Ataque con dron a barco con ayuda humanitaria para Gaza; Greta Thunberg entre las pasajeras
El ataque ocurrió frente a la costa de Túnez y reaviva el debate sobre la seguridad de las flotillas civiles con destino a Gaza

Un barco de la misión Global Sumud Flotilla, que transportaba ayuda humanitaria hacia Gaza, fue atacado este lunes 8 de septiembre por un dron frente a la costa de Túnez, en el puerto de Sidi Bou Said. La embarcación, conocida como Family Boat, sufrió un incendio tras el impacto de un artefacto explosivo lanzado desde el aire. De acuerdo con los organizadores, el fuego pudo ser controlado a tiempo y no se registraron heridos entre los tripulantes ni los activistas.
Entre los pasajeros se encontraba la activista sueca Greta Thunberg, quien había anunciado su participación en la flotilla junto a cerca de 300 representantes de 44 países. El convoy partió semanas atrás desde Barcelona con el objetivo de entregar medicinas, alimentos y suministros básicos a la población de Gaza, en un viaje que ha estado marcado por la tensión y la vigilancia constante de drones.
El ataque se suma a una serie de incidentes previos contra misiones similares. En mayo, otro barco de la Flotilla de la Libertad fue alcanzado por drones cerca de Malta, mientras que en junio un navío que también transportaba ayuda fue interceptado por fuerzas israelíes en aguas internacionales y llevado al puerto de Asdod, donde varios activistas fueron detenidos.
Aunque ninguna autoridad se ha atribuido el ataque de este lunes, diversas organizaciones internacionales han condenado el hecho y exigido garantías de seguridad para los activistas y la entrega del cargamento humanitario. “Estos actos buscan intimidar y frenar la solidaridad internacional, pero no nos detendrán”, señaló en un comunicado el comité organizador de la flotilla.
El episodio aumenta la tensión en torno a los esfuerzos civiles por romper el bloqueo a Gaza, donde la situación humanitaria sigue siendo crítica tras meses de hostilidades. Hasta el cierre de esta edición, Thunberg y el resto de los pasajeros se encontraban fuera de peligro, a la espera de instrucciones sobre la continuidad de la misión.
El ataque contra el Family Boat se produce en un contexto de creciente tensión en torno a las flotillas humanitarias que intentan romper el bloqueo marítimo impuesto por Israel sobre la Franja de Gaza desde 2007. Este bloqueo ha sido declarado ilegal por varias instancias internacionales, incluyendo el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en diversos informes.
Según datos recientes de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de Naciones Unidas, más del 80% de la población de Gaza depende actualmente de ayuda humanitaria para sobrevivir, con niveles alarmantes de inseguridad alimentaria y acceso restringido a agua potable y servicios médicos.
El Family Boat formaba parte de la misión Global Sumud Flotilla, que integra a organizaciones internacionales como la Coalición de la Flotilla de la Libertad (Freedom Flotilla Coalition), que ha organizado viajes similares desde 2010, cuando el asalto israelí al barco Mavi Marmara resultó en la muerte de 10 activistas turcos, un hecho que provocó condena mundial y deterioró las relaciones diplomáticas entre Turquía e Israel.
En cuanto a la participación de Greta Thunberg, su presencia en la flotilla representa una ampliación de su activismo climático hacia causas de derechos humanos y justicia internacional. Thunberg había anunciado públicamente su participación en el proyecto a través de sus redes sociales a finales de agosto, subrayando la conexión entre crisis climática, conflicto y desplazamiento forzado.
Por otra parte, aunque no se ha confirmado oficialmente la autoría del ataque con dron, fuentes de seguridad regionales han reportado una intensificación del uso de vehículos aéreos no tripulados en el monitoreo de embarcaciones consideradas sospechosas en el Mediterráneo oriental.
De acuerdo con el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI), Israel es uno de los principales exportadores y usuarios de tecnología de drones armados a nivel mundial, aunque suele mantener una política de ambigüedad sobre operaciones de este tipo fuera de su territorio.
La escalada de ataques a flotillas humanitarias podría tener implicaciones diplomáticas, sobre todo en relación con la legalidad de las intercepciones en aguas internacionales. El Derecho Marítimo Internacional, específicamente la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR), establece protecciones para buques civiles que no representan amenaza armada, lo que podría motivar acciones legales por parte de los organizadores ante tribunales internacionales.