Ángela Aguilar asegura que nunca dice groserías y reniega de su melena
'Quiero ser un buen ejemplo'

A sus 21 años, Ángela Aguilar ya vivió de todo, pues tras su polémico matrimonio con Christian Nodal tal parece que la famosa busca a toda costa dejar su imagen limpia y reluciente, por lo que en días recientes ha ofrecido entrevistas a diferentes medios de comunicación.
En esta ocasión, en entrevista con CNN, la joven artista compartió cómo algo tan aparentemente trivial como un cambio de look puede volverse tendencia. Recientemente sorprendió a sus fans al dejar atrás su característico cabello corto y aparecer con largas extensiones, un cambio que, confiesa, hizo más por complacer a su familia que por gusto propio.
“A mí me encanta el cabello corto. Me fascina. Lo que quise con este disco fue hacer un pequeño cambio, pero ya me urge quitarme las extensiones”, dijo con sinceridad.
Ángela también reveló que comenzó a pintarse el cabello de negro tras la muerte de su abuela, y que cada Navidad se pone extensiones en honor a ella, quien siempre soñó con verla con el pelo largo.
“Tengo 21 años y sigo explorando qué me gusta y qué no. En los últimos cuatro meses me lo he cambiado como cinco veces… ¡y nadie se ha dado cuenta!”, comentó entre risas.
Ángela y su postura frente a las groserías
Una de las confesiones que más llamaron la atención durante la entrevista fue sobre su forma de expresarse. Ángela explicó que evita usar groserías, no por ser una mujer conservadora, sino porque siente una profunda responsabilidad con las niñas y niños que la siguen.
“Yo tenía trece años y le dije una grosería a mi papá. Se me quedó viendo muy serio y me dijo: ‘¿Qué sentiste?’ Yo no entendía, y él me dijo: ‘Decir groserías no te hace más grande. El que no las diga es una elección. Te faltan sinónimos para expresarte’”.
Ángela recordó que esta lección le dejo una gran enseñanza y reconoció que muchas de sus fans son pequeñas, algunas desde los dos o tres años por lo que busca ser un ejemplo para ellas.
“Vendo muñecas, hago conciertos familiares… sé que hay niños chiquitos y también abuelitos. Por eso cuido mucho cómo hablo, cómo me visto, cómo actúo. Porque a mí me hubiera encantado tener una artista así cuando era chiquita.”
Actualmente, la intérprete de “Gotitas saladas” se encuentra promocionando su nuevo álbum, “Nadie se va como llegó”, un proyecto que muestra una faceta más madura y emocional de su carrera.