ICE detienen a maestra de una guardería en Chicago… en plena clase

El arresto de una maestra de guardería en pleno centro de cuidado infantil del noroeste de Chicago generó el miércoles una ola de condena entre líderes locales, tras ser detenida por agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) dentro del establecimiento, mientras los niños ingresaban al aula. La maestra fue retirada del Centro de Aprendizaje Temprano de Inmersión en Español ‘Rayito de Sol’ por dos agentes de ICE, que la escoltaron con los brazos a la espalda hacia la salida.
“Agentes de ICE siguieron a una maestra hasta el centro educativo sin una orden judicial y la secuestraron delante de sus alumnos”, declaró el representante Mike Quigley en una rueda de prensa, y añadió que el incidente demostraba una “completa falta de humanidad”. Los hechos, además, coinciden con la ampliación de las acciones federales de inmigración en el área de Chicago, parte de la llamada “Operación Midway Blitz”, lanzada por la administración del presidente Donald Trump a comienzos de septiembre.
La operación de ICE se produjo “durante la hora punta de entrada al colegio, cuando los niños y sus familias tienen que presenciar cómo una profesora es retirada por la fuerza y cómo los agentes se equipan con material táctico”, dijo a la agencia AP Chris Widen, cuyo hijo de 4 meses asistía a clases de la maestra. Algunos padres y testigos describieron escenas de temor entre los estudiantes. “Son las personas más buenas y amables. No se merecen, estos niños no se merecen estar viviendo esto”, comentó Esmeralda Rosales, madre de un niño del centro.
La maestra fue identificada por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) como Diana Patricia Santillana Galeano, de nacionalidad colombiana. Según el DHS, Galeano habría ingresado ilegalmente al país en 2023 y, aunque contaba con permiso de trabajo, “no confiere ningún tipo de estatus legal para estar en Estados Unidos”. La portavoz del DHS negó que el operativo tuviera como objetivo directo la guardería, aunque los testigos aseguran que los agentes ingresaron al edificio sin mostrar una orden judicial y procedieron a interrogar personal y niños.
La detención representa un nuevo capítulo en la intensificación del control migratorio en Chicago, donde, desde el inicio de la Operación Midway Blitz, se han registrado miles de detenciones, muchas en zonas sensibles como escuelas y vecindarios latinos, provocando alarma por el impacto psicológico en los menores. Reuters La configuración del operativo ha sido calificada por algunos críticos como una militarización de la vigilancia migratoria: videos muestran a agentes fuertemente armados dentro de aulas y pasillos escolares, lo que generó que la universidad local calificara la escena como “una de las más espeluznantes que he visto” según el concejal Matt Martin.
La gravedad del incidente motivó que la representante Delia Ramírez, miembro del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes de EE.UU., anunciara que iniciará una investigación federal sobre el arresto. “Lo que sucedió hoy es despreciable”, afirmó. “Debemos asegurarnos de que la gente entienda que estas empresas tienen derechos y vamos a hacer todo lo posible para ayudarlas a defenderlos. Esos agentes no solo irrumpieron, sino que entraron en otras habitaciones”. The Washington Post
La directora de la guardería calificó el episodio como un acto de “terrorismo doméstico”. “Esto es horrible. Han cruzado una línea”, aseguró. Los padres, por su parte, relataron escenas de niños llorando y maestros escondiéndose, que describieron como “traumatizantes”.
La tensión en Chicago refleja el dilema que enfrentan las comunidades inmigrantes: por un lado, la promesa de protección escolar y familiar; por otro, la realidad de operativos que pueden penetrar espacios educativos. Un reporte de Reuters detalla que desde septiembre se han distribuido folletos “conozca sus derechos” en escuelas y seminarios para estudiantes latinos, ante un descenso de más de 2 % en la matrícula de alumnos con inglés como segunda lengua.
Mientras el DHS mantiene que actúa conforme a la ley y apunta a sospechosos de tráfico de personas y cárteles, los residentes de Chicago se preguntan si la estrategia convierte las escuelas en espacios de miedo.



