Si navegando por Netflix te salió el documental “El crucero de la caca”, seguro el solo título llamó tu atención. Pero, ¿sabías que está basado en un hecho real? Lo bizarro del nombre no supera para nada la realidad que vivieron miles de personas.

En 2022, Netflix lanzó la miniserie documental Fiasco Total: Woodstock 99, que analiza el intento de revivir el espíritu del festival de Woodstock en 1969, con un ambiente de paz, rodeado de música, lo cual terminó en violencia, disturbios y agresiones sexuales.

Sin embargo, los productores se dieron cuenta de que no es el único evento de nuestra época que resultó en un fiasco. Por eso crearon la saga Fiasco Total, de la cual este verano llegarán 8 documentales.

A partir de junio, cada semana saldrá uno. El primero fue “La tragedia de Astroworld”, el festival organizado por Travis Scott en Houston, donde murieron 10 personas; el segundo “El alcalde del caos”, sobre un alcalde sin experiencia que llegó a Toronto, Canadá, volteando todo de cabeza.

El tercero en la lista es “El crucero de la caca”, cuyo nombre causa lo mismo curiosidad que repudio, pero, desgraciadamente, fue una historia real. Te contamos cuándo, cómo y qué pasó para dar pie a esta historia.

¿De qué trata “El crucero de la caca” de Netfllix?

De acuerdo a la sinopsis de Netflix, el documental “El crucero de la caca” trata sobre el infame crucero de 2013, donde un incendio en la sala de máquinas dejó a 4 mil pasajeros varados en el mar, sin electricidad ni drenaje.

Es decir, está basado en la historia real del crucero Carnival Triumph que partió de Galveston, Texas, en Estados Unidos, hacia el Golfo de México para pasar 4 días de descanso y diversión, lo cual terminó en pesadilla.

¿Qué pasó en realidad en el “crucero de la caca”?

El día 7 de febrero del 2013, el crucero Carnival Triumph zarpó del puerto de Galveston, Texas a las 4 de la tarde. Como parte de su itinerario, el 9 de febrero visitaron visitar Progreso, Yucatán, para el 10 de febrero iniciar el camino de vuelta.

Sin embargo, ese mismo día los planes se interrumpieron, pues a unas 150 millas al norte de la península de Yucatán, ocurrió un accidente. A las 5:30 de la mañana, se reportó un incendio en la sala de máquinas.

Si bien, pudo ser sofocado a tiempo, sin que hubiera heridos, no todo terminó ahí. Dada la situación, el barco quedó sin propulsión, lo que impidió que avanzara, pero también hizo que las corrientes marinas lo empujaran hacia el norte del Golfo, fuera de la ruta prevista.

Sumado a esto, la electricidad también se vio interrumpida, siendo esta la causa del caos que dio pie al nombre del documental y el apodo que recibió el crucero, pues la embarcación quedó sin aire acondicionado, iluminación, refrigeración y sistema sanitario.

Al no haber sistema sanitario, los inodoros dejaron de funcionar. Por lo tanto, conforme pasaba el tiempo, las heces y orina no solo se acumularon, sino que comenzaron a desbordarse, afectando los camarotes, pasillos y otras áreas del barco.

Ya que los pasajeros y el personal permanecieron a la deriva por más de cuatro días, se tomaron medidas extremas. Entre ellas, tuvieron que usar bolsas y cubetas para hacer sus necesidades, aunque esto no impidió que el hedor y las heces estuvieran visibles.

Justamente, la falta de aire acondicionado hizo que el olor se concentrara, causando malestar entre los pasajeros. De hecho, muchos de ellos tuvieron que dormir en cubierta para escapar del calor y mal olor de los camarotes.

Por si fuera poco, ya que también se dañó el sistema de refrigeración, los alimentos se echaron a perder. En consecuencia, la comida escaseó y los 4 mil pasajeros, junto con la tripulación, tuvieron que sobrevivir a base de pan, vegetales, frutas y un poco más.

Sin dejar de lado que no tenían suficiente agua potable para una emergencia de este grado, por lo que se tuvo que racionar.

Esto no solo provocó la molestia de los pasajeros, sino secuelas a largo plazo, muchas de ellas mentales. Según testimonios recopilados por medios de comunicación, para muchos fueron días de miedo e incertidumbre en el “crucero de la caca“, mientras que el olor aún los persigue.

¿Cómo recuperaron al crucero Carnival Triumph?

El Carnival Triumph estuvo a la deriva entre 4 y 5 días, hasta que logró ser remolcado. Durante todo este tiempo, los pasajeros se mantuvieron a bordo, pues las autoridades solo pudieron evacuar a quienes requerían atención médica urgente.

Finalmente, varios remolcadores lograron llevar lentamente al crucero hasta el puerto de Mobile Alabama, en un proceso que tardó más de 100 horas y finalizó el 14 de febrero.

Por supuesto, esto tuvo implicaciones para la empresa. Además de dar un reembolso total a los pasajeros, cubrió gastos de viaje, ofreció créditos para cruceros en un futuro y un bono de 500 dólares por persona.

Este monto fue considerado insultante por la mayoría, dada la experiencia tan traumática que vivieron. Sin embargo, solo unos cuantos afectados consiguieron compensaciones entre 3 mil y 15 mil dólares, pese a las múltiples demandas.

Eso sí, Carnival no salió limpio, pues tras una investigación, fue multada y tuvo que presentar un plan de mejoras de millones de dólares para su flota con el fin de evitar que este episodio ocurriera.

Así fue como, tras una renovación de 200 millones de dólares, este crucero renació, cambiando su nombre a Carnival Sunrise. Actualmente, tiene como puerto base Miami y hace cruceros por el Caribe y las Bahamas.

¿Te imaginas pasar 5 días con hambre, sed y rodeado de heces? No te pierdas “El crucero de la caca” en Netflix, para conocer más detalles, se estrena el próximo martes 24 de junio.