Ni Tom Brady pudo escapar de una tendencia que hoy desafiará Hurts

Jalen Hurts sabe lo que se siente estar a segundos de la gloria y verla escaparse entre los dedos. Lo vivió hace dos años en Arizona, cuando tuvo la mejor actuación de su vida en el Super Bowl LVII y aun así terminó viendo a Patrick Mahomes levantar el trofeo Vince Lombardi. Aquella noche, con 70 mil personas en el estadio y millones en televisión, Hurts terminó como un campeón sin corona.
Ahora, en el Super Bowl LIX en el Caesars Superdome de Nueva Orleans, el destino le da otra oportunidad. El problema es que la historia no ha sido amable con los quarterbacks que buscan revancha en el gran juego. Hay un patrón en los Super Bowls que se ha repetido entre los mismos quarterbacks.
Tres veces ha ocurrido antes, y en las tres el ganador de la primera edición también se llevó la segunda. Roger Staubach nunca pudo vencer a Terry Bradshaw. Jim Kelly jamás encontró la fórmula contra Troy Aikman. Y Tom Brady (el quarterback más ganador con siete Super Bowl), por increíble que parezca, nunca descifró el enigma de Eli Manning.

LA ESTADÍSTICA ESTÁ EN FAVOR DE PATRICK MAHOMES
Y ahora, el duelo entre Jalen Hurts (Eagles de Filadelfia) y Patrick Mahomes (Chiefs de Kansas City) revive la estadística. Si la lógica de los números se mantiene, el trofeo volverá a las manos de Mahomes. Pero Hurts nunca ha sido alguien que se rinda ante la lógica.
Este año ya venció una vieja maldición. Desde Jim Kelly ningún pasador que perdió en su presentación en el juego por el Vince Lombardi había podido regresar al gran domingo de la National Football League (NFL). Hurts está de nuevo a una victoria de ser campeón, en él está no correr con la misma suerte de Staubach, Kelly y la leyenda Tom Brady.