El ataúd de Ricky Hatton salió en procesión, recorriendo una ruta de 16 kilómetros hasta la Catedral de Mánchester y en el Estadio Etihad, donde juega el Manchester City, su equipo, para su último viaje, este viernes, en tanto miles de fanáticos con rosas rojas presenciaron el cortejo fúnebre avanzar por las calles ante la presencia de excampeones como Barry McGuigan, Frank Bruno, Tyson Fury , Conor Benn, Scott Welch, Frazer Clarke, Nigel Benn, Matthew Macklin, Natasha Jonas, Kell Brook y Anthony Crolla, el exfutbolista del Manchester United Wayne Rooney, el exentrenador de Hatton, Billy Graham.
Hatton nació en Stockport, en 1978, pero fue en el barrio de Hattersley, en el Gran Mánchester, donde pasó lo mejor de su infancia en un pequeño gimnasio en el sótano de su casa, camino que lo llevó a ser campeón mundial de peso superligero y welter, enfrentándose a leyendas como Kostya Tszyu, Floyd Mayweather Jr y Manny Pacquiao, entre otros, convirtiéndose en uno de los boxeadores más populares del mundo en una carrera profesional entre 1997 y 2012.
El excampeón mundial Amir Khan, señaló: “Fue un boxeador fantástico, uno de los mejores. Obviamente, inspiró a muchos boxeadores como nosotros. Sin duda, será recordado como uno de los más grandes de Gran Bretaña. Era muy alegre, muy divertido, una persona muy respetada y muy amable. Siempre fue un campeón de la gente”.
Por su parte, el excampeón mundial de peso crucero Tony Bellew reveló cómo Hatton lo inspiró a luchar para ascender en el ranking y, finalmente, lograr el sueño de su vida.
“El mejor recuerdo que tengo fue ir al gimnasio y verlo entrenar por primera vez. Yo era boxeador amateur por aquel entonces. He visto entrenar a miles de boxeadores a lo largo de los años, pero después de verlo, es el único boxeador que me ha impresionado”.
