Salud

Dietas bajas en calorías podrían aumentar el riesgo de depresión, estudio

Dietas bajas en calorías podrían aumentar el riesgo de depresión, estudio reciente advierte. En un mundo que adora las cifras pequeñas —ya sean tallas, calorías o porciones—, el impacto emocional de restringir lo que comemos rara vez entra en la ecuación.

Nos obsesionamos con el número en la balanza sin mirar el que sube en la escala de ansiedad, apatía o tristeza. Comer poco, lejos de ser sinónimo de salud, podría estar afectando silenciosamente nuestro bienestar mental.

La advertencia proviene del British Medical Journal Nutrition, Prevention & Health, que publicó un análisis sobre la relación entre dieta baja en calorías y salud emocional. El estudio, sugiere una correlación clara entre el consumo energético insuficiente y síntomas depresivos, especialmente en personas jóvenes, mujeres y quienes siguen planes alimenticios estrictos sin supervisión profesional.

 

 

 

Dietas bajas en calorías podrían aumentar el riesgo de depresión, estudio / Foto Canva

¿Qué revela el estudio sobre dietas bajas en calorías y depresión?

El estudio internacional, publicado en BMJ Nutrition, Prevention & Health, analizó datos de más de 20,000 adultos de distintas regiones. Encontró que aquellos que seguían dietas hipocalóricas —especialmente por debajo de 1,200 kcal al día— tenían hasta un 35% más de probabilidad de presentar síntomas depresivos.

 

Además, quienes mantenían estos regímenes por más de tres meses sin acompañamiento psicológico o nutricional mostraban mayor tendencia a la irritabilidad, trastornos del sueño y fatiga crónica. El vínculo fue particularmente fuerte en mujeres jóvenes, población que según el estudio suele adherirse más a dietas restrictivas por razones estéticas o presión social.

 

Dietas bajas en calorías podrían aumentar el riesgo de depresión, estudio / Foto Canva

¿Por qué las dietas muy restrictivas afectan la salud mental?

El cerebro necesita energía para funcionar, y esa energía proviene —sí— de las calorías. Cuando se reduce la ingesta de manera drástica, el cuerpo entra en una especie de “modo ahorro” que no solo ralentiza el metabolismo, sino que afecta también el equilibrio neuroquímico.

La serotonina, dopamina y otros neurotransmisores esenciales para el estado de ánimo requieren nutrientes como triptófano, ácidos grasos y vitaminas del complejo B. En ausencia de estos elementos —frecuentes en dietas muy limitadas—, se produce un efecto de descompensación emocional.

Además, el cuerpo interpreta la restricción como estrés prolongado, elevando los niveles de cortisol, lo que puede agravar la ansiedad y alterar los patrones de sueño. En resumen: comer poco no solo agota el cuerpo, también la mente.

Señales de alerta: cómo saber si tu dieta está afectando tu estado de ánimo

No todas las dietas son enemigas del bienestar, pero hay señales claras de que una restricción calórica está yendo demasiado lejos:

  1. Cambios bruscos de humor o irritabilidad constante
  2. Sensación de fatiga sin causa aparente
  3. Dificultad para concentrarse
  4. Insomnio o sueño no reparador
  5. Pérdida de interés en actividades cotidianas
  6. Aislamiento social
  7. Trastornos alimentarios como atracones o ayunos prolongados

Estos síntomas, lejos de ser anecdóticos, son reconocidos por organismos como la World Health Organization como indicadores de un desbalance entre alimentación y salud emocional.

 

Dietas bajas en calorías podrían aumentar el riesgo de depresión, estudio / Foto Canva

Alternativas saludables: ¿cómo bajar de peso sin comprometer tu bienestar emocional?

Bajar de peso no debería ser una lucha contra ti mismo. Existen formas sostenibles de lograrlo sin sacrificar tu estabilidad emocional ni tu energía diaria. La clave está en una alimentación consciente, suficiente y supervisada.

  1. Elige planes nutricionales individualizados, no genéricos.
  2. Asegúrate de incluir grasas saludables, proteína vegetal o animal y suficientes carbohidratos complejos.
  3. Prioriza la calidad, no solo la cantidad.
  4. Acompaña el proceso con apoyo psicológico si tu relación con la comida ha sido conflictiva.
  5. No temas a comer: teme a vivir con culpa cada bocado.
  6. Bajar de peso es válido, pero no si el precio es tu salud mental.

Lo que dicen los expertos sobre dieta y salud mental

La doctora Sarah Appleton, psiquiatra nutricional de la Universidad de Londres, advirtió que “la cultura de la delgadez ha impulsado un tipo de ayuno socialmente aceptado que puede ser tan nocivo como cualquier otra adicción”.

Por su parte, la British Dietetic Association recordó que toda dieta debe tener base científica, acompañamiento profesional y objetivos sostenibles, más allá de lo estético. También la Cleveland Clinic ha documentado los efectos adversos de dietas extremas en jóvenes y adolescentes, grupo especialmente vulnerable al impacto emocional de las redes sociales y estándares de belleza poco realistas.

En definitiva, las dietas bajas en calorías pueden parecer una solución rápida, pero si afectan tu bienestar emocional, dejan de ser saludables. La relación entre dieta y salud mental es más profunda de lo que solemos admitir, y seguir restringiendo calorías sin conciencia ni acompañamiento puede abrir la puerta a síntomas de depresión, ansiedad o aislamiento.

Comer es un acto biológico, sí, pero también emocional y social. Elegir cómo nutrirte no debería implicar ponerte en riesgo. Si quieres transformar tu cuerpo, empieza por cuidar también tu mente. Eso también es salud.

Articulos relacionados

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top button
Coahuila Hoy We would like to show you notifications for the latest news and updates.
Dismiss
Allow Notifications