Escapa Morgan Geyser, la adolescente del caso ‘Slender Man’, tras cortar su brazalete de monitoreo
Once años después del brutal ataque que conmocionó a Estados Unidos, Morgan Geyser, una de las dos adolescentes que en 2014 apuñalaron 19 veces a una compañera de clase para supuestamente complacer al personaje ficticio “Slender Man”, se encuentra prófuga luego de escapar del hogar comunitario donde residía en Madison, Wisconsin.
Las autoridades informaron que Geyser, hoy de 22 años, cortó el brazalete de monitoreo del tobillo la noche del sábado y abandonó las instalaciones en compañía de un adulto conocido, fue vista por última vez alrededor de las 8 de la noche en la zona de Kroncke Drive, y hasta la mañana del domingo su paradero seguía siendo desconocido.
La policía difundió además una imagen reciente extraída de un video de seguridad con el fin de facilitar su localización.
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¿Qué pasó en el caso Slender Man?
En 2014, Geyser y su amiga Anissa Weier, ambas de 12 años, atrajeron a Payton Leutner, compañera de clase, a un parque en Waukesha tras una pijamada, ahí, Geyser la apuñaló repetidamente mientras Weier la alentaba.
El ataque, según declararon entonces, pretendía demostrar lealtad al mítico “Slender Man”, una figura de terror nacida en foros de internet y que después inspiró adaptaciones cinematográficas.
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Milagrosamente, Leutner sobrevivió al ataque y logró arrastrarse fuera del bosque hasta un camino donde un ciclista la encontró y pidió ayuda, horas después, Geyser y Weier fueron detenidas caminando por la Interestatal 94; aseguraron a los investigadores que, tras el ataque, planeaban dirigirse a la “mansión” de Slender Man en el norte de Wisconsin.
A los 15 años, Geyser se declaró culpable de intento de homicidio en primer grado, pero fue eximida de responsabilidad penal por enfermedad mental. En 2018, un juez ordenó su internamiento en el Instituto de Salud Mental de Winnebago por 40 años, sin embargo, este año fue liberada bajo supervisión estricta después de que especialistas certificaran avances significativos en su tratamiento, desde entonces residía en un hogar comunitario.
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Su liberación no estuvo exenta de polémica, en agosto, un centro de acogida en Sun Prairie rechazó admitirla debido a la atención mediática, tras ello, las autoridades confirmaron que permanecía en una residencia supervisada en Madison.
Hoy, su evasión activa una nueva alerta en torno a un caso que parecía haber encontrado una ruta controlada hacia la reinserción, en tanto, la policía continúa la búsqueda y pide a la comunidad reportar cualquier información relevante para dar con su ubicación.
