Trump no desafiará orden de juez sobre deportaciones de Venezuela

El Gobierno de Donald Trump no desafiará la orden de un juez que bloquea el uso de poderes de tiempos de guerra para deportar a presuntos miembros de bandas de Venezuela, dijo el domingo el jefe fronterizo, Tom Homan.
El funcionario declaró al programa “This Week” de ABC News que a los venezolanos se les había concedido el debido proceso, de acuerdo con las leyes vigentes, a pesar de las críticas de los expertos jurídicos de que el Gobierno está desafiando las decisiones judiciales.
La decisión de deportar a 137 migrantes venezolanos el fin de semana pasado a pesar de la orden de un juez que bloqueaba la medida fue vista por algunos juristas como una escalada en la confrontación de Trump con el poder judicial.
Deportados eran del Tren de Aragua
El Gobierno dice que los deportados eran miembros de la banda venezolana Tren de Aragua, pero familiares y defensores de inmigración de algunos de los hombres han dicho que eso no es cierto.
El juez de distrito James Boasberg dijo el viernes que continuaría investigando si el Gobierno violó su orden de bloquear temporalmente el uso de la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para las deportaciones, después de que no logró que los dos vuelos que transportaban a los venezolanos volvieran a territorio estadounidense.
Homan dijo que no desafiaría la orden de Boasberg, pero reiteró que el Gobierno continuaría tomando medidas enérgicas contra lo que considera amenazas para Estados Unidos.
Vamos a seguir deteniendo las amenazas a la seguridad pública y las amenazas a la seguridad nacional”, dijo Homan. “Seguiremos persiguiendo a lo peor de lo peor”.
Juez denuncia persecuciones
El juez estadounidense que suspendió una operación de expulsión de migrantes ordenada por el gobierno del presidente Donald Trump denunció el pasado viernes las repercusiones “increíblemente problemáticas” de invocar una ley de guerra de 1798 para estas deportaciones.
Trump arremetió la semana pasada contra el juez James Boasberg y pidió su destitución, lo que le valió una reprimenda del presidente de la Corte Suprema, John Roberts.
El decreto que invoca la conocida como ley de enemigos extranjeros para detener y expulsar a presuntos miembros de la banda criminal venezolana Tren de Aragua lleva fecha de 14 de marzo.
La Casa Blanca lo divulgó al día siguiente, horas antes de la deportación a El Salvador de más de 200 personas presentadas como presuntos miembros esa organización criminal, declarada “terrorista” por Washington.
El juez preguntó en una audiencia del viernes por qué se firmó el decreto el viernes y se apresuraron a llenar aviones con migrantes.
Me parece que la única razón por la que hacen esto es porque saben que hay un problema y quieren sacarlos del país antes de que se presenten demandas legales”, le dijo Boasberg al abogado del gobierno, Drew Ensign.
¿Qué pasa con quienes no son miembros del Tren de Aragua ni ciudadanos venezolanos? ¿Cómo pueden impugnar su expulsión?”, enfatizó el magistrado, quien suspendió las expulsiones bajo esta ley hasta fin de mes.
Lee Gelernt, abogado de la influyente organización de derechos civiles ACLU, insistió en la necesidad de “poder impugnar” su pertenencia a la pandilla.
Las repercusiones políticas son increíblemente problemáticas y preocupantes”, añadió el juez, e insistió en que se hizo “un uso extensivo y sin precedentes” de la ley.
Hasta ahora solo se invocó en el contexto de un conflicto militar, es decir “cuando era indiscutible que existía una declaración de guerra y quién era el enemigo”, afirmó.
Pero Trump reafirmó el viernes que esta declaración le da el poder de arrestar y deportar a extranjeros sin pasar por los juzgados.
Eso es lo que dice la ley y lo que este país necesita”, sostuvo el presidente republicano en respuesta a la pregunta de un periodista en el despacho oval.
Me dijeron que pasaron por un riguroso proceso de investigación, que también continuará en El Salvador”, contestó cuando le preguntaron si es seguro que las más de 200 personas deportadas y encarceladas en una prisión de alta seguridad salvadoreña son “criminales”.
Eran un grupo malo (…) y estaban con muchos otros que eran absolutamente asesinos, homicidas y personas con los peore.