El Mundial de Clubes ya arrojó una de las estampas más surrealistas entre el futbol y la política.
Una comitiva de la Juventus, sin explicar por qué este equipo y no otros más, visitó la Casa Blanca para encontrarse con Donald Trump, presidente de Estados Unidos y quien está en el eje de decisiones fundamentales del mundo.
Los de la Juventus, que no todo el equipo, sino seis jugadores más el dueño John Elkann, el técnico, el consejero delegado, el director general y el director de estrategia, entregaron a Trump una camiseta con el número 47 mientras el presidente de la FIFA, otro invitado al evento, regalaba una similar.
A los tres minutos del saludo con los Bianconeris, Trump comenzó a hablar de la guerra y de mujeres transgénero en una rueda de prensa en la que daba la impresión que el presidente había olvidado a sus visitantes, inómodos tras de él en la oficina Oval.
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DESCONCIERTO BIANCONERI ANTE EL TEMA DEL CONFLICTO ISRAEL-IRÁN
Ahondó entonces en el tema de Irán, en guerra con Israel y de armamento nuclear, “todavía no he decidido si atacaremos a Irán. Un cambio de régimen podría ocurrir, veremos”, dijo ante la mirada nerviosa de los italianos.
Con esas extrañas sensaciones, los jugadores y delegados de la Juventus esperaban la hora de su partido, que se jugó nueve horas después y en el que destrozaron al Al Ain.
En Washington, Trump preguntó a Infantino si estaba el boletaje vendido. “En su totalidad”, respondió el jerarca del futbol mundial. En el Audi Field entraron 20 mil personas que vieron el festín de la Juventus ante el pobre equipo de Emiratos Árabes.
Anotaron Randal Kolo Muani y Francisco Conceiçao en dos ocasiones cada uno y otro gol de Kenan Yildiz.
SONROJADOS
Donald Trump recordó de pronto que tenía deportistas en su despacho y se abalanzó de nuevo con su idea de que las personas transgénero no participen en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.
¿Ustedes harían jugar en su equipo a una mujer transgénero?”, les inquirió a los jugadores que con los colores en el rostro no supieron contestar rápido. Fue el director general, Damien Comolli quien le reviró, “tenemos un equipo femenino y es muy bueno”. Con esa agudeza mental Trump le respondió, “claro, y me imagino que a esas mujeres (trans) no las harían jugar con ustedes. Bueno, veo que son muy diplomáticos”, arreció el presidente de Estados Unidos ante el silencio de la comitiva de la Juventus, que nunca olvidará su visita a la Casa Blanca.
