BTS, el regreso de los reyes del K-pop
La agrupación coreana se ha convertido en un fenómeno más allá de la música, abarcando diferentes industrias en Corea del Sur y la expansión de la cultura, convirtiéndola en un activo de su economía

BTS simboliza el 0.3% del producto interno de Corea del Sur, es decir, aporta más de cinco mil millones de dólares anuales a la economía del país.
O sea que los Bangtan Boys son la industria musical para su país y se apuntan para crecer mucho más con su gran regreso aparentemente programado para el próximo año ahora que J-Hope, Jin, Jimin, V, RM, Jungkook y Suga terminaron 18 meses de su obligatorio servicio militar y social en caso del último mencionado.
¿Por qué es tan importante el regreso de BTS?
Excélsior platicó con catedráticos, miembros del Centro Cultural Coreano en México y ARMY (sus fans) para explicar con detalles la raíz, el desarrollo y las repercusiones que los chicos han tenido y tendrán a nivel mundial con su reencuentro.
EMBAJADORES GLOBALES
La Dra. Nayelli López Rocha, quien forma parte del Programa Universitario Sobre Estudios de Asia, África y Oceanía (PUEAA), especializada en la estrategia cultural de Corea del Sur, aseguró que BTS sí es el símbolo de todo el movimiento K-pop por ser apuntalado por varias fuerzas al mismo tiempo.
“Tiene un gran trabajo de su agencia, de la industria, del ARMY, pero, a diferencia de otros grupos, BTS ha tenido el apoyo del gobierno para colocarlo en escenarios estratégicos a nivel global que le han permitido pues capturar la atención de muchísimos jóvenes. A BTS le tocó este proceso de expansión intensa del Hallyu (ola de cultura pop coreana) a nivel global”, expresó la doctora en entrevista.
López Rocha, quien residió 11 años en Corea del Sur con una beca y su trabajo como investigadora, explicó que el K-pop, además de simbolizar un movimiento musical local, parte de la necesidad de Corea del Sur de salir de la recesión y de generar un movimiento que tuviera alcance económico y cultural a nivel global. Así que en 1994, los asesores del gobierno recomendaron la producción de medios de entretenimiento como una estrategia de crecimiento.
Tomaron como ejemplos elementos de la industria japonesa y occidental para develar, en la década de los 90, el Hallyu 1.0, es decir, la primera ola K-pop con grupos como BoA y Seo Taiji and Boys, la terna que sembró la oportunidad de fusionar rap y pop.
“Ellos, como industria, tenían la meta de popularizarse, venderse, consumirse, estar presentes y hacerse tendencia en las generaciones más jóvenes a nivel internacional, Super Junior y Girls’ Generation fueron buenos ejemplos y precedentes; sin embargo, me parece que BTS fue pensado para un impacto más global”, opinó.
BTS se formó en 2010, después de que el director ejecutivo de Big Hit Entertainment, Bang Si-hyuk (Hitman Bang), quería formar un grupo de hip-hop alrededor de RM (Kim Nam-joon), un rapero underground muy conocido en la escena musical de Seúl. En aquel momento, las ventas de discos físicos estaban en declive y los ingresos digitales aún no eran lo suficientemente altos como para compensarlo.
Bang decidió formar un grupo de idols, porque los conciertos comenzaban a ser el verdadero negocio en la industria y contaba con su arma secreta: el apoyo de los fans aprovechando el crecimiento de los shows y el fervor de los fandoms.
El gran jefe también permitió que cada integrante se desarrollara individualmente, algo complicado en ese entonces. En ese sentido, y con J-Hope, RM y Suga en el barco, se sumaron cuatro chicos más: Jin, Jimin, V y Jungkook. Así comenzaron a ensayar unas 15 horas en promedio, vivieron juntos, se hermanaron y en 2013 se presentaron por primera vez frente a un grupo de expertos de la industria.
En ese momento, BTS comenzó el ascenso a un éxito exponencial en todo el globo… sólo que ellos no lo asimilaban todavía. Si bien sus canciones, la producción y las letras —en las que todos tienen injerencia— son la base de su trabajo, son los valores universales que promueven lo que hace que conecten con personas de diferentes nacionalidades.
