¿Qué es el fluoruro de estaño? Así afecta a los dientes

El fluoruro se erige como un pilar fundamental en la prevención de caries dental, siendo un componente en el agua potable y en una vasta gama de productos de higiene bucal. Sin embargo, sus repercusiones en la salud ha generado un debate en torno a compuestos específicos como el fluoruro de estaño.
¿Es este mineral un aliado indiscutible para nuestra salud bucal o esconde riesgos que merecen una atención más profunda? Esta interrogante impulsa a buscar respuestas claras para comprender el equilibrio entre los beneficios protectores y los potenciales peligros.
¿Qué es el fluoruro de estaño?
El fluoruro es un elemento que se encuentra de forma natural en diversas fuentes de agua, como ríos, lagos y océanos, y en algunos alimentos y bebidas, aunque en niveles variables.
El fluoruro actúa de dos maneras principales para proteger los dientes: antes de que los dientes erupcionen, el fluoruro ingerido de alimentos, bebidas y suplementos fortalece el esmalte dental, haciéndolo más resistente a la caries (beneficio “sistémico”).

Después de la erupción, el fluoruro ayuda a reconstruir (remineralizar) el esmalte debilitado y a revertir los primeros signos de caries cuando se aplica tópicamente (beneficio “tópico”). Además, el fluoruro en la saliva, proveniente de alimentos y bebidas, baña constantemente los dientes, contribuyendo a la remineralización, de acuerdo con la American Dental Association (ADA).
Dentro de los compuestos utilizados en productos dentales, el fluoruro de estaño es una de las tres fuentes de fluoruro más populares y clínicamente efectivas. En los productos dentales, las concentraciones típicas de fluoruro rondan las mil partes por millón (ppm) o un poco más, llegando hasta mil 500 ppm, y en formulaciones de prescripción, hasta 5 mil ppm.
Un estudio publicado en Biomimetics indica que el fluoruro de estaño en pastas dentales es tanto bacteriostático como bactericida, lo que significa que puede reducir el crecimiento bacteriano y controlar la formación de biopelículas orales. Este compuesto se adhiere a la superficie del esmalte dental, formando una capa protectora que lo resguarda de los ácidos erosivos.
Una revisión sistemática reciente publicada en Journal of Functional Biomaterial, señala que el fluoruro de estaño tiene tres efectos principales: la reducción de la viabilidad de la capa delgada, pegajosa y usualmente incolora que se forma sobre los dientes, (biopelícula oral), el aumento de la remineralización del esmalte y la oclusión de los túbulos dentinarios para reducir la hipersensibilidad.
Dicha revisión encontró que el fluoruro de estaño fue el aditivo de fluoruro más efectivo en las pastas dentales. Además, los compuestos de estaño pueden inhibir enzimas bacterianas cuando se aplican a los dientes.

¿El fluoruro de estaño es malo para la salud?
Si bien el fluoruro es beneficioso en las concentraciones adecuadas, la exposición a niveles excesivos puede tener efectos negativos para la salud, que generalmente se refieren a la toxicidad del fluoruro en general, más que específicamente al fluoruro de estaño en su uso para la higiene bucal.
La toxicidad está directamente relacionada con la dosis. La Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades (ATSDR) explica que, aunque grandes dosis de fluoruro pueden ser tóxicas, la cantidad recomendada en los sistemas de agua potable no lo es.
Por ejemplo, una dosis tóxica aguda de 5 mg/kg de peso corporal sería imposible de alcanzar bebiendo agua óptimamente fluorada; un adulto necesitaría consumir cientos de litros de agua a la vez para llegar a este nivel.
Es crucial destacar que los efectos negativos mencionados NO ocurren con los niveles de fluoruro que se utilizan en el agua potable para prevenir las caries.
Uno de los efectos más conocidos de la ingestión excesiva de fluoruro durante la formación de los dientes es la fluorosis dental. Esta condición, que afecta el esmalte, se manifiesta con cambios visuales que van desde marcas blancas apenas visibles en casos leves hasta picaduras y fragilidad dental en formas raras y severas.
La fluorosis dental se desarrolla solo hasta los 8 años de edad, cuando los dientes permanentes aún se están formando bajo las encías. La mayoría de los casos en EE. UU. son muy leves o leves, y no afectan la función o salud del diente, e incluso pueden hacerlo más resistente a la caries.

