Si tus hijos se comportan distantes en casa, cuidado: 3 consejos sobre su salud mental

Estamos a nada de que las vacaciones decembrinas de muchos jóvenes comiencen, por tal motivo la relación con los padres puede ser difícil una vez que comienza la convivencia en casa, aunque esto podría ser una alerta o señal de algo mal con su salud mental.
Y es que es verdad que muchos papás creen que si su hijo adolescente no está de buen humor o no quiere convivir es “por su edad”, sin embargo este tipo de acciones podrían deberse a problemas mentales más serios.
Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), “uno de cada siete jóvenes de entre 10 y 19 años padece algún tipo de trastorno mental. Estas afecciones representan el 15% de la carga mundial de morbimortalidad entre los adolescentes”.
Entonces ¿cómo podemos identificar estos trastornos?
Algo básico es la comunicación con tu adolescente, en caso de que no quiera hablar, es fácil identificar los focos rojos de que hay algo mal, por ejemplo:
- Tener dificultades en la escuela.
- Cero socialización o no tener amigos.
- Su salud física está deteriorada.
- Seguido se encierra en su habitación todo el día.
- No convive con su familia.
- Tiene una grave adicción al uso del celular y los aparatos tecnológicos.

3 consejos para cuidar su salud mental en casa
Lo primero es entender que aunque sean etapas “difíciles”, lo mejor para todo adolescente siempre será el intentar hablar o estar presentes, antes de algún regaño se debe pensar qué es lo que realmente justifica la acción, según explica el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF por sus siglas en inglés), además de:
1.- Interesarse y animarlos
Si tu hijo tiene alguna pasión por algo, o simplemente busca llegar a alguna actividad recreativa fuera de sus obligaciones, este es el momento ideal de apoyarlos, mostrar el interés con preguntas al respecto de la actividad que le encanta hacer, o simplemente animarlos cuando quieran desistir, esto provocará una reacción positiva y se abrirá la puerta de la confianza.

2.- No ser tan estrictos en casa
La severidad en la educación de los padres puede ser un detonante para la pérdida de confianza, es por eso la importancia de corregir pero siempre con la oportunidad de expresar los sentimientos de los más jóvenes.
3.- Es importante ser honestos y transparentes
De la misma manera que tu hijo se ha abierto o acercado a contarte sus sentimientos o malos días, tú también puedes expresar cómo lidias con ciertas situaciones que te hacen molestar, esto además de acercarlos, dejará en claro que todos somos humanos y pasamos por esas situaciones complicadas, que al final siempre logran o se solucionan lo mejor posible.

No lo ignores
Recuerda que ante cualquier señal de alerta de que tu hijo no se encuentra bien, y si toda la situación se ha salido de tus manos, lo mejor es acudir con un especialista, este ayudará no sólo a tu adolescente a superar y entender las cosas, sino que incluso pueden pedirte participación y darte guía para hacer lo mejor. No tengas miedo de pedir ayuda.