Salud

Ozempic podría reducir el deseo de consumir alcohol, afirma estudio

Hay medicamentos que transforman vidas, y luego está Ozempic, un fármaco originalmente desarrollado para la diabetes tipo 2 que ha revolucionado el tratamiento de la obesidad. Sin embargo, un nuevo estudio sugiere que Ozempic reduce el consumo de alcohol.

La investigación, publicada en JAMA Psychiatry, revela que los pacientes que utilizan Ozempic reportan una disminución significativa en su deseo de beber alcohol. Este hallazgo refuerza estudios previos que relacionan los agonistas del GLP-1 (como el semaglutida, el principio activo de Ozempic) con cambios en la conducta adictiva.

Investigadores de la Universidad de Carolina del Sur y del Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo (NIAAA) están explorando cómo este medicamento podría convertirse en una herramienta innovadora en la lucha contra el abuso de sustancias.

 

Ozempic en grupo / Foto Getty

¿Cómo afecta Ozempic al consumo de alcohol?

El Ozempic actúa sobre el sistema de recompensa del cerebro, una red de neuronas que regula el placer y la motivación. Este circuito está directamente involucrado en la adicción al alcohol, ya que el consumo frecuente genera liberación de dopamina, reforzando el deseo de beber.

La semaglutida, el principio activo de Ozempic, pertenece a la familia de los agonistas del GLP-1. Su función principal es mejorar la regulación de la glucosa y reducir el apetito, pero estudios recientes sugieren que también disminuye la respuesta del cerebro a los estímulos placenteros asociados con el alcohol. Según el European Medicines Agency (EMA), este medicamento modula las regiones cerebrales que controlan la conducta impulsiva, lo que explicaría por qué los pacientes sienten menos deseo de consumir bebidas alcohólicas.

Además, investigaciones en modelos animales han mostrado que los agonistas del GLP-1 reducen la ingesta compulsiva de alcohol. En ensayos con ratas expuestas al etanol, aquellas tratadas con semaglutida bebieron significativamente menos que el grupo de control. Este efecto podría trasladarse a los humanos, abriendo la puerta a un uso clínico más allá del control del peso.

 

Mujer utiliza ozempic para reducir consumo de alcohol /Foto Getty

Estudios científicos sobre Ozempic y el deseo de beber 

Diversos estudios han explorado la relación entre Ozempic y el consumo de alcohol, con resultados prometedores. En un ensayo clínico en curso dirigido por el Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo (NIAAA), los investigadores analizan cómo este medicamento afecta los patrones de consumo en personas con trastorno por consumo de alcohol.

Uno de los hallazgos más intrigantes proviene de un análisis retrospectivo de pacientes con obesidad que, tras comenzar el tratamiento con Ozempic, reportaron una reducción en sus hábitos de consumo de alcohol. Algunos incluso afirmaron haber perdido el interés por completo en las bebidas alcohólicas, una observación que ha generado nuevas hipótesis sobre el papel de los agonistas del GLP-1 en la regulación de la dopamina y la serotonina.

Otro estudio, publicado en Columbia Surgery, destaca que la semaglutida no solo disminuye el impulso de comer en exceso, sino también de buscar otras fuentes de placer inmediato, como el alcohol y el tabaco. Esto sugiere que su impacto en la neurobiología de la recompensa podría ser clave en el tratamiento de diversas adicciones.

 

Bebidas con alcohol / Foto Getty

¿Podría Ozempic usarse para tratar la adicción al alcohol?

El impacto de Ozempic en el consumo de alcohol plantea una pregunta crucial: ¿podría este medicamento convertirse en un tratamiento efectivo para la adicción? Actualmente, las opciones farmacológicas para el alcoholismo son limitadas y no siempre efectivas. Los fármacos aprobados, como el disulfiram y la naltrexona, actúan bloqueando los efectos del alcohol o generando reacciones adversas, pero no eliminan el deseo de beber.

En contraste, los agonistas del GLP-1 como Ozempic parecen abordar la raíz del problema al modificar la respuesta del cerebro a las sustancias adictivas. Investigadores del NIAAA están llevando a cabo ensayos clínicos en humanos para evaluar si este medicamento podría ser una opción viable para tratar el trastorno por consumo de alcohol.

A pesar del entusiasmo, los expertos advierten que es necesario más estudio antes de considerar Ozempic como un tratamiento oficial contra la adicción. La semaglutida fue desarrollada para la diabetes y la obesidad, por lo que su seguridad y eficacia en pacientes con alcoholismo aún deben ser confirmadas en ensayos de gran escala.

 

Otros posibles beneficios de Ozempic en la salud mental 

Además de su potencial en la reducción del consumo de alcohol, Ozempic ha sido vinculado con otros beneficios en la salud mental. Estudios recientes han sugerido que el medicamento podría ayudar a reducir la ansiedad y mejorar la regulación emocional en pacientes con obesidad y diabetes.

La relación entre Ozempic y comportamiento adictivo ha llevado a los investigadores a explorar su uso en otras áreas, como el tratamiento del trastorno por atracón y la adicción a la nicotina.

Un artículo de Columbia Surgery señala que la semaglutida podría desempeñar un papel en la reducción de la compulsión por ciertos hábitos perjudiciales, lo que abre nuevas posibilidades en el ámbito de la psiquiatría.

A medida que los ensayos clínicos avanzan, expertos en neurociencia y farmacología continúan explorando el impacto de los agonistas del GLP-1 en la conducta humana. Si se confirma su efectividad, Ozempic podría representar un cambio en el abordaje del trastorno por consumo de alcohol, brindando una nueva esperanza a millones de personas en el mundo.

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