Los Cargadores de Los Ángeles sorprendieron en el inicio de la temporada al vencer 27-21 a los campeones de la Conferencia Americana, los Jefes de Kansas City, en el juego disputado en la Arena Corinthians de São Paulo, Brasil.
El receptor Quentin Johnson fue la figura ofensiva en el arranque de su tercera campaña en la NFL, con cinco recepciones para 79 yardas y dos touchdowns que marcaron la diferencia en el marcador.
La conexión con Justin Herbert resultó letal, con un mariscal de campo que entregó una de sus actuaciones más sólidas: 318 yardas aéreas, tres pases de anotación y sin intercepciones, además de una corrida de 19 yardas en el último cuarto para asegurar la victoria con un primero y diez que silenció a la mayoría de los aficionados vestidos de rojo.
Los Jefes tuvieron un desempeño irregular, aunque Patrick Mahomes terminó con números respetables: 24 de 39 pases completos para 258 yardas y un envío de anotación.
El equipo se mantuvo en el juego gracias a la certeza de Harrison Butker, quien convirtió sus tres intentos de gol de campo, incluido uno de 59 yardas en los segundos finales de la primera mitad que puso de pie a los más de 47 mil aficionados en el estadio.
El espectáculo en São Paulo, que incluyó la actuación de Karol G en el medio tiempo y una atmósfera marcada por la expectación de los seguidores brasileños, confirmó la apuesta de la NFL por internacionalizar la liga.
Para los Cargadores, que aún no han logrado ser campeones, el triunfo representa algo más que un buen comienzo: buscarán emular a las Águilas de Filadelfia, que la temporada pasada también cedieron la localía en la semana 1 para viajar a Brasil y terminaron ganando ese juego y a la postre levantando el trofeo del Super Bowl.
