Patricia Reyes Spíndola, 53 años de trayectoria y un Ariel de Oro que celebra su presente
Con 53 años de carrera, Patricia Reyes Spíndola recibirá el Ariel de Oro el próximo 20 de septiembre, tras haber trabajado con Arturo Ripstein, Jaime Humberto Hermosillo y Felipe Cazals

Patricia Reyes Spíndola espera sentada en el café de su propia escuela de actuación, MM Studio, en la sucursal de la colonia Juárez.
Bebe un café, fuma un cigarro y se toma fotos con cualquier persona que se le acerca, gustosa de posar para una selfie.
Su sonrisa ilumina el traje negro que porta con elegancia y con una postura que apunta al cielo. Ella, gracias a sus 53 años de trayectoria, es una de las reconocidas este año al Ariel de Oro por su amplia y destacada carrera en la actuación en cine, teatro y televisión, así como su aportación a las nuevas generaciones a través de la docencia.
Éste no es el primer Ariel que recibirá a lo largo de sus 72 años de vida, sino el quinto, uno que llegará a la vitrina que ella misma llama “la egoteca” y que está en el mismo edificio donde fue entrevistada por Excélsior.
El galardón, que se entregará el 20 de septiembre en la 67 edición de los Premios Ariel en Puerto Vallarta, Jalisco, se suma al que obtuvo en 1976 por Mejor Coactuación por su trabajo en Actas de Marusia; en 1986 como Mejor Actuación por Los motivos de luz; en 1990 como Mejor Actriz de Cuadro por su trabajo en El otro crimen, y en 1996 como Mejor Actriz por La reina
de la noche.
¿Qué pidieron? ¿Cafecito? ¿Agua?”, preguntó, mientras se acomodó en las piernas a Lady, su inseparable perrita, de la que presumió tiene más de 18 mil seguidores en Instagram, con un gusto para posar en las fotos sobre todo con actores. Fue entonces cuando la primera actriz habló de sus inicios.
Yo siempre supe, siempre tuve la vocación muy clara. Ahora veo a chavos que no saben para dónde y otros que sí quieren, pero no están seguros. Yo nunca tuve ninguna duda. Desde niña dije: ‘voy a ser actriz’. Nunca tuve otra visión de ninguna otra profesión.
Veía la televisión, el cine, me llevaban mucho al teatro desde niña, me encantaba ver las películas mexicanas, me quedaba hasta noche. Veía las telenovelas y siempre decía: ‘yo un día voy a estar ahí’. Siempre tuve esa visión clara. Y bueno, la vida me lo permitió. Yo empiezo a estudiar a los 15 años y a los 18 ya estaba trabajando”, expresó Reyes Spíndola en entrevista.
La actriz reviró un paso en su relato para rectificar que no siempre trabajó como actriz.
Bueno, desde los 15 ya trabajaba. Fui enfermera de dentista, para poderme mantener, porque mi familia no quería que fuera actriz, querían que fuera abogada. No pensaban que la carrera de actriz fuera como cualquier otra, sólida. Yo vengo de un lado de familia de abogados y, del otro, de diplomáticos, entonces, les parecía muy raro”,
compartió.
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La actriz fue interrumpida de pronto. Un gato entró a la cafetería de la escuela y Lady de inmediato se exaltó al verlo acercarse a su dueña, defendiéndola a capa y espada.
El gato, tras el gruñido, supo que la batalla estaba perdida y salió hacia la calle. Orgullosa, Lady regresó a acomodarse en las piernas de Reyes Spíndola, quien agradeció su defensa y continuó con su historia.
Siempre fui trabajando y estudiando y tuve la motivación de que, con los grupos que estudiaba, hiciéramos cosas, como obras de teatro que vendíamos en las delegaciones o las cárceles.
Siempre yo trato de despertarle a los chavos que no esperen. Lo que pasa es que ahora los jóvenes creen que con un curso de televisión les van a hablar para ser los estelares de la telenovela y no siempre es así.
Siento que estas nuevas generaciones no tienen ese ímpetu de decir ‘vamos a hacer nuestros propios proyectos’. Yo empecé desde el Súper 8, cuando me hablan de películas. Luego ya (filmé) en 16 y después vino el video. Toda mi vida. Ahora, a los muchachos les cuesta más trabajo, pero aquí, en la escuela, los incitamos mucho a que hagan sus propias producciones, sus cortos para festivales. Yo los sigo haciendo, sólo por el gusto”, dijo convencida.
ELLA, PRODUCTO DEL CINE
Con 147 títulos tanto en cine como en televisión, Patricia Reyes Spíndola inició su trayectoria en 1974 con El señor de Osanto, dirigida por Jaime Humberto Hermosillo, protagonizada por Daniela Rosen, Hugo Stiglitz y Mario Castillón Bracho, y Llanto, risas y nocaut, en el mismo año, bajo la dirección de Julio Aldama y con Rubén El Púas Olivares, Rafael Herrera y Octavio Gómez.
