Por qué 150 minutos de ejercicio a la semana pueden cambiar el destino de la prediabetes, según expertos

El avance de la prediabetes hacia la diabetes tipo 2 no es inevitable: una acción tan sencilla como incorporar 150 minutos de ejercicio físico moderado cada semana puede cambiar radicalmente el rumbo de esta condición.
De acuerdo con recientes hallazgos, millones de personas en riesgo tienen en sus manos una herramienta poderosa y accesible para proteger su salud metabólica y evitar complicaciones futuras. La actividad física regular no solo retrasa el desarrollo de la enfermedad, sino que puede revertir el proceso antes de que se convierta en irreversible.
Así lo concluye un estudio reciente divulgado por Harvard Health Publishing, el cual aporta evidencia sólida acerca de la importancia de la actividad física para millones de personas en riesgo de desarrollar enfermedades metabólicas crónicas.
Un estudio con enfoque integral
La investigación fue publicada en Cardiovascular Diabetology–Endocrinology Reports y analizada por Harvard Health Publishing. El estudio contó con 130 adultos diagnosticados con prediabetes, quienes participaron en un completo programa integral de reducción de riesgo cardiovascular.
El apoyo multidisciplinario y la educación potencian la adherencia a hábitos saludables y previenen complicaciones metabólicas (Imagen Ilustrativa Infobae)Este abordaje incluyó la intervención de especialistas en medicina interna, nutrición, psicología y fisioterapia, con el propósito de impulsar cambios sostenidos y efectivos en los hábitos diarios.
El programa se centró en dos pilares principales: optimizar la alimentación y promover la actividad física regular. Las pautas sugeridas a los participantes fueron reducir el consumo de carbohidratos simples, aumentar la ingesta de fibra, incorporar al menos 150 minutos de ejercicio moderado semanal y, para quienes presentaban sobrepeso u obesidad, alcanzar una reducción mínima del 7% del peso corporal.
Estas medidas fueron diseñadas para frenar los factores que favorecen la progresión de la prediabetes, particularmente la resistencia a la insulina, la acumulación de grasa visceral y la inflamación crónica, factores que incrementan el riesgo de convertirse en diabetes tipo 2.
Tras 12 meses de seguimiento, el estudio reveló que cerca del 58% de los participantes logró cumplir la cuota semanal de ejercicio recomendada. En este grupo, la probabilidad de alcanzar niveles normales de glucosa en sangre fue cuatro veces mayor respecto a quienes no alcanzaron el objetivo de actividad física.
Un programa integral con 150 minutos de actividad física semanal mejora el control metabólico en personas con prediabetes (Imagen ilustrativa infobae)De acuerdo con los investigadores citados por Harvard Health Publishing, el ejercicio jugó un papel decisivo, no solo en la reducción del azúcar en sangre, sino también en el control del peso corporal. Ambos factores resultan esenciales para frenar la progresión de la prediabetes y reducir el riesgo de complicaciones cardiovasculares.
Soporte multidisciplinario, educación y adherencia
El éxito del programa estuvo vinculado al enfoque multidisciplinario, que ofreció asesoramiento profesional constante. Médicos, nutricionistas, psicólogos y fisioterapeutas colaboraron en la educación del paciente, apoyando la adopción y el mantenimiento de los nuevos hábitos saludables.
El estudio destacó que el apoyo psicológico potenció la motivación y la adherencia a las rutinas de ejercicio y alimentación, afrontando barreras como el sedentarismo, el estrés y los hábitos alimenticios inadecuados.
En tanto, la fisioterapia aportó rutinas personalizadas, adaptadas a las capacidades y necesidades individuales, lo que facilitó la inclusión de la actividad física en la vida diaria.
La combinación de ejercicio, alimentación adecuada y seguimiento profesional mejora el bienestar general y reduce riesgos de enfermedades asociadas (Imagen Ilustrativa Infobae)Adicionalmente, se observaron beneficios en la calidad de vida percibida: la combinación de ejercicio, alimentación adecuada y seguimiento profesional se tradujo en mejora del bienestar general y reducción del riesgo de enfermedades asociadas.
Importancia de la prevención y recomendaciones finales
El trabajo enfatiza que la prevención y la adopción de hábitos saludables se consolidan como las herramientas más eficaces para revertir la prediabetes, disminuir la incidencia de diabetes tipo 2 y evitar complicaciones graves.
La constancia en la actividad física, sumada a una dieta equilibrada, permite un mejor control metabólico y reduce la dependencia de intervenciones farmacológicas.
No obstante, Harvard Health Publishing recuerda que la información de este estudio no sustituye el diagnóstico ni la orientación médica profesional. Toda decisión respecto a cambios en dieta, ejercicio o tratamiento debe ser supervisada por un especialista, quien podrá ajustar las pautas a las características particulares de cada paciente.
Una dieta equilibrada, junto con ejercicio regular, favorece la salud metabólica y reduce la dependencia farmacológica (Imagen Ilustrativa Infobae)El compromiso personal, el acompañamiento profesional y la intervención educativa y multidisciplinaria se presentan como las claves para quienes buscan revertir la prediabetes y mejorar su pronóstico a largo plazo.
La evidencia confirma que pequeños cambios sostenidos en los hábitos cotidianos pueden generar un impacto profundo y duradero en la salud metabólica y cardiovascular, brindando esperanza y opciones reales para quienes viven con riesgo de diabetes.
La combinación de ejercicio físico regular, buenas prácticas alimenticias y soporte profesional representa una estrategia eficaz, comprobada y accesible para transformar la trayectoria de la prediabetes y preservar la calidad de vida.