“BTS es muy especial para Corea, es más que un fenómeno para nosotros, porque ha demostrado al mundo el poder narrativo y expansivo del K-pop. El regreso de BTS a los escenarios representa un nuevo punto de inflexión, no sólo para los fans del K-pop en todo el mundo, sino también para todas aquellas personas interesadas en la cultura coreana.
“Se ha convertido en el rostro para Corea del Sur. Se espera que su nuevo álbum y gira mundial marquen una nueva etapa de proyección a nivel internacional. El K-pop ya no está limitado a la música, sino a la lengua, el estilo, la identidad y el valor, no es sólo un consumidor, sino también una comunidad, compartiendo valores y mensajes, iniciativas con impacto social y cultural. El K-pop no es de una sola dirección, es de ida y vuelta, hay intercambio”, compartió Woo Pyo Jun, director del Centro Cultural Coreano en México.
El directivo expresó que en el CCC intentan aprovechar la dinámica para vincular el impacto de grupos como BTS con el intercambio local, promoviendo una diplomacia más amplia y profunda. También menciona que el interés en México por Corea del Sur registra incrementos en la última década.
PODEROSO ARMY
Woo Pyo Jun, director del Centro Cultural Coreano en México, mencionó que BTS, Blackpink y Stray Kids dejaron de ser simples iconos y ahora fungen como gobernadores y embajadores del país en el sentido de causar interés por el idioma, los valores y todo lo que lo rodea, logrando ser un destino soñado para ARMY.
“En México, por ejemplo, los eventos que celebran el aniversario de debut o cumpleaños de BTS han trascendido como plataforma de experiencias cercanas a la cultura coreana”, detalló.
Recientemente, la tienda Oppa Mart, cuya sucursal en Paseo de la Reforma se especializa en productos importados sudcoreanos, celebró durante varios días el aniversario de los chicos con dinámicas y promociones.
Se estima que ARMY México es una familia de más de 10 millones, siendo una de las comunidades más grandes de Latinoamérica junto con Brasil. Y la mayoría entiende que, más allá del poder artístico que tienen, representan el progreso de una nación y una generación subestimada en Occidente y Oriente.
“Parte del éxito de BTS se debe a que son los underdogs que nadie se esperaba pudieran cumplir sus sueños y pudieran llegar hasta donde están. Éste es el mensaje con el que la mayoría de las fans se identifican y dicen: ‘¿Sabes qué? Si BTS pudo lograr sus sueños, ¿por qué yo no?’. De hecho, siento que ARMY se triplicó y creció a comparación de 2022, cuando se fueron al servicio militar”, compartió Andrea Rojas, periodista, especialista, creadora de contenido de K-pop y megafan de Suga.
IDOLS DE EXPORTACIÓN
Al formar BTS parte de una cadena de importación de la cultura coreana al mundo, principalmente en Occidente, todo lo que representan desde el plano artístico, físico, psicológico y material ha sido un activo importante para su nación.
El idioma, la cocina, la ropa, los cosméticos, la historietas, su espíritu animal… todo lo que tenga que ver con BTS, el K-pop, y su cultura, es motivo para dedicarle un tiempo y aprender.
Por ejemplo, en el Centro Cultural Coreano en México, antes de la pandemia, la afluencia era baja y la solicitud de información sobre algún curso también. Sin embargo, volver a la normalidad trajo un crecimiento exponencial.
“En México, la presencia de la cultura coreana, la hallyu coreana, ha dejado de ser una simple tendencia de consumo cultural para convertirse en la importancia de la cultura coreana. Sobre todo, en el caso del K-pop, más allá de ser una experiencia musical pasiva, está generando una influencia en la cultura coreana a través de actividades como el cover dance, los clubes de baile, y doblar acciones solidarias por parte de los jóvenes seguidores.
“La influencia aumentó a través de las plataformas de internet, el ritmo, el beat, la visual y la cosmética de K-pop han ayudado a los jóvenes de todo el mundo a comprender y a darles un gran regalo. La cultura coreana ve este flujo muy positivamente y los mexicanos se sienten capaces de involucrarse y disfrutar de ella.
“La solicitud para la realización de eventos en el centro cultural coreano está aumentando, diversas entidades, gobiernos centrales y locales, universidades y medios de comunicación están mostrando un creciente interés en colaborar y brindar apoyo. Por ejemplo, tenemos un curso en coreano que se llama Curso 4. En los últimos 3 años, la cantidad de aplicantes en el curso en coreano ha aumentado 5 veces, en 2021 teníamos 448 aplicantes, en 2024 fueron aproximadamente dos mil 500 aplicantes”, explicó Woo Pyo Jun.