Después llegaron cintas como La otra virginidad, junto a Valentín Trujillo y Leticia Perdigón; La casa del Sur, con David Reynoso, Helena Rojo y Salvador Sánchez; Actas de Marusia, con Diana Bracho, Gian Maria Volonté y Claudio Obregón; México, México, ra ra ra, de Gustavo Alatriste, junto a Héctor Suárez; Las poquianchis, de Felipe Cazals; Pedro Páramo, de José Bolaños; Los hijos de Sánchez, compartiendo créditos con Anthony Quinn y Dolores del Río; y México norte, de Emilio Fernández, junto a Roberto Cañedo y Narciso Busquets, entre muchas otras.
Yo soy producto del cine, no de la televisión. Yo empiezo en el cine y diez años después entro a la televisión educativa. Fui maestra de telesecundaria y hacía novelas educativas como Aprendiendo juntos, que era para que los adultos aprendieran a escribir. No hacía telenovelas, sino cine.
Empecé con todas las de la ley, poquito a poco, y diez años después entré a la televisión, haciendo tres capítulos (en Blanca Vidal), que me llevó el señor Eugenio Cobo. De ahí, estaba dirigiendo el señor Araiza una novela y me dijo ‘ve a la oficina del señor Alonso, hay un personaje que te puede quedar’. Y fui e hice El maleficio. Entonces entré con el pie derecho a la televisión, pero ya tenía una década de actriz.
Mucha gente aún me recuerda por esa novela, porque era como la bruja buena. Ahí ni crédito me daban. De los créditos de salida, había un perro que salía en la novela y me lo ponían (el crédito) abajo del perro. ¡Y yo ya tenía un Ariel! Aprendí desde ese entonces que los créditos se dan en pantalla, que no importan. La gente ve el crédito el primer día y después, nadie los ve. Después se dan en pantalla, porque la gente dice ‘mira, ésa actriz es de la escena que me gustó’”, explicó la nacida en Oaxaca de Juárez.
NO HAY PELÍCULAS MALAS
A Patricia Verónica Núñez Reyes Spíndola, su nombre real, le gusta que le llamen por los nombres de los personajes que ha hecho, pues eso le deja claro cómo conectaron con la audiencia.
Me gusta que me digan ‘usted es Teodora, de El Maleficio o María Lola, de Mariana de la noche, porque es lo que se queda en el corazón de para quienes trabajamos, el público”, afirmó quien fuera Lidia en la telenovela La traición, Adela en la película Ora sí tenemos que ganar y Luisa en Retrato de una mujer casada.
Fue la película Los motivos de Luz, de Felipe Cazals, con la que ganó su segundo Ariel, con la que se abrió por completo la puerta del cine para la actriz. En ésta interpretó a una mujer encarcelada por el presunto asesinato de sus cuatro hijos. Un guion basado en hechos reales.
En Las poquianchis hice un papel muy chiquito y de ahí me llamó Cazals para lo que sería la entrada al cine fuerte con Los motivos de Luz. Entré con el pie derecho al cine. De ahí tuve la suerte de que me llamara Arturo Ripstein.
Pero la gente se acuerda de las buenas películas. Yo he hecho películas buenas, malas, regulares, buenísimas, malísimas. Trabajé con boxeadores, fui novia de Rubén Olivares, hermana del famoso Gómez, que eran los boxeadores de cuando yo estaba joven, que eran los tops de ese momento. A Rubén Olivares todavía me lo encuentro y nos saludamos de beso. También trabajé con Piporro.
O sea, la gente sólo se acuerda de esas películas, las que hice con Arturo Ripstein como La reina de la noche o todas las de premios internacionales, pero para mí no hay películas malas. Para mí, todas me sirvieron para que el día que me tocó hacer otro personaje, yo ya tenía experiencia”, aclaró.
HABLAR DEL PRESENTE Y EL FUTURO
El nombre de Patricia Reyes Spíndola es parte de películas como La rebelión de los colgados, El gran relajo mexicano, El otro crimen, La mujer del puerto, Mujeres insumisas, Profundo carmesí, El evangelio de las maravillas, El coronel no tiene quién le escriba, Así es la vida…, eXXXorcismos, Frida, La virgen de la lujuria, El carnaval de Sodoma, Malos hábitos, la española El patio de mi cárcel, Between, Sólo quiero caminar y El diablo entre las piernas, por mencionar algunos.
También hizo telenovelas como El extraño retorno de Diana Salazar, Teresa —junto a Salma Hayek, como la madre que es negada por su hija—, En carne propia, Triángulo, El vuelo del águila, La antorcha encendida, Pueblo chico, infierno grande, María Isabel, La madrastra, Fuego en la sangre, entre muchas más, incluida su actuación en la serie Fear the Walking Dead. Sin embargo, prefirió no hablar demasiado de algún proyecto en particular.
