Sólo habían transcurrido dos meses de sus funciones como senadora en 2018, cuando la entonces morenista Lilly Téllez arremetió contra la entonces secretaria de Desarrollo Territorial, Rosario Robles:
Usted será acusada penalmente por abuso de poder”, le dijo Lilly Téllez desde su escaño.
Aquí estaré, senadora”, le contestó Rosario Robles ese 31 de octubre.
Después, el 27 de noviembre de 2018, Lilly Téllez protestó en el pleno del Senado en contra de la decisión del gobierno de Enrique Peña Nieto de entregarle la Orden del Águila Azteca a Jared Kushner, yerno del presidente Donald Trump, por haber ayudado a México a concretar el T-MEC.
Y el entonces senador morenista, actual gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal, expresó que toda la bancada morenista apoyaba a Lilly Téllez.
Pero el 28 de febrero del 2019, Lilly Téllez tuvo su primera diferencia pública con su entonces bancada de Morena en el Senado, cuando votó en contra de considerar idóneos para el cargo a 11 de los candidatos propuestos por el presidente Andrés Manuel López Obrador para ocupar las cuatro vacantes de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
El 8 de octubre del 2019, Lilly Téllez se sumó a la panista Alejandra Reynoso y a la organización Consejo Mexicano de la Familia para pedir que el Senado reviviera la iniciativa ciudadana para prohibir expresamente el aborto en el orden jurídico nacional.
Desde entonces, Lilly Téllez pasó de ser la cuña de los últimos meses del gobierno del priismo de Enrique Peña Nieto a convertirse en la senadora que desquicia a Morena desde abril del 2020, cuando decidió salirse de Morena y sumarse al PAN.
En diciembre del 2019 la Comisión de Honor y Justicia de Morena le exigió al entonces coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal, que expulsara de la bancada a Téllez, pero se negó.
Después de varios episodios de desencuentros con sus compañeros, el 14 de abril del 2020 Lilly Téllez renunció a la bancada de Morena y el 3 de junio de ese año se sumó al PAN y una de sus primeras batallas fue contra Hugo López Gatell, entonces responsable de la estrategia sanitaria del Estado mexicano contra covid-19, al grado que el 12 de octubre de 2020 Lilly Téllez le regaló a López-Gatell un bastón de mando o cetro, que le llevó hasta su lugar y lo llamó “pequeño virrey de las camas vacías”.
El 9 de diciembre del 2021 los gritos de la panista Lilly Téllez, que desde su escaño exigía su derecho a responder a alusiones personales, callaron a la entonces presidenta del Senado, Olga Sánchez Cordero, quien sin lograr que la senadora cesara en su exigencia, prefirió cerrar la sesión del pleno.
El 3 de marzo del 2021 protagonizó el primer encontronazo con sus excompañeras de Morena, en el marco de las reuniones de la Comisión de Salud.
En una reunión semipresencial, Téllez pidió la palabra. “Sólo pedir a la senadora Malú Mícher que se disculpe con la senadora Nuvia, por haber escrito que dice una sarta de idioteces”, lo que provocó que de inmediato Malú Micher ofreciera disculpas a la entonces priista Nuvia Mayorga, por haberla ofendido en el chat de la transmisión.
La primera vez que se confrontó con Gerardo Fernández Noroña fue el 31 de mayo del 2022, cuando se puso de pie para formularle una pregunta al priista Mario Zamora, que hablaba en tribuna ante el pleno de la Comisión Permanente.
Espero que el diputado Changoleón lo esté escuchando. ¡Ah! ¡Ahí está! Por favor, explíquele al diputado Changoleón, que vino a meterse a esta Cámara, cómo operó el crimen organizado en Sinaloa”.
Llamó narco al entonces vicepresidente del Senado, José Narro, a quien exhibió al pedirle que dejara de “sacarse los mocos”, mientras conduce la sesión.
El 4 de octubre del 2022 al morenista Napoleón Gómez Urrutia lo trató como si fuera un perro. “¡Sentado y callado, Napoleón! Después hablará usted. ¡Sentado y callado y espere sus croquetas!”, le dijo, mientras llamó “hienas” a los morenistas, lo que provocó que Lucía Trasviña subiera a la tribuna, se parara frente a Téllez y le gritara: “Yo no soy hiena; yo no soy corrupta”, sin que Téllez se alterara.
Y a Adán Augusto López Hernández, actual líder de los senadores de Morena, lo llama narco y líder del grupo criminal de La Barredora, incluso exige que deje su escaño. La crítica se agudizó a partir de 2024, al grado que en cuatro ocasiones debió decretarse un receso para esperar a que Lilly Téllez dejara de protestar, luego que morenistas le arrancaran el altavoz que usa o utilizan tijeras para cortarle el cable.
