¿Quién fue Miroslava Stern? La trágica historia detrás de la diva del cine mexicano
Conoce la historia de Miroslava, ícono del cine mexicano cuya belleza y talento ocultaban una profunda tristeza.

En la historia del cine mexicano hay nombres que dejaron huella. Algunas estrellas, como Dolores del Río, Pedro Infante o María Félix, parecían destinadas desde su nacimiento a conquistar la pantalla grande.
Otras, como Miroslava Stern, iluminaron el firmamento del séptimo arte con una intensidad deslumbrante… pero fugaz. Su historia es un doloroso recordatorio de que, detrás de la fama, el éxito y la belleza, pueden esconderse heridas invisibles.
Miroslava Stern biografía
Miroslava Stern nació el 26 de febrero de 1926 en Praga, entonces parte de Checoslovaquia. Desde temprana edad su vida estuvo marcada por la adversidad. Tras perder a sus padres biológicos, fue adoptada por el psicoanalista judío Oskar Stern y su esposa, Miroslava Bečka Stern, con quienes tuvo un hermano llamado Ivo. Aunque durante un tiempo disfrutaron de cierta estabilidad, todo cambió con el estallido de la Segunda Guerra Mundial.
La familia fue víctima de la persecución nazi y, según se sabe, pasaron tres semanas en un campo de concentración antes de lograr su liberación. En busca de un nuevo comienzo, huyeron a México en 1941. Con apenas 15 años, arribó al puerto de Mazatlán, Sinaloa, para iniciar una nueva vida lejos de la guerra.
Poco después de su llegada, Miroslava fue enviada a Nueva York para perfeccionar su inglés y español. Se rumora que durante su estancia en Estados Unidos vivió su primer intento de suicidio, tras la muerte de un novio militar.
En 1944 obtuvo una beca para estudiar actuación en California. Ya entonces mostraba interés por el arte, la pintura y el diseño, aunque fue la actuación la que finalmente conquistó su corazón.
Sin embargo, en 1945 su vida se vio sacudida por un golpe devastador: la muerte de su madre adoptiva por cáncer. La pérdida la sumió en una profunda depresión que la llevó a un segundo intento de suicidio.
:quality(75)//media/inside-the-note/pictures/2025/05/26/miroslava_stern_biografia.jpg)
Miroslava Stern actriz de la Época de Oro del cine mexicano
A pesar de sus heridas emocionales, Miroslava encontró en el cine una vía de escape y expresión. Su debut fue en 1946 con la película Bodas trágicas. Poco después, en 1947, participó en ¡A volar joven!, cinta protagonizada por Mario Moreno “Cantinflas”, que la catapultó a la fama.
:quality(75)//media/inside-the-note/pictures/2025/05/26/miroslava_stern_y_cantinflas.jpg)
Durante los años siguientes, Miroslava participó en una serie de películas que la consolidaron como una de las grandes figuras del cine mexicano. Entre sus trabajos más destacados se encuentran La muerte enamorada (1950), Ella y yo (1951), Sueños de gloria (1952), Más fuerte que el amor (1953) y La visita que no tocó el timbre (1954). Fue nominada al premio Ariel por su actuación en Las tres perfectas casadas (1953), lo que evidenciaba su consolidación como actriz.
En 1954 protagonizó Escuela de vagabundos, una de sus películas más memorables, al lado de Pedro Infante. Su último filme fue Ensayo de un crimen, dirigido por Luis Buñuel. En una escena de la película, su figura aparece convertida en una figura de cera que se consume en fuego, una imagen que resultó inquietantemente premonitoria, ya que semanas después su cuerpo fue cremado tras su fallecimiento.
Miroslava y su vida amorosa marcada por la decepción
La vida sentimental de Miroslava también fue tormentosa. En 1952 se casó con el empresario Jesús Jaime Gómez Obregón, conocido como “El Bambi”. Sin embargo, la relación duró poco. Se dice que el matrimonio fue una fachada, ya que él era homosexual, lo cual aumentó la desilusión y el dolor emocional de la actriz.
Otro romance que marcó su vida fue con el torero español Luis Miguel Dominguín. La relación parecía tan seria que se hablaba de planes de boda. No obstante, la sorpresa llegó cuando Dominguín contrajo matrimonio en secreto en Las Vegas con la actriz italiana Lucía Bosé, madre del cantante Miguel Bosé. Esta traición amorosa fue, para muchos, el desencadenante final que llevó a Miroslava a tomar la decisión más trágica de su vida.
:quality(75)//media/inside-the-note/pictures/2025/05/26/miroslava_stern_actriz.jpg)
Miroslava Stern y la historia detrás de su suicidio
El 9 de marzo de 1955, Miroslava Stern fue hallada sin vida en su habitación. Su ama de llaves la encontró muerta, con una mezcla letal de alcohol y barbitúricos en su sistema. Sostenía una fotografía de Dominguín en una mano y tres cartas en la otra: dos escritas en checo, dirigidas a su padre y a su hermano Ivo, y una tercera para su abogado Eduardo Lucio, donde dejaba instrucciones sobre el pago de sus deudas.
Aunque la versión más difundida apunta a su dolor por la boda de Dominguín, el periodista Jacobo Zabludovsky ofreció una teoría distinta en 2014. Según Zabludovsky, Miroslava estaba profundamente enamorada de Cantinflas.
Aseguró que la actriz esperaba que él dejara a su esposa, Valentina Ivanova, pero el comediante le envió una carta dejándole claro que eso nunca ocurriría. Al día siguiente, ella fue hallada muerta.
Zabludovsky afirmó incluso conocer a la persona que entregó esa carta, aunque nunca reveló su nombre. Sin embargo, muchos cercanos a Cantinflas y a la actriz desmintieron esta versión, asegurando que entre ellos solo existió una estrecha amistad.
Por su parte, el padre de Miroslava confirmó que su hija sufría de psicosis y había tenido varios episodios depresivos severos a lo largo de su vida. De hecho, su historial incluía al menos dos intentos previos de suicidio. La actriz luchaba con una enfermedad mental para la cual no había encontrado tratamiento eficaz.