Yo nunca hablo del pasado, porque el pasado ahí está, ahí están las películas. Ahorita si me preguntas, mi personaje principal es el que estoy haciendo: Jovita Iglesias en la telenovela Amanecer. ¿Cuál es mi mejor película? La que viene. Lo demás ahí está, pero quien se queda hablando del pasado nada más, no avanza. El pasado ahí está. No se va.
Cuando ya tienes 72 años como yo, tienes más pasado que futuro, así que no me interesa hablar del pasado. Yo quiero hablar del presente y del futuro. De lo que estoy haciendo hoy y de lo que voy a hacer. El pasado ahí está y el que quiera, puede ver las películas, pero yo quedarme arraigada en un personaje, no, porque he hecho personajes tan ricos y tan lindos, que no sería justo para ninguno. En su momento fueron los principales y los mejores”, apuntó.
De La reina de la noche, en la que recreó a la cantante Lucha Reyes, un personaje alcohólico y deprimido, y cuyo trabajo fue visto en el Festival de Cine de Cannes en 1994, sólo rememoró que fue complejo.
Por ejemplo, yo no bebo nada. Bueno, a veces me tomo una cerveza, pero no soy bebedora. Hacer a una alcohólica cuando no bebes, fue muy difícil. Yo ensayaba mucho cómo caminaba, cómo amanecía estando cruda y manejaba la boca. Muy lindo personaje, pero fue en los (años) 90, estamos en el 2025”, señaló.
Y justo en este año tendrá en sus manos el Ariel de Oro, sobre el que atinó decir: “Es el momento en que empiezo a cosechar lo que he sembrado durante estos 53 años de carrera. El Ariel de Oro me llena de felicidad. He ido caminando poquito a poco hasta hasta llegar a este momento. Es un premio que dan los compañeros y eso es muy lindo. Me siento muy honrada”.
La actriz ha participado en 38 obras de teatro, como Misterio bufo, Y la maestra bebe un poco, Salomé, Ángeles caídos, Las criadas, Los monólogos de la vagina y Hombres.
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Fue la mamá de Salma Hayek en Teresa, telenovela de gran éxito, junto a Alejandro Rábago.
“LOS PERSONAJES TE ELIGEN”
Tras las grabaciones de Amanecer, que finalizan al término de agosto, la actriz hará una gira teatral con la comedia Madres, del productor Gabriel Varela y la dirección de Humberto Zurita, a partir de septiembre, donde recreará a una periodista que siempre transmite en vivo lo que sucede. La premisa es la de cinco mujeres que se quedan encerradas en una escuela al asistir a una junta y la confrontación que sucede entre ellas en ese salón.
Voy a hacer comedia después del dramón que estoy haciendo ahorita. Yo sí soy de las actrices que cuando me quito el vestuario soy yo y ¡pum!, estoy en blanco para poder arrancar lo siguiente.
Siendo joven hacía yo teatro en la mañana y luego teatro en la noche. Y luego hacía yo telenovelas y como nada más se hacían las novelas de 7 a 3 de la tarde, en la tarde hacía teatro. Y ya no, eso ya no. Ahora voy, me enfoco en uno. Ya les dije ‘terminando la novela me incorporo a la gira’. No voy a estar mezclando.
Yo no elijo a los personajes. Creo que los actores no tenemos esa posibilidad de decir ‘yo voy a elegir’, a menos que tú te lo produzcas. Y si no, es: te hablan y más bien tú lo lees y si te gusta, entras, si no te gusta, no entras. Pero más bien yo creo que los personajes te eligen.
Si a mí me hubieran dado a leer esta novela y Juan Osorio me hubiera dicho ‘a ver, escoge un personaje’, yo hubiera escogido el que me dio él. No es el que más sale, no es el más lucidor, sale feísima, desarreglada, calva, pero es el que más me hubiera gustado, más que cualquier otro de los que salen del diario”, manifestó acerca de su reciente papel en Amanecer, Jovita, una mujer que tiene trastornos mentales y un tic por el que se arranca el cabello, por lo que la actriz se rapó para recrearla.
EL EJERCICIO DEL CASTING
Reyes Spíndola recomendó a las nuevas generaciones tener paciencia y aprender a buscarse su propio trabajo, así como enviar castings constantemente con nuevos looks.
Les cuesta más trabajo a los de mi generación hacer casting que a los chavos que ya están acostumbrados. Los de mi generación piensan ‘¿yo por qué voy a ser casting?’. Yo te voy a decir que las cosas que he hecho fuera del país han sido porque hice casting.
