Flotilla humanitaria hacia Gaza regresa a Barcelona por mal clima, pero mantiene su misión solidaria
La Flotilla de la Libertad regresa a Barcelona por mal clima tras zarpar hacia Gaza. La misión humanitaria continuará pese al retraso por el temporal.

La Global Sumud Flotilla, también conocida como la Flotilla de la Libertad, se vio obligada a interrumpir temporalmente su travesía humanitaria hacia Gaza debido a un fuerte temporal en el litoral catalán. La treintena de embarcaciones había zarpado con entusiasmo la tarde del domingo desde el puerto de Barcelona, acompañadas por una multitud que despidió con aplausos a los tripulantes.
El plan inicial era arribar a Túnez el próximo 4 de septiembre para unirse allí con otras embarcaciones procedentes de Italia y el norte de África, y continuar rumbo a la Franja de Gaza. Sin embargo, tras varias horas enfrentando oleaje intenso y vientos de más de 30 nudos, los organizadores optaron por regresar a puerto como medida de precaución.
“Ante vientos de más de 30 nudos y la imprevisibilidad del Mediterráneo, tomamos esta decisión para priorizar la seguridad y el bienestar de todos los participantes”, explicó la organización en un comunicado.
Se prevé que la flotilla retome su navegación a primera hora de la tarde de este lunes. Esta breve escala también servirá para realizar ajustes técnicos en algunas de las embarcaciones más pequeñas.
La Global Sumud Flotilla es parte de un movimiento internacional que desde 2008 ha intentado romper el bloqueo a Gaza por vía marítima. A lo largo de estos años, han zarpado cerca de 50 misiones humanitarias, aunque solo las cinco primeras lograron llegar a su destino.
En 2010, tras una serie de episodios dramáticos, se consolidó el movimiento bajo el nombre de Freedom Flotilla, que en esta edición adopta el término árabe sumud, que significa “perseverancia constante”.
La iniciativa coincide con un momento de máxima urgencia: recientemente, la ONU declaró oficialmente la existencia de una hambruna en Gaza, calificándola como un desastre provocado por el hombre.
El Secretario General, António Guterres, fue tajante:
“No más excusas. El momento de actuar no es mañana, es ahora”.
Responsabilizó directamente a Israel, como potencia ocupante, de garantizar el acceso a alimentos y medicinas.
Según la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (IPC), más de 640.000 personas en Gaza enfrentarán en septiembre niveles catastróficos de inseguridad alimentaria (Fase 5). Otras 1,14 millones se encontrarán en Fase 4 (emergencia) y cerca de 400.000 en Fase 3 (crisis).
El coordinador humanitario Tom Fletcher denunció que esta tragedia se produce “a pocos cientos de metros de la comida”, en una región fértil donde los suministros permanecen retenidos en las fronteras.
“Estamos ante la hambruna del siglo XXI”, sentenció.
Por su parte, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, recordó que “utilizar la inanición como método de guerra es un crimen de guerra”, una afirmación que fue respaldada por Philippe Lazzarini, comisionado general de la UNRWA, quien acusó a Israel de provocar deliberadamente el colapso humanitario en la Franja.
Mientras tanto, la Flotilla de la Libertad sigue firme en su misión. Aunque el mal tiempo ha retrasado la travesía, no ha detenido la voluntad de decenas de activistas que insisten en llevar un mensaje de solidaridad, resistencia pacífica y esperanza al pueblo palestino.