‘Una pareja líquida’, en busca de solidez; obra reflexiona sobre vínculos amorosos

No es lo mismo hacer acuerdos que establecer límites en una pareja”. Justo esa es la premisa de la obra Una pareja líquida, adaptada por María Sánchez Portillo y el director Alberto Lomnitz.
¿A qué se refiere tal reflexión y también el concepto de “pareja líquida”? Lomnitz, quien dirige a Sonia Couoh y José Carriedo en La Teatrería en esta provocativa comedia, explicó a Excélsior los temas que aborda la obra, como el amor, la lealtad y la identidad en las relaciones modernas.
Esta es una obra que explora la relación de una pareja abierta, que realmente es una pareja líquida. ¿Cuál es la diferencia? Una pareja abierta es una de las formas de poliamor, que algunas personas han nombrado poliamor jerárquico, pues se trata de una pareja, que tiene un compromiso fuerte como tal, pero que tiene la libertad y el acuerdo de tener relaciones sexuales con otras personas, manteniendo el vínculo, amor y compromiso de pareja fuertes.
A diferencia, la pareja monógama tradicional, en la que hemos sido criados casi todos en esta cultura, dicta que a cualquier relación sexual con otra persona se le llama infidelidad y se considera, incluso, causa de divorcio o separación y una traición importante. Curiosamente, en las estadísticas, la enorme mayoría de estas parejas han sido infieles en algún momento u otro. Es así que hay algo mal en este sistema, algo fallido, pues no viene de la naturaleza biológica de nuestra especie, que como casi todos los primates, es poliamorosa. Este modelo busca afianzar la herencia de la propiedad privada”, explicó el director en primera instancia.
El término “pareja líquida” fue desarrollado por el sociólogo polaco-británico Zygmunt Bauman (1925-2017), que profundizó en el tema de la liquidez en su libro Amor líquido.
Básicamente él describe en este libro lo que está sucediendo hoy en día, en las sociedades capitalistas contemporáneas, en términos de la relación de pareja, donde las parejas no tienen solidez, sino que son líquidas y esto significa que la relación se diluye, se disuelve, y son parejas que se juntan para después separarse o divorciarse. Es decir, no hay una permanencia en la pareja que es lo que Bauman llama solidez.
Así que, en esta obra, la pregunta es si es una pareja abierta o una pareja líquida. ¿Van a poder permanecer y mantener su vínculo amoroso o no? Una pareja abierta se basa en el establecimiento de acuerdos. Si hablamos del tema de acostarse con otras personas, por ejemplo, qué tanto se va a compartir de eso, contar o no, y muchísimos otros acuerdos, por supuesto.
¿Límites? Suenan a un cercamiento impuesto, a veces, ni siquiera por un acuerdo de la pareja, sino porque son las reglas establecidas socialmente por nuestra cultura monógama. En ese sentido, en una pareja tradicional, los límites son claros. Pero los acuerdos son algo a lo que llegamos entre los dos, que la pareja discute; son reglas acordadas”, señaló Lomnitz.
La comedia escrita por Hugo Yoffe aborda lo que sucede con Francis y Joe, una pareja moderna que, tras años de altibajos, decide ir a terapia para intentar mantener su relación abierta y duradera.
El autor es psicoterapeuta de parejas y conoce muy bien el tema. Luego, la dramaturga María Sánchez y yo somos una pareja abierta, así que es un tema que hemos estudiado a profundidad, por lo que tenemos, desde la parte de la dramaturgia y la adaptación a especialistas desde dos ángulos muy diferentes.
Creemos que es una comedia provocadora y lo que buscamos es buscar una reflexión en el público acerca de sus vínculos amorosos, de su relación de pareja, si es que tienen, y de sus prácticas y creencias en este sentido. Esperamos que no sólo sea una obra divertida, sino muy provocadora, que realmente genere discusión interesante”, acotó.
Alberto Lomnitz aclaró que no es una obra moralista ni proselitista, ni tampoco promueve una visión única de cómo debe ser una pareja. Al contrario, aborda temas profundos y contemporáneos, como el amor y la lealtad en las relaciones de pareja abiertas, y lo hace a través de la risa.
Abre, más bien, muchos cuestionamientos acerca de prácticas que, simplemente, no son ni cuestionadas, sino que las mamamos desde que mamamos nuestra cultura y esto cuestiona valores y comportamientos que tenemos comúnmente y lo hace de una manera muy divertida”,
concluyó.