Beneficios del ajo: 7 efectos terapéuticos en tu salud

Pocos ingredientes logran condensar tanto poder curativo en un solo diente como el ajo. Y es que los beneficios del ajo para la salud han sido reconocidos por culturas ancestrales y refrendados por la ciencia moderna.
Desde la prevención de enfermedades cardiovasculares hasta el alivio de infecciones, el ajo se ha ganado un lugar en la cocina y el botiquín natural por igual.
Un estudio publicado por la revista científica Medical News Today y respaldado por fuentes como la National Library of Medicine detalla cómo los compuestos activos del ajo, especialmente la alicina, tienen efectos antimicrobianos, antioxidantes y antiinflamatorios que podrían mejorar notablemente la calidad de vida si se consume adecuadamente.

¿Cuáles son los beneficios del ajo para la salud?
El ajo (Allium sativum) contiene una rica combinación de compuestos sulfurados, entre los que destaca la alicina, un agente potente con propiedades bactericidas, antivirales y antifúngicas. Estos componentes han demostrado actuar positivamente sobre:
- Presión arterial: ayuda a reducir la hipertensión leve gracias a su efecto vasodilatador.
- Colesterol: disminuye los niveles de colesterol total y LDL, según varios ensayos clínicos.
- Sistema inmunológico: fortalece las defensas, ayudando a prevenir resfriados y gripes.
- Función antioxidante: combate el estrés oxidativo que acelera el envejecimiento celular.
- Salud intestinal: tiene efectos prebióticos que favorecen la microbiota.
El consumo regular de ajo puede ser tan efectivo como algunos medicamentos para la presión en casos leves, pero con menos efectos secundarios.

¿Qué enfermedades puede curar el ajo de forma natural?
Aunque el término “curar” debe usarse con cautela, los beneficios terapéuticos del ajo lo colocan como un aliado en la prevención y alivio de varias enfermedades. Entre las afecciones más mencionadas en estudios clínicos se encuentran:
- Hipertensión
- Infecciones respiratorias como la bronquitis o el resfriado común
- Colesterol elevado y problemas cardiovasculares
- Infecciones bacterianas y fúngicas leves
- Trastornos digestivos como gases, parásitos o indigestión leve
- Diabetes tipo 2: por su efecto sobre la sensibilidad a la insulina
- Cánceres gastrointestinales: algunos estudios preliminares asocian su consumo con menor incidencia de ciertos tumores
En concreto, la National Library of Medicine ha documentado ensayos donde extractos de ajo reducen el crecimiento de células tumorales en laboratorio, aunque aún no hay resultados concluyentes en humanos.

¿Cómo consumir ajo para aprovechar sus efectos positivos?
La forma de consumir ajo influye directamente en sus beneficios. La alicina, su compuesto estrella, se libera cuando se tritura y se deja reposar unos minutos antes de cocinarlo o ingerirlo crudo. Algunas recomendaciones:
- Ajo crudo en ayunas: una práctica común en la medicina tradicional. Mejora la absorción de sus compuestos.
- Ajo cocido: pierde parte de la alicina, pero conserva otras propiedades.
- Cápsulas de extracto de ajo: opción para quienes no toleran el olor o sabor.
- Tés e infusiones con ajo: para aliviar congestión o infecciones leves.
- Ajo fermentado (black garlic): rico en antioxidantes, con sabor más suave.
La dosis diaria recomendada para efectos terapéuticos es de 1 a 2 dientes de ajo crudo, o bien 300 a 1000 mg en forma de suplemento estandarizado.
¿Qué dice la ciencia sobre el ajo y la medicina preventiva?
Varios estudios coinciden en que el ajo puede jugar un rol preventivo importante. La mayoría apunta a su efecto protector cardiovascular y a su capacidad de modular el sistema inmunológico. También se exploran sus efectos sobre:
- Microbiota intestinal
- Reducción del riesgo de ciertos tipos de cáncer
- Mejora del rendimiento deportivo (históricamente usado por atletas en la Antigua Grecia)
- Prevención del Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas (por su acción antioxidante)
Sin embargo, los expertos coinciden en que debe ser parte de una dieta equilibrada y estilo de vida saludable, no como sustituto de tratamientos médicos.
¿Existen contraindicaciones al consumir ajo regularmente?
Sí. Aunque es un superalimento, no es para todos. El ajo puede provocar:
- Malestar gástrico en personas con estómago sensible
- Interacción con anticoagulantes, aumentando el riesgo de sangrado
- Reacciones alérgicas, aunque poco frecuentes
- Halitosis y sudor con olor penetrante, por los compuestos sulfurados
No se recomienda en grandes cantidades antes de una cirugía, durante el embarazo en dosis altas o en personas que toman medicamentos para la presión o anticoagulantes sin supervisión médica.
El ajo no solo da sabor a los platillos; es una cápsula natural de salud que ha resistido el paso del tiempo y de los estudios científicos. Su consumo inteligente y moderado puede marcar una gran diferencia en tu bienestar. Eso sí, como todo remedio natural, debe ser parte de una estrategia integral de salud y no una solución aislada.