Sin embargo, la fluorosis severa, con manchas y picaduras, es considerada un “efecto adverso para la salud” porque compromete la función protectora del esmalte.
Una preocupación más grave es la fluorosis esquelética, una enfermedad ósea causada por la ingestión excesiva de fluoruro durante un largo período de tiempo.
Es extremadamente rara, de acuerdo con los National Institutes of Health (NIH) EE. UU. y generalmente ocurre solo con exposiciones a niveles más de 30 veces superiores a los de la fluoración típica del agua.
En etapas avanzadas, puede causar dolor óseo y articular, limitación del movimiento y rigidez espinal. Aunque los niveles de fluoruro cinco veces superiores a los encontrados en el agua fluorada pueden aumentar la densidad ósea, a menudo esto hace que los huesos sean más frágiles.
Respecto a los efectos neurológicos y el cociente intelectual (IQ), un informe del Environmental Protection Agency (EPA) concluyó con “confianza moderada” que la exposición a fluoruro por encima de 1.5 mg/L se asocia con un IQ más bajo en niños, aunque se necesita más investigación para concentraciones más bajas.
Otros efectos reportados en contextos de exposición muy alta, como accidentes industriales, incluyen: dolores de estómago, vómitos y diarrea por ingestión de grandes cantidades, que en dosis extremadamente altas pueden afectar el corazón y ser mortales.
El tratamiento de los efectos negativos del fluoruro se centra principalmente en la prevención de la sobreexposición y, en casos de alta exposición aguda, en medidas de emergencia.
Dado que la mayoría de los efectos negativos asociados al fluoruro se derivan de una ingestión excesiva, las recomendaciones giran en torno a la gestión de la ingesta, especialmente en los niños, y las precauciones en entornos industriales donde las concentraciones pueden ser peligrosamente altas.
¿Qué hacer para prevenir problemas con el fluoruro de estaño?
Para prevenir alguna repercusión negativa en niños con el fluoruro de estaño y el fluoruro en general, hay medidas recomendables:
- Evitar dosis altas: para prevenir la fluorosis dental, los padres y cuidadores deben supervisar el cepillado de los niños pequeños, utilizando una cantidad de pasta dental no mayor a una mancha o del tamaño de un grano de arroz para menores de 3 años, y una cantidad del tamaño de un guisante para niños de 3 a 6 años, asegurándose de que escupan y no traguen el producto, de acuerdo con ATSDR.
- Uso de agua baja en fluoruro: si un bebé se alimenta principalmente con fórmula infantil, el uso de agua fluorada podría aumentar la probabilidad de fluorosis dental leve. Para mitigar este riesgo, los padres pueden optar por mezclar la fórmula con agua embotellada que sea fluoruro-libre o con bajas concentraciones de fluoruro, como las etiquetadas como desionizadas, purificadas, desmineralizadas o destiladas.
- Atención médica inmediata: para exposiciones agudas y elevadas de fluoruro (no relacionadas con el consumo normal de productos dentales o agua fluorada), como accidentes industriales, es vital actuar con rapidez. En caso de contacto con los ojos o la piel, enjuagar inmediatamente con grandes cantidades de agua durante un mínimo de 30 minutos y buscar atención médica urgente.
El fluoruro de estaño en su aplicación en productos de higiene bucal, representa una herramienta poderosa y respaldada científicamente en la lucha contra la caries dental y otras afecciones orales.
Sin embargo, como cualquier sustancia con capacidad biológica, su beneficio reside en la dosis y el contexto de exposición. La clave para maximizar sus ventajas y minimizar los riesgos radica en la información clara y la aplicación de las recomendaciones de salud pública.