Marco Rubio, senador republicano por Florida desde 2011, es hijo de Oriales y Marco, dos trabajadores inmigrantes de Cuba. Su padre trabajaba principalmente como mesero de banquetes y su madre balanceaba el cuidado de la familia en el hogar mientras también laboraba como camarera de hotel y brevemente en una fábrica local.
Según su página oficial, “Rubio vio de primera mano cómo el arduo trabajo, la fe y la comunidad ayudaron a que sus padres pudieran lograr el Sueño Americano”.
El político estadunidense nació en Miami y se sintió atraído al servicio público en gran parte por su abuelo, quien “vio la destrucción de su tierra natal por culpa del comunismo”, afirma el sitio web.
PRIMER SECRETARIO DE ESTADO DE ORIGEN LATINO EN EU
Ese es el perfil de Rubio, el de un hombre que creció entre anticomunistas y exiliados de regímenes latinoamericanos y quien será el primer secretario de Estado de origen latino en EU.
Antes de ser electo para el Senado en el 2009, Rubio se desempeñó como comisionado de la ciudad de West Miami y como presidente de la Cámara de Representantes de Florida.
Hace algunos días, antes de que se hiciera pública la consideración de Donald Trump para que Rubio fuese el secretario de Estado de su gobierno, el senador escribió en su cuenta de X: “La administración entrante de Trump hará cumplir las leyes de inmigración existentes y expulsará a criminales ilegales violentos”.
PARTIDARIO DE EJERCER MÁXIMA PRESIÓN A CHINA
Asimismo, es partidario de ejercer máxima presión sobre China. “Rubio cree en el fondo de su corazón que China es un enemigo de Estados Unidos”, dijo David Firestein, exdiplomático estadunidense con experiencia en el país asiático. “Eso influirá en todo lo que haga con respecto a China”.
Como legislador ha abogado por ayudar a Taiwán, tomar medidas para restringir las operaciones comerciales chinas en Estados Unidos y castigar al gobierno chino por la forma en la que trata a Hong Kong y a la minoría uigur. También apoya vehementemente a Israel, tiene a Irán en la mira y es partidario de acabar con la guerra en Ucrania.
Antes de ser elegido como secretario de Estado, Rubio afirmó a CNN: “El mundo está cambiando rápidamente. Los adversarios se están uniendo (Corea del Norte, Irán, China, Rusia) y cada vez se están coordinando más. Esto nos obligará a ser muy pragmáticos y sensatos en la forma en que invertimos en el exterior y en lo que hacemos”.
ROCES CON TRUMP
Pese a ser el elegido para conducir la diplomacia de Estados Unidos en el siguiente mandato de la Casa Blanca, la relación entre Trump y Rubio no siempre ha sido fácil. Ambos se presentaron a la presidencia en 2016 y tuvieron duros enfrentamientos por la nominación republicana. Trump describió a Rubio como “el pequeño Marco” y Rubio se burló de las “pequeñas manos” de Trump.
En ese momento, Rubio criticó la postura aislacionista del magnate en materia de política exterior. Entonces dijo que “el mundo sin la participación estadunidense es un mundo con el que ninguno de nosotros quiere vivir”, argumentando en contra de la posición de Trump de que EU da más de lo que recibe de sus interacciones con la comunidad internacional.
Hoy, que ya son más que cercanos, Rubio comparte incluso la misma idea de Trump en cuanto a la guerra en Ucrania, al afirmar que no se debe seguir financiando lo que él ha llamado “un punto muerto” y es partidario de lograr un acuerdo entre Vladimir Putin, mandatario ruso y su rival Volodímir Zelenski.
En cuanto a la guerra que se libra en Oriente Medio, Rubio ha dicho que Israel “no tiene otra opción que buscar la erradicación completa de Hamás en Gaza”.
En octubre pasado, expresó en X que terminar con el grupo propalestino “es un esfuerzo trágicamente necesario tendrá un precio horrible” y añadió que “el precio de no lograr eliminar permanentemente a este grupo de salvajes sádicos es aún más horrible”.
MANO DURA CONTRA LA FRONTERA
Marco Rubio, de 53 años, algún día fue promotor de reformas bipartidistas que permitían a los migrantes irregulares obtener la ciudadanía; sin embargo, se transformó durante el primer gobierno de Trump en un partidario de sus políticas sobre mayor seguridad fronteriza y deportaciones masivas.
En su momento, Rubio acusó a López Obrador de capitular ante los cárteles de la droga y de ser un “apologista de la tiranía” en Cuba, Venezuela y Nicaragua. El presidente mexicano respondió llamando “racista” al senador.
El 31 de enero de este año, Rubio publicó un artículo en el Miami Herald en el que se quejó de la delincuencia que, a su parecer, cruza el sur a su país. El Tren de Aragua (grupo criminal) se ha instalado en ciudades como Miami, trayendo los horrores del submundo latinoamericano a nuestros barrios. Y sucedió casi de la noche a la mañana, porque nuestra frontera es radicalmente insegura”.
Asimismo, en su texto, añadió: “Si el presidente Biden fuera serio, restablecería las políticas de la era Trump y luego pediría al Congreso más autoridad”.
Sobre América Latina, rubio apoya las sanciones a los países de la región para presionar a las naciones que no se alineen con EU.
Según la BBC, el republicano fue un arquitecto de la estrategia fallida de reconocer en 2019 al diputado opositor venezolano Juan Guaidó como presidente encargado de su país en lugar del socialista Nicolás Maduro, quien sigue en el poder pese a acusaciones de fraude en los últimos comicios.
EL SUEÑO AMERICANO
- Marco Rubio se graduó en Derecho en la Universidad de Miami en 1996. Su historia representa la idea del “sueño americano”.
- En su libro Un hijo americano, Rubio cuenta pasaba horas con su tío leyendo periódicos y escuchando sus opiniones contra Fidel Castro.
- En febrero de 2013 la revista Time publicó a Rubio en su portada con el titular El salvador republicano.
- Rubio habla español con fluidez, lo que le permite dialogar directamente con el votante hispano.
