenció la precariedad de los penales, en los cuales 58% no tiene acceso a medicamentos adecuados, en 96% no hay acceso a ropa y calzado y 58% no brinda alimentación adecuada.

La ley en México, a través de la Ley General de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, garantiza el derecho a la supervivencia, el desarrollo y la salud. No obstante, según La Cana, la realidad penitenciaria dificulta su cumplimiento, especialmente durante los primeros tres años de vida, un periodo crucial para su desarrollo.

Frente a esta situación, el rol de organizaciones de la sociedad civil ha sido crucial. La Cana, con más de 10 años de trabajo en 15 penales, aborda la problemática con un modelo integral y de perspectiva de género.

A través de su eje de Maternidad y Crianza se enfoca en la urgencia de asegurar el desarrollo de estas infancias, que pueden permanecer con sus madres en prisión hasta los tres años, con acciones como talleres de estimulación y desarrollo infantil; atención pediátrica y entrega de insumos básicos (pañales, fórmula, productos de higiene).

El compromiso de La Cana también se extiende a buscar redes de apoyo familiar para que, al cumplir la edad límite, los niños y niñas salgan a un espacio seguro, procurando que el DIF sea la última opción. La cofundadora y directora ejecutiva de La Cana, Raquel Aguirre, enfatizó que los penales “deberían ser 100% con perspectiva de género”, porque las necesidades de las mujeres, incluyendo el embarazo y la crianza en prisión, son completamente distintas a las de los hombres, y es un tema que requiere atención urgente en la agenda pública.

En un área de sólo 50 metros cuadrados dentro del penal de Chiconautla, las madres, como Montse, tienen acceso a un espacio para convivir con sus hijos, una bebeteca con juegos interactivos, libros y muñecos. En este lugar, Montse pasa el día a día, en espera de una resolución a su favor; dice que si todo sale como se ha planeado, en enero de 2026 saldrá de prisión cargando a sus mellizas para darles una vida digna en libertad.

Al estar aquí pues obviamente piensas y vives el mundo de aquí, qué más quisiera yo volar, y volar con mis hijas y ser libre”, compartió Montse.

EXHORTO: Los penales “deberían ser 100% con perspectiva de género”, porque las necesidades de las mujeres, incluyendo el embarazo y la crianza en prisión, son completamente distintas a las de los hombres, aseveran.

¿CÓMO APOYAR?

Cualquier donativo puede ayudar a garantizar una infancia digna, con la compra de leche, pañales, medicinas y materiales para su desarrollo educativo. A través de La Cana puedes, realizar tu donación, mediante el siguiente enlace. https://crowdfunding.recaudia.com/lacana/detail/project/infancias-en-prision?fbclid=PAZnRzaANo3H1leHRuA2FlbQIxMQABp0TAzhGKI4qPpRnUzbVPxf2bIMrhy6V8zizg9nIuWz0K084SM0ctZqc3BLSY_aem_oDQdN8G6nm_kxShBV0sx6w

 

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