Hice Fear the Walking Dead, pero hice casting. A mí me lo mandaron y yo lo hice, sin hablar bien inglés, sin nada. Dije ‘pues si me quedo bien’ y de repente me hablaron que me quedé y dije ‘¿cómo?’. Pues me quedé. Hice casting para La reina del sur. Y luego, hay muchos castings que hago y no pasa nada.
El casting es una ventana que abrimos para ver si se nos abre la puerta. No tienen por qué conocernos, aunque tenga 53 años de carrera. Es gente nueva, fresca, productores que no tienen por qué conocerte. Yo sí hago castings. Hacer uno es como si vas al gym a ejercitarte. En esta carrera, si no te ejercitas, te apolillas. Entonces, o estoy dando clases o haciendo clases o trabajando”, compartió.
“NO PIERDAN TIEMPO”
Para la también directora de escena de La mujer del vendaval, La intrusa y Siempre te amaré, nacida el 11 de julio de 1953, el balance de esta longeva carrera es positivo.
De estos 53 años, el balance que tengo es que he sido muy feliz, que me la vida me dio la oportunidad de hacer las dos cosas que me gustan (actuar y la docencia). Tener mi escuela, y que tenga 35 años, para mí es un orgullo.
Cuando ya no hay grupo aquí les digo ‘no pierdas tiempo, no te cierres, busca’. La vida es muy amplia, muy grande y se pasa muy rápido, así que no pierdan tiempo.
Este trabajo es tan diferente todas las veces, que no hay manera de que te aburras. Ya cuando el cuerpo te canse pues ya, pero yo no pienso… la verdad. Uno no se retira, te retira la carrera. Cuando te dejan de llamar, estás retirada. Cuando siguen llamando, pues estás”, concluyó.
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DE LA ÍA
La actriz dijo sobre la inteligencia artificial (IA) que ella detectó un comercial en el que aparece una imagen que es una copia de ella, con una mano falsa, anunciando productos de belleza.
¿Con quién te vas a pelear? Sí, es mi imagen, pero no es mi mano. Es una mano gorda y me ponen flaca. Claro que tienen que regular (la IA, las autoridades), pero los actores no podemos más que eso, protestar, enojarnos”, dijo.
Agregó que si empresarios y políticos están clonados en internet, los actores ¿qué pueden esperar?
Yo, por ejemplo, sí estoy registrada como marca. Podría ir y demandar, pero no tengo tiempo”, acotó.
LA DOCENCIA, SU OTRA VOCACIÓN
Patricia Reyes Espíndola compartió que, además de actuar, su otra pasión es la docencia. Fue así que hace 35 años inició el proyecto de levantar su propia escuela, hoy MM Studio, que tiene cuatro sucursales y de la que es directora general.
Así inició un intercambio cultural y artístico con estudiantes de Puerto Rico, desde hace 25 años, que vienen a prepararse en este espacio de entrenamiento actoral que incluye clases de interpretación escénica, entrenamiento frente a cámara y formación teatral en voz y cuerpo.
La escuela tiene 35 años y 25, con los grupos de Puerto Rico. En la vida siempre he tenido dos pasiones: la actuación y la docencia. Doy clases desde que tenía 21 años de edad y acabo de cumplir 72. Tengo 51 de dar clases, o sea, toda mi vida.
Creo que uno tiene la obligación de transmitir el conocimiento y bueno, el que tiene vocación, porque hay algunos actores a quienes no les gusta dar clases y tienen mucho conocimiento, pero no les gusta. A mí siempre me gustó”, dijo.
Recordó que daba clases a niños cuando ella estudiaba y que incluso trabajó en la Casa del Lago, para infancias.
Les daba también a los hijos de los trabajadores y en las cárceles, porque me gustaba. Luego me invitaron a dar clases particulares a otras escuelas. Fui maestra del CEA y por fin me pude hacer de mi espacio hace 35 años. Lo inicié con mi hermana Marta y ahora, cada vez que puedo, doy clases”, relató.
Del grupo de Puerto Rico que acude cada verano, se mostró más que orgullosa. Tan sólo este año contó con alrededor de 30 estudiantes de ese país. Durante los 25 años, han participado más de 500.
Llegó un grupo de Puerto Rico para el verano y así empezamos hace 25 años. Sólo paramos en la pandemia, pero fuera de eso, hemos seguido trabajando con los chicos de Puerto Rico que vienen cada verano.
Es muy lindo. Es muy enriquecedor para ellos y para nosotros también. Ellos llegan con mucha energía y ganas, porque vienen por poco tiempo, así que entregan todo. Los grupos de Puerto Rico, es un placer de ver”, dijo.
La maestra precisó que además hay alumnos de otros países y del interior de la República Mexicana en las diferentes sucursales de MM Studio (mmstudio.mx), en la colonia Juárez, Paseo de las Palmas, Satélite e Interlomas