¿Qué es la insuficiencia venosa crónica?

Cada año, alrededor de 150 mil personas en América del Norte son diagnosticadas con insuficiencia venosa crónica (IVC), una enfermedad que afecta la circulación de la sangre en las piernas y produce várices. En caso de presentarse por un tiempo prolongado, las paredes de las venas se debilitan y parecerán hinchadas por la gran cantidad de sangre estancada.
Si no se trata, puede empeorar con el tiempo. El problema de salud no solo genera molestias físicas, sino que dañarán las válvulas importantes para la óptima circulación de sangre en las piernas. Esta condición también puede disminuir considerablemente la calidad de vida de quienes lo padecen, de acuerdo con National Library of Medicine (NLM).

¿Cuáles son los síntomas de las insuficiencia venosa crónica?
Según estimaciones, se destinan cerca de 500 millones de dólares al año en su atención médica para controlar la enfermedad en casos avanzados. Sin embargo, es necesario un diagnóstico oportuno en el cual se identifiquen las siguientes señales de alarma conforme a la información de National Institutes of Health (NIH):
- Dolor fuerte o punzadas en las piernas, que muchas veces se siente después de estar de pie mucho tiempo.
- Pesadez o calambres, como si las piernas estuvieran debilitadas.
- Picazón constante o sensación de cosquilleo en la piel.
- Cambios en la piel: hinchazón en tobillos o piernas, sobre todo al final del día.
- Piel seca o irritada
- Manchas rojizas o áreas inflamadas, lo que se conoce como dermatitis por mala circulación.
- Venas varicosas visibles, parecen “cordones” debajo de la piel.
- Piel más gruesa, dura o endurecida en la parte baja de las piernas y los tobillos.
- Heridas o úlceras que tardan mucho en cerrar y que pueden aparecer cerca de los tobillos.

¿Qué causa la insuficiencia venosa crónica?
La insuficiencia venosa crónica se produce cuando las venas de las piernas no logran enviar la sangre de regreso al corazón de manera eficiente. Esto suele deberse a que las válvulas dentro de las ellas, que normalmente evitan que este líquido se regrese, dejan de funcionar correctamente. Como resultado, se acumula en las piernas. Lo anterior provoca hinchazón, dolor, pesadez y otros síntomas molestos.
Aunque muchas personas pueden confundir estos signos con el cansancio común de las piernas, es importante prestar atención. La IVC no es solo una incomodidad: es una condición médica seria que, si no se atiende, puede derivar en problemas más graves, como llagas o úlceras difíciles de curar, conocidas como úlceras venosas.
¿Qué hacer si tengo insuficiencia venosa crónica?
La primera recomendación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) es acudir al médico. Respecto al tratamiento, no siempre requiere cirugía o procedimientos complicados. Existen distintas estrategias simples y cotidianas que pueden ayudar a mejorar el flujo de sangre en las piernas, reducir el tamaño de las várices y evitar que la enfermedad avance.

Estas medidas son útiles tanto para personas que ya tienen diagnóstico de insuficiencia venosa crónica, como para quienes presentan factores de riesgo, como antecedentes familiares, sedentarismo o trabajos donde deben estar mucho tiempo de pie o sentados:
- Mantener un peso saludable, ya que el exceso de peso ejerce más presión sobre las venas de las piernas.
- Evitar pasar mucho tiempo sin moverse, ya sea de pie o sentado. El movimiento favorece la circulación.
- Usar ropa y calzado cómodos, frescos y flexibles. Se sugiere que los zapatos tengan un tacón bajo, de menos de 3 centímetros.
- Incorporar posturas físicas que ayuden al retorno venoso, como elevar las piernas o hacer ejercicios suaves.
- Practicar actividades físicas ligeras, en especial natación y caminatas regulares.
- Tratar el estreñimiento, pues hacer mucho esfuerzo al evacuar también puede afectar la circulación venosa.
- Si se permanece sentado por más de cinco horas seguidas, se aconseja hacer ejercicios con los pies y tobillos, como estirarlos, girarlos o moverlos de arriba abajo para activar los músculos de las pantorrillas.
- En caso de mujeres con insuficiencia venosa crónica que necesiten tratamiento hormonal, se sugiere que reciban una evaluación médica ginecológica previa.