En la ciudad argentina de Rosario de unos días a la fecha, los aficionados de Newell’s Old Boys cada vez conviven más con la resignación. Entienden la dificultad de mantener en sus filas al internacional Keylor Navas y se hacen a la idea de buscar a un portero ante la salida del costarricense a los Pumas. Sin embargo, a esta novela aún le queda guión.
Los aficionados de Newell’s le recuerdan a cada instante, mientras esté ahí, que lo contrataron hace seis meses sólo para tratarlo como príncipe. En enero, el equipo argentino desembolsó un millón de dólares por él en un contrato que expira en diciembre de 2026 sin cláusula de rescisión. Jugó 14 partidos y recibió 11 goles.
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La oferta de Pumas fue por el mismo millón de dólares que Newell’s pagó en su momento, por eso se niegan a recibirlo al desear un margen de ganancia hasta tasarlo en tres millones de dólares. El arquero ha comenzado a apretar la cuerda de la directiva porque la manija de la situación pasa por el presidente Ignacio Astore quien le ha pedido pensar en el club.
Keylor Navas no pretende más que ver por sí mismo, cansado de la volatilidad de la economía en una liga argentina debilitada y que suma deudas constantes.
El propio Sergio Ramos, quien fue su compañero en el Real Madrid le ha susurrado que en México encontrará estabilidad y el agente del portero, Adolfo Hernández le ha hecho ver que los ojos del mundo se posan desde ahora en las ligas anfitrionas del Mundial 2026.
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Hasta el técnico de Costa Rica, Miguel Herrera, quien considera a Keylor Navas un inamovible ha opinado del tema, “es una muy buena opción. Me daría mucho gusto verlo en el futbol mexicano porque llegaría otro más de talla mundial como los que están aterrizando recientemente”.
Navas ha enviado a su familia temporalmente a Costa Rica y el fin de semana justificó tener dolores estomacales para no jugar con Newell’s para después comunicar al presidente su deseo de partir.
En Rosario, quieren al menos, dos millones de dólares, pero Pumas se resiste y ha subido 500 mil dólares en su oferta.