Una de las misiones del CCC es promover y compartir la cultura del país a través de múltiples canales como sus redes sociales, además de organizar programas de experiencias culturales y las presentaciones de artistas K-pop emergente, clases regulares de gastronomía coreana, programas culturales interesantes y participación en festivales y ferias de libros de gran relevancia en México. Además de colaborar con ARMY, realizan pruebas de Hanbok, una prenda tradicional, gastronomía e impulso de nuevos talentos.
López Rocha también aceptó que el fenómeno BTS ha causado que sus coloquios y clases impartidas en el PUEAA tenga mucha más asistencia e interés para aprender más sobre el fenómeno Hallyu.
Ciudadanos responsables
Los chicos comenzaron en 2022 y 2023 sus ingresos al servicio militar, desde entonces la actividad de BTS quedó en pausa. ¿Cómo iban a hacer que el fenómeno se mantuviera? Con ARMY. Así como el director del Centro Cultural Coreano en México, Woo Pyo Jun, explicó que el grupo representa el poder de la comunidad y la unión, Hybe confío en que la comunidad mantendría la llama encendida.
Les dieron actualizaciones de sus actividades, mostraron en WeVerse su look en traje militar, incluso compartieron que había intenciones de desarrollar carreras en solitario. Y funcionó. El mejor ejemplo es el tremendo éxito de Hope on the Stage Tour, de J-Hope, que permitió a ARMY de diferentes partes del mundo experimentar y estar un poco cerca de un BTS, manteniendo la ilusión de volver a verlos juntos en el futuro.
En términos cuantitativos, según datos revelados a principios de junio, la gira de J-Hope por nuestro continente dejó ganancias de 35 millones de dólares y más de 178 mil boletos vendidos, siendo el solista sudcoreano más exitoso en la historia de este lado del charco.
“Culminar satisfactoriamente su compromiso social les pone una estrellita más como buenos ciudadanos, responsables y comprometidos con su país. Así que su regreso hace que todo ARMY, que los esperó pacientemente, reavive mucho más esa pasión y el sueño de verlos de vuelta una vez más”, expresó la doctora Nayelli López Rocha, del Programa Universitario Sobre Estudios de Asia, África y Oceanía (PUEAA).
De hecho, cada uno de los BTS desarrolla y representa excepcionalmente su imagen como idols, son personas ejemplares y dignas de una sociedad como la sudcoreana. Los escándalos carecen en sus vidas personales y profesionales, teniendo apenas un ligero eco las exageradas críticas realizadas a Jimin, en 2018, por usar una camiseta alusiva a la bomba atómica que cayó en Japón; la salida de Jungkook a un bar durante su servicio militar y el sorprender a Suga andando poquitín tomado en su scooter.
Episodios totalmente aislados y que en absoluto ensombrecen su imagen de ser el grupo que catapultó la cultura sudcoreana y que el propio gobierno de Corea del Sur avaló para que fueran embajadores de la UNICEF en el combate a la violencia sobre los niños y los adolescentes.
“Me llama la atención el trabajo de la agencia para proyectarlos como artistas completos y la construcción de una fama que se produce a través de imágenes e ideas. Hablando de las fans, me parece que ellas encuentran una masculinidad diferente, la de un chico trabajador, que habla muchos idiomas, que trabajaron duro para estar en donde están y lo merecen, que todos los días entrenan y dejan el corazón en su proyecto, son dulces y no machos, porque usan su skincare y no por eso dejan de ser hombres. Como fan reconocen el esfuerzo y los respetan”, explicó.
La doctora Nayelli explica que, al menos en sus coloquios y clases, trata de aterrizar a las estudiantes a un terreno más real, en el que deben entender que en Corea del Sur no todos los hombres son así, también hay machismo, misoginia y discriminación, como en todas las sociedades.
Parte de esa labor de Hybe y BigHit Music dentro del reencuentro fue permitir que medios de comunicación y un pequeño grupo ARMY pudiera ir los parques deportivos de las provincias de Chuncheon y Yeoncheon para recibir a RM, V, Jungkook y Jimin, armar directos como forma de poner al día a los fans y la conmovedora carta en la que Suga se disculpó por ausentarse tanto tiempo.